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LEGISLATIVO

Alto a la explotación infantil en Sinaloa, piden desde el Congreso

Los diputados José Antonio Crespo López y Angélica Díaz Quiñónez cuestionan que aún haya niños y niñas trabajando en las calles de la ciudad

Que las autoridades correspondientes se aboquen a implementar estrategias para reducir y luego erradicar la explotación infantil, solicitaron desde el Congreso de Sinaloa José Antonio Crespo López y Angélica Díaz Quiñónez, pues las niñas y niños trabajando en las calles, en ocasiones manejados por sus propios padres y madres de familia, se les priva de derechos como la educación.

“Los centros de Desarrollos Integrales de la Familia nacen en México para ocupar a las esposas de los Presidentes de la República, Gobernadores y Presidentes Municipales y con ello argumentar que es la cara amable del gobierno”, denunció Crespo López, sobre los sistemas DIF, pese a que con el tiempo se han incorporado profesionistas como psicólogas, abogadas, médicos y demás.

El trabajo que se realiza para atender a la niñez, lo consideró insuficiente, prueba de ello puso a las niñas, niños y adolescentes en las calles en diferentes actividades como limpiando vidrios de autos, vendiendo dulces, haciendo malabares y pueden pasar días y se les ve en un crucero, sin que las autoridades hagan algo sobre sus explotadores o para el bienestar de las y los menores.

“Que se deje de simular y que se trabaje en serio en beneficio de la niñez, que los sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia cumplan cabalmente con su función y que la niñez no salga de su casa a las calles a trabajar en vez de estar jugando y estudiando para romper los círculos viciosos que no se han podido eliminar en décadas, solo les pido que hagan su trabajo, así de sencillo”, solicitó a las autoridades.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, Díaz Quiñónez, misma comisión a la que pertenece Crespo López, dijo que un tema recurrente que han abordado es el de la explotación infantil, señalando que los niños y niñas no deberían de estar en las calles siendo explotados por personas que los envían a pedir dinero.

“Lo correcto es que deberían estar disfrutando de su infancia, así como de acudir a la escuela a convivir con otros niños de su edad y estar atendidos por personal debidamente capacitado para fomentar en ellos el conocimiento de sí mismos y del mundo que les rodea, sin embargo, al estar en las calles se les priva de esas oportunidades”, dijo la pasista.

En las zonas céntricas o cercanas a plazas comerciales, detalló, es donde más se ve a las y los menores realizando estas actividades, por lo que pidió no normalizarlo y que no de deje de ver con las dimensiones y graves consecuencias que puede traer para su futuro, porque las repercusiones no son solo a nivel físico, sino también mental.

“En un amplio número de casos, los niños que son explotados caen en prácticas como la drogadicción, la cual les ayuda a evadirse y a superar el día a día. Asimismo, son muchos los niños que sufren trastornos de depresión y ansiedad, junto con un sentimiento de desamparo total; se sienten solos en un mundo que no les ofrece ningún tipo de protección y para el cual son totalmente invisibles”, indicó.

Díaz Quiñónez realizó un llamado a los padres y madres de familia a evitar cualquier práctica de explotación infantil hacia sus propios hijos, así como a un llamado a toda la sociedad a denunciar ante las autoridades cualquier práctica de explotación infantil que observen en las calles.