Una poción de amor

    Como vemos, el argumento es jocoso: pretende instruir sobre la profundidad de los sentimientos, pero a través de la comicidad sin desembocar en tragedia

    Como lo anunciamos, mañana el ISIC se viste de gala con la ópera El elixir de amor, de Gaetano Donizetti, a las 20:00 horas, en el Teatro Pablo de Villavicencio, con la participación de un gran elenco: la OSSLA, dirigida por el Maestro Miguel Salmon del Real; solistas del Taller de Ópera, bajo la conducción de José Manuel Chu, y el Coro de Ópera, a cargo de Marco Antonio Rodríguez.

    Es una ópera en dos actos. La trama se desarrolla en un ambiente campirano, sencillo y bucólico. Los personajes principales son un campesino ingenuo llamado Nemorino, quien se encuentra enamorado de Adina, una rica terrateniente que lo ignora y desprecia; el doctor Dulcamara, es un charlatán que promete vender un elixir, o pócima prodigiosa, para procurarse la benevolencia de la persona amada; el sargento Belcore, se compromete en matrimonio con Adina y, por último, Gianetta, quien pícaramente revela que Nemorino se hará rico con una herencia.

    Adina sí quiere a Nemorino, pero lo rechaza adrede para observar sus sentimientos. Nemorino, por su parte, compra a Dulcamara una poción o brebaje de amor para encantar a Adina. Dulcamara es un rufián y embaucador que llena los frascos con vino, lo que exalta aún más al enamorado.

    Como vemos, el argumento es jocoso: pretende instruir sobre la profundidad de los sentimientos, pero a través de la comicidad sin desembocar en tragedia. Como Nemorino se queda sin dinero, Belcore le presta con la condición de que se enrole en el ejército y dejarle el campo libre para casarse con Adina. Finalmente, Adina le paga a Belcore la deuda contraída por Nemorino y se avizora un final feliz, pero no se lo contamos. El aria más sublime es Una furtiva lágrima.

    ¿Ofrezco poción, en lugar de inestimable porción?