Migrantes en México: movimiento es vida, o por lo menos se intenta

    Los migrantes que cruzan el territorio mexicano están expuestos a la violencia que ejercen las autoridades, aun cuando ingresar de manera irregular al País no es un delito, sino una falta administrativa; también son presa del crimen organizado y son objeto de discriminación y agresiones de parte de la ciudadanía.

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    Movimiento es vida es una frase de la película “Guerra Mundial Z”, de 2013. En la escena en la que se menciona, el protagonista señala que, en los lugares peligrosos, las personas que se movían eran las que tenían oportunidad de sobrevivir. Aun cuando el contexto de este metraje trata de miles de zombis que amenazan al mundo, la realidad que involucra la idea de que moverse en busca de mejores condiciones de vida ha acompañado a la humanidad desde que ésta existe.

    Es importante entender que nadie que se encuentre cómodo, seguro y que tenga oportunidades para salir adelante, desarrollarse y criar a sus hijos dejaría ese lugar por la incertidumbre de un país desconocido. En México conocemos muy bien ese sentimiento de nostalgia por nuestra tierra, solo superado por la necesidad de buscar mejores oportunidades. La Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación señala que la diáspora mexicana es la segunda más grande del mundo (solo superada por la de la India), con 13 millones de personas migran­tes, de las cuales 11 millones se encuentran en Estados Unidos (2017).

    Dicho esto, se esperaría que la población y las autoridades mexicanas fueran más empáticas a la migración, en línea con los discursos de solidaridad y respeto a los derechos humanos de los migrantes mexicanos. No obstante, la crisis ocasionada por el tránsito masivo de migrantes provenientes de países de Centro y Sudamérica, así como de otras nacionalidades, ha evidenciado la falta de una política migratoria humana, de protocolos de atención y en general, de voluntad por proteger la vida y la integridad física de quienes entran al país en su búsqueda de mejores oportunidades.

    Según el Servicio Nacional de Migración de Panamá, en 2023 se ha registrado una cifra récord de personas migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién desde Colombia. Al 23 de septiembre, fueron más de 390 mil. Solo en agosto, 82 mil personas migrantes (la mayor cifra mensual registrada hasta el momento) cruzaron por la selva. La mayor parte de esas personas migrantes son de Venezuela, Ecuador y Haití.

    Cruzar el Darién es uno de los desafíos a los que se enfrentan los migrantes provenientes de Sudamérica. Muchos de ellos se preparan mental y físicamente para soportar las caminatas, el clima y los peligros que implica pernoctar en la selva. Sin embargo, la mayoría de quienes superaron ese reto atinan a decir que cruzar el territorio mexicano es más duro y más difícil, ya que además de las características geográficas del país hay que lidiar con la corrupción, la delincuencia, la discriminación y la violencia.

    De enero a septiembre de 2023, Causa en Común ha documentado al menos 68 casos de violencia contra migrantes, con alrededor de 4 mil víctimas. La mayoría de estos eventos están relacionados con el tráfico ilícito de personas, secuestro y privación de la libertad de un gran número de personas. El seguimiento de estos casos es a través de medios de comunicación locales, ya que las estadísticas oficiales solo registran el total de delitos contra la Ley Nacional de Migración, que es materia del fuero federal y que de enero a agosto de 2023 reporta 645 casos registrados en carpetas de investigación.

    Dentro de los actos violentos contra migrantes más recientes hay que destacar el caso de las 39 personas muertas y 27 más heridas en el incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, ocurrido a finales del mes de marzo de 2023. La escena de los cuerpos recuperados y colocados al exterior del inmueble es la postal que exhibe la indolencia de los funcionarios, la incapacidad de las instituciones y la negación del gobierno federal sobre el tamaño y la complejidad de esta crisis.

    Sobra decir que no es el único ejemplo de esas dimensiones. Entre los casos más cruentos están la masacre de 17 migrantes extranjeros y 2 mexicanos en Santa Anita, Tamaulipas, en enero de 2021, por la cual se declaró la culpabilidad de 12 policías estatales recientemente; y el asesinato de 72 migrantes en San Fernando, también en Tamaulipas, en agosto de 2010, presuntamente por narcotraficantes que operan en esa zona.

    Los migrantes que cruzan el territorio mexicano están expuestos a la violencia que ejercen las autoridades, aun cuando ingresar de manera irregular al país no es un delito, sino una falta administrativa; también son presa del crimen organizado que igualmente los extorsiona como los secuestra, recluta de manera forzada o los desaparece, y en el menos terrible de los escenarios, son objeto de discriminación y agresiones de parte de la ciudadanía. Bajo esa premisa, es entendible que los migrantes sientan mayor temor a cruzar el territorio mexicano que El Darién, y aún con ello, lo intentan.

    Hay que decir que esta crisis no es exclusiva de México ni corresponde solo a nuestro país atenderla. No hay nación en el planeta que pueda afrontar sola los retos de lidiar con las problemáticas internas y brindar alternativas dignas a aquellos que buscan un mejor futuro que el que ofrece su país. El 9 de octubre Causa en Común participará del Dialogo Constructivo de Naciones Unidas sobre Tráfico de Migrantes, con representantes de los gobiernos y organizaciones civiles de todo el mundo. Esperemos escuchar de buenas prácticas y escenarios promisorios que nos den alternativas para abordar la crisis y recordar que movimiento es vida, o por lo menos se intenta que así sea.

    La autora es Nancy Angélica Canjura Luna (@canjural), politóloga con maestría en Gobierno y Asuntos Públicos. Especialista en seguridad, políticas públicas y género. Es investigadora de Causa en Común.

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    Nancy Angélica Canjura Luna / Causa en Común

    Politóloga investigadora de @causaencomun

    @canjural

    Animal Político / @Pajaropolitico