Siguen en el estado los ciudadanos con más incertidumbres que certezas sobre quiénes integrarán el Gabinete del Gobernador electo, Rubén Rocha Moya; por lo que observamos, podemos deducir que no habrá sorpresas, más bien se confirmarán nuestros resquemores, ojalá nos equivoquemos.
Lo lógico es que haya empatía en la idea de transformación en lo que viene trabajando con denuedo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, puesto que el Gobernador electo de Sinaloa y el Presidente pertenecen al mismo partido político; o sea, se supone que pertenecen al mismo tronco ideológico, en ese sentido se expresaron los ciudadanos de esta entidad sin lugar a dudas; decir lo contrario es falsear la realidad, el partido Morena arrasó electoralmente en todos los distritos y en el 99 por ciento de los municipios.
El Gobernador electo cuenta con una amplia legitimidad, como lo hemos dicho, lo que lo sitúa en condiciones políticas de mucha libertad para nombrar un Gabinete con los principios políticos del partido que lo llevó al poder en el estado; cuenta con un amplio consenso ciudadano, posesionándose en una situación inmejorable para desarrollar sus actividades con profundo arraigo social; eso es lo que esperan los ciudadanos, que no se esfumen las certezas de un gobierno en la entidad de corte popular, que enarbole y postule los puntos básicos del programa de regeneración: No mentir, No robar, No traicionar. Esos principios enarbolados por los gobiernos emanados del partido Morena son infalibles.
Tomando como punto de referencia lo anterior, es lógico que los ciudadanos se preocupen de que, en lugar de cumplir con las expectativas populares, se forme un equipo en torno al Gobernador que no comulgue con los postulados de gobierno de Morena.
En esta entidad hay muchos que se dicen militantes de Morena, sin tener la mínima idea del programa y los documentos básicos de ese partido, ni realizar una consecuente práctica democrática. Los ciudadanos lo han visto en la actual Legislatura local, donde Morena tiene amplia mayoría para sacar reformas importantes de interés social, pero que no han sido aprobadas, porque miembros de su bancada han votado en contra, sumándose al prianismo. Esas incongruencias son las que hay que desterrar de la política, pues eso indica que no hubo unidad ideológico-política en la fracción morenista en el Congreso local. Esperamos que en la nueva fracción no se presenten esas reprobables situaciones, esas expresiones no deben de existir en la nueva fracción legislativa ni en el gobierno morenista.
Menos hoy que van a gobernar como la fuerza política mayoritaria de la entidad y cuentan con el consenso de los ciudadanos y un apoyo innegable de la ciudadanía.
El partido político es la base de apoyo de un gobierno de extracción popular, es imprescindible el respaldo del partido; por lo mismo, no entendemos por qué se han demorado en establecer la dirección estatal y municipal del partido Morena en esta entidad, es algo incomprensible de verdad; el Partido es un componente esencial de todo gobierno democrático, no se puede subestimar su papel ni el rol que debe jugar en acompañar al nuevo régimen.
Los sinaloenses se han hecho buenas expectativas del nuevo gobierno. Es todo un acontecimiento la llegada a la Gubernatura del candidato de un partido de centro izquierda, tiene un significado sumamente esperanzador y por ello se espera se rompan inercias y haya un cambio en todos los aspectos del desarrollo del estado; eso es lo que esperan los ciudadanos del Gobernador electo, Rubén Rocha Moya, una vez que asuma el poder en la entidad, que se inicie una nueva etapa de cambio verdadero en la sociedad toda.
Los ciudadanos de esta entidad están de plácemes por el advenimiento de un Gobernador legítimamente electo por la ciudadanía, y confían en que establezca hitos históricos en el transcurso de su gobierno.