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"Columna"

"Algo Maz"

"Ayer terminó el Carnaval de Mazatlán, que por primera vez se organizó por un comité hace 119 años, y lo que podemos decir de la festividad de este año es... ¡qué bonito Carnaval!"

 

langel_gomez@hotmail.com

Ayer terminó el Carnaval de Mazatlán, que por primera vez se organizó por un comité hace 119 años, y lo que podemos decir de la festividad de este año es... ¡qué bonito Carnaval! Desde la elección de reinas, que en su momento comentamos el espectáculo, que se salió de lo establecido y presentó muy agradables innovaciones; seguida por el encendido del majestuoso dragón a la altura de Paseo Claussen y la Avenida Zaragoza. Esos dos eventos fueron el preámbulo para avizorar que este sería un Carnaval de esos, para recordar. Las cuatro coronaciones tuvieron su ceremonia previa, muy espectaculares, empezando con la del Rey de la Alegría, con tema japonés, que se realiza siempre en Olas Altas, y este año notamos que el espectáculo previo fue fino, con las coreografías, el vestuario y la multimedia que se proyectó para recrear ese ambiente oriental, elevando el nivel de esa coronación, que tiende a ser la más popular, pues las otras se realizan en el Estadio Teodoro Mariscal, pero esta que presenciamos, estuvo al tú por tú con las de las reinas, por lo que aplaudimos la labor de Cultura y la del equipo del maestro Javier Arcadia, quien dirigió las coreografías que esa noche se presentaron. Al día siguiente, la de Juegos Florales estuvo llena de color y fantasía, con alebrijes de todos tamaños y colores sobre el escenario, salidos de la imaginación de Pedro Linares López, quien fue representado por un bailarín, que apareció sobre una cama flotante, y de esa escena se desprendió la historia que se contó, a través de los números de baile que se presentaron en un espectáculo efervescente, con efectos llenos de movimiento. La Reina del Carnaval recibió su corona entre dragones y guerreros, en un montaje Medieval impresionante, que se desarrolló ante un enorme dragón rojo, colocado justo encima del trono, como guardián de la máxima corona carnestolenda, mientras se desarrollaba la eterna lucha entre el bien y el mal, en una presentación que recreaba la magia y creencias de la Época Medieval. La pequeña de la realeza carnavalera no pudo quedarse atrás en su ceremonia, pues se montó un espectáculo que arrancó con alegorías orientales, con un vestuario y ornamentos coloridos, salpicado con danzas tribales y continuar con un concepto también Medieval, todo salido de un enorme libro que abrió sus páginas sobre el escenario, dirigido por la maestra Montserrat Millán, quien de verdad se ha distinguido por hacer de las ceremonias de coronación infantiles un evento a la altura de las soberanas del Carnaval y Juegos Florales. ¡Te admiramos, Montse! Y de los desfiles, palabras nos hacen falta para describir las creaciones rodantes que vimos sobre el Malecón. Las cuatro carrozas reales nos gustaron completamente. Francisco Igartúa, quien también diseña la imagen de cada Carnaval desde hace años, desde que empezó en la elaboración de los carros de los soberanos hasta este año, nos ha sorprendido muy agradablemente, pues los de 2017, no sabemos a cuál irle; cada uno, en su estilo y representado el concepto de cada reino, nos dejó con la boca abierta por su belleza y creatividad, pero sobre todo, en el detallado que tuvimos la oportunidad de apreciarlos de muy cerca, desde un templete, y no se le escapó nada. Como lo dijimos, mientras la carroza de la Reina del Carnaval nos pareció espectacular con su enorme dragón con más de 4 mil escamas, hechas y pegadas a mano; la de Juegos Florales, la primera y única palabra que se nos vino a la mente fue... hermosa. La majestad de los niños fue colocada sobre la enorme garra del dragón de su carroza, con alrededor de 3 mil escamas y el jardín recreado es detalle a mano, pieza por pieza, de una majestuosidad que elevó el estatus del reino de los pequeños del Carnaval, pues no dejó de ser menos elaborada y espectacular, sin perder el toque infantil. La del Rey de la Alegría fue dinámica, pues su soberano siempre va bailando a todo lo que da, como debe de ser, y esta ocasión, el