Carlos, el ‘godínez’ que se convierte en artista del graffiti
De lunes a viernes entre las 7:00 y 15:00 horas Carlos acude a su trabajo de oficina, pero dejando el uniforme, convierte los muros en lienzos y en ellos plasma su arte en forma de graffiti.
El joven de 29 años de edad inició a dibujar hace 15 años. En el 2010 empezó a usar el aerosol, plasmar sus diseños en las paredes y a aprender técnicas para mejorar. Carlos conoció el graffiti por influencia de unos amigos de su barrio.
“Y de ahí agarré el gusto por esto y ya pues empecé a ver revistas y videos de personas de fuera de México, de Guadalajara”, expresó.
A más de una década desde que inició, Carlos ha intervenido bardas en eventos de arte urbano en Hermosillo, El Fuerte, Los Mochis, Culiacán y Mazatlán.
Comentó que en sus inicios su mamá lo apoyaba para financiar el material que requiere para pintar, pero con el paso del tiempo empezó a trabajar para ahorrar él mismo y continuar con su arte que, dice, lo ayuda a liberar el estrés.
Carlos participó este fin de semana en el evento de graffiti que intervinó una de las bardas del Parque Canino que está en el Infonavit Humaya, en Culiacán. Explicó que el costo de cada obra depende, ya que una caja con 12 aerosoles cuesta entre 700 y 800 pesos.
“Ese es un boceto que ya tenía años que lo había hecho, hace unos cinco o seis años, pero no se había dado la oportunidad de hacerlo y ahorita se dio la oportunidad por el tipo de barda y antes del perro que tiene dibujado era un Tazmania. El original traía un Tazmania nada más que lo cambié ahorita por la temática”, explicó el joven.
El artista consideró que además de liberar el estrés, el graffiti es una manera de liberar su potencial.
“Una forma de expresión”, recalcó.