Cada hora, la industria de la carne mata a 1.1 millón de animales. Animales que viven o más bien “sobreviven” día con día a maltratos, sufrimiento y dolor, todo esto antes de llegar a su muerte, la cual por supuesto, no está exenta de escenas de terror.
Esa cantidad de animales matados para su consumo, es del que tenemos registro, pero, existe otra realidad, una que permanece oculta y que por ende está llena de muchos más abusos y muchas pero muchas más muertes, aquella que habita en los rastros clandestinos y de traspatio.
Las matanzas de traspatio, como comúnmente se le conoce a la matanza en los rastros clandestinos, se hacen sin ninguna regulación o inspección, ni condiciones de sanidad, en estos lugares no hay ley y por tanto no hay forma de proteger y ayudar a los animales que son sometidos a una crueldad sistemática.
Así lo registramos en 2019, cuando con cámara en mano pudimos infiltrarnos a mataderos clandestinos en Hidalgo, uno de los estados con mayor producción de carne de borrego a nivel nacional, lo que captamos aún a pesar de la extrema crueldad y saña con la que ocurre, no es castigado, todo sucede sin inspecciones, ni controles, infringiendo totalmente las normas obligatorias, y aún cuando las autoridades saben lo que sucede y cómo sucede, y que lo mismo pasa en modo clandestino que en los rastros municipales, no hay sanción alguna, los animales más invisibilizados que son los destinados para consumo, en estos lugares, importan nada.
Las imágenes captadas en cámara advierten, que estas condiciones de crueldad e ilegalidad no son una excepción, sino una regla en la industria cárnica, que ponen en riesgo la salud de todos los mexicanos y ocasionan el sufrimiento de millones de animales.
Los animales dentro de los rastros, sean registrados o clandestinos, siempre experimentan sufrimiento y terror, esto se intensifica aún más cuando no se cumplen con las regulaciones existentes, ignorando por completo los estándares de bienestar mínimos.
Contar con un marco legal más robusto que proteja a estos animales, no solo es necesario, es urgente. El trabajo legislativo de Igualdad Animal que se enfoca en reducir el sufrimiento de los animales hasta erradicarlo con penas que castiguen fuertemente a quienes se apartan de la ley, nos ha llevado a presentar iniciativas de ley a nivel Federal, en Ciudad de México, en Puebla, Zacatecas e Hidalgo, que buscan poner fin a Rastros Clandestinos y Mercados de animales vivos y así erradicar la crueldad hacia los animales, creando un marco legal para dar protección a los animales que la ganadería industrial no quiere que veamos y que los proteja de la crueldad que padecen al ser matados y comercializados en espacios públicos, bajo ningún procedimiento regulado.
Y aunque es un gran progreso haberlas presentado, lo más importante está en espera y en manos de las comisiones encargadas de dictaminarlas.