En nuestro artículo anterior cuestionamos al debutante Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, ¿qué quiere hacer en su gobierno?, ¿cómo quiere que sea su administración?, ¿cuáles serán los factores distintivos, y en dónde pondrá los acentos este primer Gobernador de izquierda en Sinaloa?
También sugerimos que Sinaloa tiene que planear y actuar basado en sus fortalezas, pero solo en las que tengan perspectiva de futuro y le generen una ventaja competitiva.
Igualmente cité a Philip Kotler en su libro Marketing Places donde nos dice que los lugares deben ser “vivibles, visitables e invertibles.”
Primero debemos entender que Sinaloa se compone de cuatro regiones, el norte con su capital en Los Mochis, el centro con su capital en Culiacán, y el sur con su capital en Mazatlán; existe una cuarta región que es transversal y es toda la región a lo largo de la sierra.
Con esta idea en mente debemos planear para que las regiones mencionadas sean vivibles, visitables e invertibles, ya que cada una tiene características, necesidades, vocaciones y fortalezas diferentes.
Para ser vivibles, las tres regiones principales tienen que hacer inversiones importantes en planeación urbana, en garantizar servicios básicos como agua, luz, drenaje, movilidad y transporte público, parques y jardines, escuelas y servicios de salud de calidad, etc.; y las cuatro regiones para ser vivibles deben garantizar la seguridad pública especialmente en lo que hasta hoy ha sido tierra de nadie, o más bien dicho tierra del narco, como es la sierra.
Es perfectamente proyectarle la población futura de las capitales de las tres principales regiones, Culiacán, Mazatlán y Los Mochis, por lo que igualmente son planeables las inversiones requeridas en servicios básicos para que la falta de éstos no sean un freno al crecimiento.
Kotler sostiene que una estrategia de mejora para un lugar es poner el acento en el diseño urbano, ya que éste nos dice los valores de una comunidad y su gobierno; también sugiere mejorar la infraestructura y los servicios básicos que incluye seguridad y educación; finalmente plantea la importancia de las atracciones. Si no se hace esto “el crecimiento siembra la semilla de su propia desnutrición.”
Sinaloa podría ser ejemplo nacional en planeación y desarrollo urbano, sustentabilidad, educación y salud de calidad. Podría incluso convertir una de sus debilidades, la seguridad pública, en una fortaleza, como lo han hecho Israel y Colombia.
La región sur, su vocación natural y fortalezas tienen que ver con el turismo, y dado que su clima es tropical por encontrarse en el trópico de cáncer, tiene una agricultura frutícola y buena pesca.
Sin embargo, todo el sur carece de suficiente agua potable y de riego, a pesar de sus altas precipitaciones en época de lluvias y de contar con cinco ríos, como el Piaxtla, el Quelite, el Presidio, el Baluarte y Las Cañas.
Es muy lamentable lo que hizo la 4T con el proyecto Playa Espíritu, de Fonatur, ya que recientemente se autoasignaron los lotes de playa disfrazados de rifa y con esto destruyeron cualquier posibilidad de reconversión del proyecto, que tenía una posible vocación para construir una comunidad integralmente planeada para estadounidenses retirados, como existen varias en el sur de Arizona o como ha sucedido con Ajijic en Jalisco.
Mazatlán podría convertirse a su vez en un centro de turismo médico, como lo está haciendo ya Tijuana y tomándole ventaja a Sinaloa en este rubro.
Aun así, creo que el mejor activo de Sinaloa es su gente, pero de esto hablaremos en el próximo artículo.