dragón sobre el cual iba, por cierto que, muy bien hecho con 2 mil 800 escamas pegadas manualmente y posado sobre una superficie traslúcida, que simulaba ser el mar, se movía de acuerdo con los movimientos del soberano, creando un efecto dinámico, eso sí, todo con mucha seguridad. El resto de la carrozas, a la altura de las reales, de lo más ingeniosas, atractivas e impresionantes, gracias al talento del maestro Jorge González Neri, quien realiza los gigantes que se colocan a los largo del Malecón, y del ingeniero Jorge Osuna, creador de los carros luminosos, que este año se voló la barda con sus dimensiones, pues fueron más grandes. La gente nos hizo saber su opinión y quedó encantada con los desfiles. ¡Muchas felicidades para estos creadores de fantasías rodantes! El otro gran espectáculo fue el Combate Naval, del cual escuchamos los mejores comentarios por la espectacularidad de los fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Olas Altas la noche del sábado, que como cada año, emociona profundamente a las decenas de miles de personas que llenan ese paseo. En resumen, desde nuestro punto de vista, este es un Carnaval inolvidable y con un lugar especial en su historia. ¡Felicitaciones y muchas gracias, Instituto de Cultura!
A propósito, también felicitamos a la cumpleañera de hoy, que inicia el mes de marzo, Karla Valero López, quien de seguro, desde temprano, recibió los buenos deseos, entre demostraciones de amor de su esposo, el escritor Juan José Rodríguez, y su hijo, Ian Ranieri, con quienes vimos que se divirtió bastante en este Carnaval.
Muy divertida con los conciertos de las coronaciones en el estadio vimos a Ana Luisa Sánchez Chávez en compañía de su tía, Yolanda Sánchez Loya, quien como buena mazatleca, vino desde Tijuana a vivir en carne propia la máxima fiesta porteña, porque no quería que se la contaran, pues aunque radica en esa ciudad fronteriza desde hace mucho tiempo, lleva a su Mazatlán siempre en el corazón.
Y como siempre, Julieta Montoya de Hemke, al frente del Comité de Damas Voluntarias del Hospital General, nos informa que el boleto premiado con su rifa mensual de 500 pesos es el número 438 y fue vendido por Elvira de Rodríguez. La rifa se efectúa de acuerdo con el sorteo de la Lotería Nacional, de último viernes de cada mes y lo captado se destina a la labor de esa agrupación en pro de pacientes y sus familiares de escasos recursos de esa institución médica.
Hablando de eventos cíclicos y con buena causa, como cada primer domingo de mes, el 5 de marzo se realizará el evento Playa Libre, organizado por Viva la Ola. En esta ocasión será en la playa de acceso al Faro, a las siete y media de la mañana, donde se hará la convivencia, además de una plática, en la que se busca concientizar a las personas, sobre la importancia de mantener limpias las playas mazatlecas, que son un verdadero atractivo y ya quisieran tenerlas muchos destinos turísticos de sol y mar, así que protejamos este tesoro. Se recomienda llevar ropa cómoda, agua y protección solar para iniciar un día completamente familiar.
Y como una gran familia, la comunidad de residentes extranjeros en Mazatlán se reunirá este sábado en la Casa del Marino, ubicada en el entronque con Paseo Claussen y Jabonería, donde se realizará el Gumbo Fest, una fiesta estilo Nueva Orleans, en la que por 650 pesos, los asistentes podrán disfrutar botanas, bebidas, una barra de platillos elaborados con mariscos, ensaladas y postres. Claro que la invitación también está abierta para todas los mazatlecos y personas que visitan el puerto para disfrutar y convivir en evento, el cual inicia justo a las 12 del día y hasta las cinco de la tarde. Más informes, en el celular 669 211 0185.
Así, como una familia, es como deberíamos permanecer constantemente, unidos por ese lazo que existe entre las personas y procede de esa gran energía que crea a la vida, llámese como sea de acuerdo con las distintas religiones que se practican en el orbe, pero todas con un denominador común: un ser supremo que nos permea, así que en lugar de levantar paredes, mejor derribémoslas, como se hizo este sábado en la Quema del Mal Humor, en el que El Muro de Trump fue reducido a cenizas, por ser una afrente a la dignidad humana.