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Armando Medina creció alejado de la música, fue hasta que llegó un programa del Isic a su comunidad que encontró su pasión por la música tocando el saxofón

Armando conoció en un programa artístico el gusto por la música; ahora es miembro de la Banda Sinfónica Juvenil

Lejos de conocer la música en estructura, con partituras, coro y estrofas, en un rancho lánguido al sur de Culiacán, Armando Medina pasaba las tardes jugando futbol en el centro de barrio de Quilá, nunca imaginó que años después la música se convertiría en su pasión y lo llevaría a conocer lugares maravillosos.

Cuando tenía 14 años llegó un programa artístico cultural a su comunidad, los maestros del Instituto Sinaloense de la Cultura llegaron a impartir clases de pintura, dibujo, música y canto.

Oportunidad que Armando no dejó pasar, y fue ese su primer acercamiento con la música, él y sus compañeros de secundaria entraron a clases de música.

A él, por sus manos grandes, le asignaron el Saxofón, un instrumento en el que encontró una fuente de inspiración y un medio para transmitir sus sentimientos.

“Llegué y me dijeron `a ver tus manos, no pues las tienes grandes vas a tocar el grandote´ (saxofón tenor), me pusieron a tocar ese y yo no sabía nada de música”, relató.

“En los ranchos no sabes que existe tal cosa, yo no sabía que existía la música en partituras, yo sabía que la música era shalalalá papapá fafafafafa”, explicó

Cuatro años de práctica, esfuerzo y dedicación le permitieron ingresar a la Banda Sinfónica de Sinaloa, con ello los logros, viajes y reconocimientos no se hicieron esperar.

“Llegué a Culiacán, me metí al Isic a estudiar, después me metí a la banda sinfónica del estado del isic y ahí estoy tocando”, dijo.

Su última gira fue en el marco del Día de la Niñez, un evento en el que se maravilló, pues el objetivo fue llevar música a niños que como él en su infancia, no conocen o no tienen acercamiento con la música.

“Tocamos en Culiacán, Pericos y Badiraguato era un cuento narrado, el gato con botas, con una narradora y la banda, estuvo muy bonito, le gustó mucho a los niños”, expresó.

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Transmitir emociones, conocer lugares distintos y tocar en presencia del Presidente de la República son algunas de las cosas que Armando más disfruta al ser parte de la Banda Sinfónica Juvenil de Sinaloa.

El músico ha tocado en diversos eventos oficiales, artísticos y culturales dentro y fuera del estado, como la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles donde conoció en persona a Andrés Manuel López Obrador.

“Fui con la banda, fuimos a tocar a la inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles, ahí estuvimos, vimos al Presidente”, explicó.

“Estuvo muy chilo, todavía Culiacán se me sigue haciendo muy grande para mí, o sea pasar de Quilá, un rancho muy pequeño a la Ciudad de México que para donde veas hay edificios, está muy padre”, comentó.

Armando sigue estudiando música en el Instituto Sinaloense de Cultura y en ocasiones trabaja en eventos con grupos versátiles o toca en las calles del centro de la ciudad.

“Sigo estudiando (música) y de vez en cuando le saco provecho al instrumento, hay veces que me toca trabajar en un grupo versátil, en la banda tengo una beca de mil pesos al mes y hay veces que vengo a tocar al centro”, expresó el joven.

Armando toca diversos instrumentos como el clarinete, la guitarra, el bajo y el ukelele.

“La batería no la toco porque no me gustan las percusiones pero todo lo que viene siendo melodía y armonía me gusta mucho”, dijo.

Actualmente el joven músico tiene 19 años y sus planes son ingresar a la licenciatura en Psicología en la Universidad Autónoma de Sinaloa el próximo ciclo escolar a la par que continúa con sus actividades en la música.