Pacto anticorrupción de los candidatos
Diez compromisos por la transparencia
Deberían ser replicados en todos los municipios los 10 compromisos por la transparencia que la organización civil Observatorio Ciudadano de Mazatlán les hizo llegar a las candidatas y candidatos a la Alcaldía, como muestra de la utilidad de los procesos electorales en la generación de sinergias entre sociedad y gobiernos. Al aceptar colocarse bajo la lupa cívica los aspirantes a ediles admiten, si así lo decidieran, el mecanismo revisor con el cual el votante los diferenciará entre la voluntad de servicio o la avidez por servirse.
La agenda para la rendición de cuentas resulta fundamental en evitar que prevalezcan en el desempeño de la función pública ciclos anómalos en los cuales los presidentes municipales se ven obligados a dejar sus cargos a medio período con tal de enfrentar procesos judiciales por delitos que constituyen corrupción, como ocurrió con los morenistas Luis Guillermo Benítez Torres en Mazatlán y Jesús Estrada Ferreiro en Culiacán, lo dos sujetos a juicios por presuntos malos manejos de los erarios de las comunas.
De hecho, Observatorio Ciudadano Mazatlán avanzó en este modelo de “cuentas claras gobiernos confiables” durante la gestión del actual Alcalde, Edgar González Zataráin, logrando que todo aquello relacionado con la administración de recursos públicos sea pasado por los filtros de transparencia que establece la ley. A partir de allí emana el prototipo de lucha anticorrupción que todos los gobiernos, los municipales y el estatal, podrían implementar.
El 13 de mayo cerró el plazo para que decidieran si le entran o no a agenda de transparencia los candidatos a Alcalde de Mazatlán que son Estrella Palacios, del Movimiento Regeneración Nacional; Guillermo Romero, de Fuerza y Corazón por México; David Castro, del Partido Encuentro Social; María José Lerma, por el Partido del Trabajo, y Mylai Quintero, del Movimiento Ciudadano. OCM realizaba ayer los últimos acercamientos con los pretensos para proceder a informar quiénes lo tomaron y quiénes lo rechazaron.
A grosso modo, los nuevos 10 compromisos por la transparencia que son parte de la Agenda Ciudadana Anticorrupción 2024-2027, consisten en continuar y cumplir el plan hoy vigente 2023-2024 de rendición de cuentas; abrir un micrositio de consulta sobre las demandas legales que enfrenta o que implican al Ayuntamiento de Mazatlán; publicar la lista de proveedores que incumplen contratos de obra pública para evitar que se les adjudiquen más contratos; diseñar una herramienta para monitorear y vigilar adjudicaciones y contrataciones, para evitar el acaparamiento.
También se plantea innovar mecanismos para presentar denuncias internas, que protejan al denunciante; instrumentar más y nuevos mecanismos de participación ciudadana; realizar el monitoreo de cumplimiento al plan anual de obras públicas; establecer reglas de operación en programas sociales municipales; cumplir con el esquema 80-20 en compras públicas, 80 por ciento en licitaciones y 20 por ciento en otras modalidades, así como anexar estudios de mercado en todas las compras y servicios para garantizar que el Gobierno de Mazatlán adquiera las mejores opciones en calidad y precio.
Es verdad que OCM ha trabajado de manera intensa para que en Mazatlán permee la cultura por el uso honesto de presupuestos gubernamentales a través de métodos de transparencia e involucramiento social en el acceso a la información, pero si ya existe este modelo exitoso, el cual es un logro de Gustavo Rojo Navarro, director del órgano ciudadano, y del equipo calificado para escudriñar en los intersticios más lóbregos de las instituciones públicas que son los manejos financieros, valdría la pena hacerlo extensivo a los 20 municipios.
¿Cómo hacerle para que los demás candidatos a alcaldes hagan suya en el resto de los municipios la Agenda Ciudadana Anticorrupción 2024-2027? Ante la inexistencia de instancias cívicas que empujen en cada región estas prácticas de transparencia se ve difícil que suceda antes de la elección constitucional del 2 de junio, pero es factible que vigilantes que desde la sociedad civil desmenuzan la cosa pública, como es el caso de Iniciativa Sinaloa, centro ciudadano de investigación, coloquen el tema y concreten los 10 compromisos en el plano estatal.
No tendría que ser necesario que la ciudadanía obligue a los gobiernos municipales a ser transparentes, pues se trata de una obligación que deben asumir por Ley y echar mano de los instrumentos y normas de que disponen los sistemas anticorrupción nacional y estatal. Y que los sujetos obligados dejaran de considerar a los órganos no gubernamentales como actores que los incomodan, pues en Mazatlán queda demostrado que funciona la coadyuvancia entre los dos entes y da buenos resultados.
Pues ojalá que las o los que resulten electos como alcaldes dejen de tenerle tanto apego a la opacidad y empiecen a mostrar voluntad por la transparencia.
Un buen análisis de conciencia,
Desde su papel de candidatos,
Les hará ver que la transparencia,
Saca a relucir sus recatos.
Restablecido el sistema de candidaturas dobles en las elecciones municipales, por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, queda restituido en Sinaloa ese modo de partidos y pretensos dominados por el temor a que los ciudadanos no les den el voto y los dejen sin cotos de poder. Son los que acaparan posiciones de elección popular al sentirse derrotados mucho antes de que caiga el primer voto en las casillas y por ello defienden migajas del servicio público reservadas para la indigencia política.