Runrún quitasueños: Inzunza al Senado
Proteger al amigo y perder al Secretario

OBSERVATORIO
11/10/2023 04:03
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    La aspiración al Senado trae simbolismos de alta proyección política pues lo más común es que de allí emane el próximo candidato a Gobernador una vez que el 31 de octubre de 2027 Rubén Rocha Moya deba dejar tal responsabilidad. Por lo tanto, también a los perfiles a proyectar se les exigen currículums brillantes porque ya no basta con padrinazgos ni relaciones de poder para convencer a los electores.

    Sin que sean los rumores que salen del tercer piso de Palacio de Gobierno sí existe la versión, y quizás hasta la posibilidad, de que el Gobernador Rubén Rocha Moya prescindirá de sus principales operadores en los poderes Ejecutivo, Enrique Inzunza Cázarez, y Legislativo, Feliciano Castro Meléndrez, enviándolos a que busquen los escaños disponibles para Sinaloa en el Senado de la República. Si no lo hace así nada se alteraría en la reconfiguración política de mitad de sexenio, pero en caso de hacerlo sin duda estaría armando la jugada de sus “corcholatas” con miras al relevo estatal de 2027.

    Es decir, cualquiera de los dos hombres de más confianza del Gobernador podría ir en fórmula con la hoy Senadora Imelda Castro, si es que ella decide postularse a la reelección, o Graciela Domínguez Nava, que desde su actual cargo en la Secretaría de Educación Pública Y Cultura se sostiene firme en la lista del Movimiento Regeneración Nacional de pretensos a la Cámara Alta. Lo demás es la encuesta y la paridad de género en las candidaturas.

    Eso de armar las propuestas que la Cuarta Transformación de Sinaloa presentará en la boleta electoral del 2 de junio próximo es todo un crucigrama. Aunque parece alcanzar para todos con las candidaturas a 20 alcaldías al entrar los municipios de Eldorado y Juan José Ríos a la votación constitucional, 24 diputados locales por igual número de distritos, 6 diputados federales y 3 senadores, en realidad ni disponiendo de la totalidad de las posiciones en juego en el País dejaría contenta la multitud de pretendientes.

    Sin embargo, la aspiración al Senado trae simbolismos de alta proyección política pues lo más común es que de allí emane el próximo candidato a Gobernador una vez que el 31 de octubre de 2027 Rubén Rocha Moya deba dejar tal responsabilidad. Por lo tanto, también a los perfiles a proyectar se les exigen currículums brillantes porque ya no basta con padrinazgos ni relaciones de poder para convencer a los electores.

    Feliciano Castro, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, le ha sido bastante útil al gobierno de Rocha Moya en la aprobación del paquete de leyes indispensables para la gobernabilidad, entre éstas el esquema sin precedentes de apoyo y amparo a las mujeres, homologación de la ley de educación superior, estatuto e instituto de protección a periodistas y defensores de derechos humanos, y reformas a la ley orgánica de la propia institución parlamentaria.

    Pero podría suceder que al medirlo en la intención del voto de los sinaloenses Feliciano Castro pague el costo político por dedicarse de tiempo completo a la operación legislativa de la 4T sinaloense. En las encuestas de valoración interna que realiza el gobierno de Rocha no aparece bien posicionado a pesar del aceptable nivel de conocimiento que tiene sobre él la población en edad de sufragar. Otra consideración que se hace lo descarta en la reelección como Diputado por el desgaste que tiene la labor de pelear para sacar adelante las iniciativas del Gobernador.

    En cuanto a Inzunza Cázarez la postulación al Senado es tomada con inverosimilitud tratándose de quien hace el trabajo áspero del régimen rochista. Representa la mano dura y esa labor cansa a quien sea, pero si Rocha tuviera que sacarlo de la Secretaría de Gobierno quedaría en evidente vulnerabilidad por la alta capacidad de agresividad que le han mostrado sus adversarios políticos.

    Es visible el aprecio recíproco entre Rocha e Inzunza y la determinación de enviarlo al Senado significaría más un acto de amistad que de utilidad política. Los que han desempeñado la Secretaría de Gobierno siempre han estado expuestos a golpeteos, así sean tan bien portados como Gonzalo Gómez Flores en el mandato de Quirino Ordaz, o con el alma de hierro que Gerardo Vargas Landeros mostró al lado de Mario López Valdez. Por ser experto en las ciencias jurídicas y conocerle las entrañas a la justicia, Inzunza inquieta de más a los que tienen cuentas pendientes con la ley. De ahí deriva la conjetura ¿descabellada? de que Inzunza se “enfríe” en el escaño senatorial y Feliciano ponga el lomo en la SeGob local.

    Claro que los secretarios del Gabinete, al estar cerca del ejercicio del máximo poder local, que son los gobernadores en turno, cultivan la ambición de algún día llevar las riendas del estado. Vargas Landeros peleó con todos los medios a su alcance la posibilidad de suceder en el cargo a Malova. Heriberto Félix Guerra también ocupó la Sedeco con Juan Millán y en ese momento le nació la intención de ser el siguiente Gobernador. Jesús Vizcarra Calderón fue Secretario de Desarrollo Económico en el período de Jesús Aguilar Padilla y desde allí fraguó el proyecto de ser el sucesor.

    Desempeñar el puesto de Secretario de Gobierno en la proximidad de la elección de Gobernador nunca ha representado la plataforma más idónea para relevar al Mandatario estatal en turno. Ejercer la función senatorial sí garantiza al menos la proyección aunque no el triunfo electoral y allí está el ejemplo de Mario Zamora Gastélum en 2021. Es por ello que a bastantes morenistas, y a opositores de la 4T también, les está quitando el sueño ese runrún que anda por allí elucubrando la eventual candidatura de Inzunza Cázarez al Senado.

    Reverso

    A Feliciano como Diputado,

    E Inzunza, el Secretario,

    Cada uno en su calvario,

    Les sabría a gloria el Senado.

    ¿Fórmula Cuén-Zamora?

    Salvo que lleguen a un buen acuerdo y logren ir juntos, en el Frente Amplio por México chocarían las aspiraciones al Senado de Héctor Melesio Cuén Ojeda, dirigente del Partido Sinaloense, y de Mario Zamora Gastélum, el político local más cercano al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Alejandro Moreno. Por supuesto que los dos están pensando en la candidatura a Gobernador en 2027, por lo cual la presente coyuntura va más allá de la elección de 2024. En este caso también hay que ver cómo se resuelve lo de la regla de paridad de género.