Otra oportunidad para salvaguardar la vida marina

    Del 15 al 26 de agosto de este año, delegaciones de los países miembros de la ONU se están reuniendo en Nueva York para continuar las negociaciones en torno a un Tratado Global de los Océanos. Esta reunión, conocida como la IGC5 (Quinta Conferencia Intergubernamental), busca la creación de un tratado que regule las aguas internacionales, es decir, aquellas que están fuera de la jurisdicción nacional de cualquier país, y que mejore la gobernanza oceánica global actual caracterizada por su fragmentación y disfuncionalidad.

    El objetivo principal es que a través de dicho tratado pueda crearse una red de santuarios marinos que proteja al alta mar de amenazas y actividades humanas dañinas como la pesca industrial, la contaminación por plásticos, la minería en aguas profundas, el cambio climático y la explotación petrolera. Desde la sociedad civil hemos buscado desde hace varios años que a través de este instrumento jurídico se logre alcanzar el objetivo 30×30, que implica la protección de al menos el 30 por ciento de los océanos para 2030, lo mínimo recomendado por la comunidad científica como lo necesario para que los océanos y su biodiversidad puedan recuperarse.

    Cuarenta y nueve países ya se han comprometido a alcanzar este tratado este año mediante la conformación de la Coalición de Alta Ambición sobre la Biodiversidad más allá de la jurisdicción Nacional, de la cual forma parte México. Debido a que ya estamos en la segunda mitad del año, la IGC5 sería la última oportunidad que se tiene para cerrar este Tratado en 2022 y para que los gobiernos muestren su interés real por consolidar este proceso más allá de las palabras.

    ¿Por qué es importante consolidar este tratado? El alta mar comprende el 61 por ciento del área de los océanos del mundo, cubren el 43 por ciento de la superficie de la Tierra y nos proveen de servicios ecosistémicos esenciales para la vida en el planeta y para los seres humanos, desde la generación de oxígeno y la regulación del clima hasta el sustento alimenticio de millones de personas. Asimismo, los océanos globales albergan una amplia biodiversidad como especies nómadas que van desde ballenas, elefantes marinos, atunes, peces vela, tiburones, tortugas, pingüinos y albatros.

    Por esto y más, es esencial que los gobiernos del mundo, incluido el de nuestro país, llegue a Nueva York con una representación de alto nivel que favorezca la consolidación de un tratado realmente ambicioso que ponga freno a industrias extractivas, como la pesca industrial, que están acabando con los océanos y que los han llevado a la crisis en la que se hallan ahora. Esperamos que la delegación que nos representará en esta conferencia lleve la ambición que necesitan los océanos y la vida marina.