Charles Dickens escribió una novela titulada Tiempos difíciles, ubicada en la Inglaterra victoriana (justo después de la Revolución Industrial), donde narró los grandes contrastes económicos y sociales, así como el inmenso desnivel de vida entre la sociedad burguesa y la obrera.
En El libro de la esperanza. Una guía de supervivencia para tiempos difíciles, escrito en diálogo entre la naturalista y activista Jane Goodall y Douglas Abrams, se especifica que “vivimos tiempos oscuros”.
¿Por qué oscuros? “Hay conflictos armados en muchas zonas del mundo, discriminación racial y religiosa, crímenes de odio, ataques terroristas, un giro político hacia la extrema derecha que alimenta manifestaciones y protestas que a menudo acaban en violencia. La brecha entre ricos y pobres se está ampliando, y fomenta el odio y la inquietud. La democracia está siendo atacada en muchos países. Aparte de todo esto, la pandemia de Covid-19 ha provocado muerte y mucho sufrimiento, y pérdida de empleos y caos económico en todo el mundo. Y la crisis climática, temporalmente arrinconada, constituye una amenaza aún mayor a nuestro futuro; de hecho, a toda la vida en la Tierra tal como la conocemos”.
Goodall añadió: “El cambio climático no es algo que nos vaya a afectar solo en el futuro: nos afecta ahora, con patrones climatológicos cambiantes en todo el mundo: el hielo se derrite, aumenta el nivel del mar y hay huracanes, tornados y tifones de una potencia catastrófica”.
Sin embargo, está plenamente convencida del poder de la esperanza: “La gente tiende a pensar que es una ilusión vana y pasiva: “Espero que algo suceda, pero no haré nada al respecto”. Esto es, de hecho, lo opuesto a la verdadera esperanza, que exige acción y compromiso”.
¿Mantengo vivo el poder de la esperanza en estos tiempos oscuros y difíciles?
