Ana Cecy te enseña a conectar con tus emociones y la naturaleza por medio de la pintura
Ana Cecy lucía un labial rojo y vestía un mandil con algunas manchas de pintura acrílica mientras colgaba de un árbol los dibujos disponibles para que niños y jóvenes conecten con su lado artístico y la naturaleza en el Parque Las Riberas.
“Es algo que me relaja, dicen que si te dedicas a lo que te gusta nunca vas a volver a trabajar, me gusta”, dice.
Con una apariencia cálida y amigable, Ana Cecilia López Vera Silva hace lo que ama todos los fines de semana: crear espacios para que los niños expresen sus emociones por medio de la pintura.
“Los niños que crecen con el arte cuidan más la naturaleza cuidan más los animales, tienen esa característica, esa sensibilidad, y aparte que se siente el papá con el hijo y vea lo que está haciendo lo que puede lograr hacer es muy padre”.
Desde su infancia y hasta la fecha Ana Cecy ha estado en constante conexión con el arte pues asistía a clases de pintura, ballet, piano, fotografía.
Cuando tuvo que elegir una formación universitaria decidió estudiar la carrera técnica en Diseño de Modas y después Diseño Gráfico y Artes Visuales.
En el momento en el que Ana Cecy conoció y se casó con la persona con quien quería pasar el resto de su vida, decidieron dejar todo y mudarse a Guadalajara, donde trabajó por muchos años como diseñadora gráfica.
“En Guadalajara trabajé en las primeras empresas que hicieron los espectaculares, te estoy hablando de hace 27 años, ahí trabajé yo en diseño gráfico pero después trabajé en corte de vinil”, contó.
Por mucho tiempo Ana Cecy y su esposo trataron de agrandar la familia, sin embargo cuando logró concebir al que sería su primer bebé lamentablemente lo perdió, por lo que decidió renunciar a su trabajo e ir en busca de ese propósito de vida.
Ana Cecy empezó a dar clases de pintura y diversas artes plásticas a los niños que frecuentaban el parque a la vuelta de su casa, lo que impulsó su negocio en el que organizaba fiestas de arte.
“Me puse a dar clases de pintura, de plastilina, así empecé incrementando las actividades y después las mismas mamás fueron las que me empezaron a decir que si yo podía ir a la fiesta de los niños, así empezó ese negocio AnaCecy Arte, llevábamos pintura en bastidores, vitrales, cerámica, plastilina, escultura, cosas que fueran diferente a lo tradicional”, recordó.
Tres años atrás, mientras Ana Cecy tenía un negocio próspero y una familia que la hacía sentir tan feliz como plena, tuvieron que regresar a Culiacán debido que a su madre le detectaron un tumor en la cabeza y la iban a operar.
“Nos íbamos a regresar solo por la operación pero empieza la pandemia, se muere el doctor que la iba a operar y ya se atrasó todo, nos quedamos aquí y mis hijos entraron al colegios, todo lo que tenía allá ya lo dejé”, relató.
Al llegar a su ciudad natal después de 25 años viviendo en la capital de Jalisco, Ana Cecy buscó un punto donde brindar espacios para que los niños y jóvenes de Culiacán desenvolvieran sus habilidades artísticas, pero fue más complicado que la primera vez.
“Empecé en un parquecito en Las Quintas, pero la gente no está acostumbrada a ir al parque, después empecé en la Chapultepec y tampoco va la gente, como que yo no ubicaba los espacios y ya después me vine para acá (Parque Las Riberas)”, explicó.
A diferencia de la cultura jalisquense, Ana Cecy se percató que en Culiacán el arte es poco apreciado por lo que tuvo que reducir las actividades que ofrecía en su negocio a solo pintar en papel.
“Sí notas mucho la diferencia porque cuando hacen las piñatas (en Culiacán) es para que se entretengan los niños, es para que se entretengan y no molesten a las mamás y ahí en Guadalajara lo que querían era que se llevaran algo interesante a su casa, porque eran fiestas de arte así me contrataban a mí”.
“A lo mejor porque el precio es un poco más elevado entonces les costaba más trabajo pagar eso aunque se les hiciera bonito pero preferían solo pintar en papel, por eso me quedé con esto pero ya tengo que dar ese giro para empezar a meter cosas nuevas”, añadió.
Ahora Ana Cecy trabaja todos los sábados y domingos de 16:00 a 20:00 horas en la bajo el puente Bimodal donde niñas, niños y jóvenes pinta en caballetes mientras conviven con la naturaleza por solo 45 pesos.
“Que se entretengan un poquito en el arte, se diviertan y haya convivencia familiar sobre todo y que muchos papás descubran la habilidad que tienen los hijos para pintar, después ponemos nosotros una lona allá atrás y les colgamos los dibujos para que se tomen foto con sus obras de arte”, destacó.
Algo fundamental para Ana Cecy es la conexión que los niños y jóvenes tienen no solo con sus emociones, sino también con la naturaleza, que desarrollan por medio del arte.
“Es algo muy padre, es un tiempo que pasan con sus hijos porque luego nomas están encerrados en el celular, en la Tablet, faltan todavía que se sensibilicen más en cuidar esto que es para todos”, asentó.