México está viviendo tiempos difíciles, tiempos inéditos y de confusión, que pareciera no se encuentran salidas dignas y prontas, ni por nuestros gobernantes que debieran ser los líderes, ni por los dirigentes sociales y de la economía, pues unos y otros están más ocupados en salir lo mejor librados posible o en sus constantes enfrentamientos. Véase pues:
1. Un gobierno en fase terminal que pretende heredar por contagio sus políticas, programas, leyes, decisiones, fobias y resentimientos. Un gobierno que se ha caracterizado por enfrentarse a casi todos, por todo y con todo, llámese Iniciativa Privada, medios de comunicación, Oposición política, organizaciones ciudadanas independientes, poder judicial, etc.
Los temas en conflicto son múltiples, desde “cobrar facturas” anteriores, por expresarse contra el Gobierno y contra el Presidente, por oponerse a las leyes y organismos que no permiten al Ejecutivo actuar sin contrapesos, porque el Ejecutivo dispone de los recursos que los gobiernos liberales tenían “almacenados”, o bien porque no se quiere otorgar la obra pública a las constructoras privadas por “corruptas” y se las concede al Ejército, al que también se le están encargando concesiones aduanales, aeroportuarias, de vigilancia y de servicios públicos, etc.
2. Sin embargo no se está contra todos, porque se favorece a muchos:
- Al Ejército, como ya se ha dicho, no sólo con obras y concesiones sino con un amplio presupuesto, ascensos, salarios y prestaciones.
- Al narcotráfico y carteles, favorecidos con la política de “abrazos no balazos”, para que actuaran a sus anchas en el tráfico y producción de drogas, lavado de dinero, asesinatos, extorsiones, desapariciones, control de territorio, huachicol de combustible e intervención en elecciones.
- A los hijos del Presidente, evidenciados en múltiples ocasiones en actividades notoriamente irregulares, a quienes nadie se ha atrevido a investigar. Se ha acusado a los hijos del Presidente de recibir contratos de obra pública y servicios, a través de algunas de sus empresas, que tampoco se ha investigado y mucho menos sancionado.
- Favorece, controla y se aprovecha de su mayoría en el Congreso para que se aprueben leyes de nivel constitucional que debilitan a los poderes Judicial y Legislativo y empoderan y sobrepoderan al Ejecutivo y debilitan o eliminan las organizaciones ciudadanas, contrapeso de los excesos gubernamentales.
- Ha logrado este gobierno el apoyo total e irrestricto de adultos mayores, estudiantes, personas con discapacidad, desocupados y amas de casas, otorgándoles generosos apoyos presupuestales, aprovechándose de esto para lograr que voten a favor de su candidata.
- Y lo que no ha logrado con recursos presupuestarios, lo logra con el miedo: miedo a perder el empleo, la beca, la pensión o tal vez a sufrir algún percance como el periodista Loret de Mola.
En fin, el País se antoja dividido y un país fraccionado no es que valga por dos sino que al contrario, vale cero porque las partes se bloquean o se neutralizan y el resultado es retroceso socioeconómico.
3. El otro escollo de la encrucijada es la problemática externa, desde la coincidencia con las elecciones en Estados Unidos, con un Trump que enarbola la bandera, muy aceptada por cierto, de “meter orden en México” en cuanto a los cárteles y la emigración incluyendo la de mexicanos.
Un Biden que, acorralado por Trump, también está reaccionando contra México, lo cual parece ser aceptado por la nueva candidata Kamala Harris; el gobierno norteamericano ya actuó al aprender o aceptar se entregue el capo “Mayo” Zambada y el hijo de “El Chapo” Guzmán, sin siquiera informarle al Presidente López Obrador.
En Estados Unidos se da mucho valor a las declaraciones y denuncias de los delincuentes en juicio, por lo que es de esperarse muchas noticias al respecto.
El otro elemento de desencuentro entre México y Estados Unidos es el problemón de la emigración de centro y sudamericanos que por millones cruzan incontrolables por el territorio nacional, además de los miles de mexicanos que también están cruzando la frontera en busca de mejores condiciones de vida. De todo esto se culpa a México y su gobierno.
Y no digamos los problemas que suscitan las dos guerras internacionales, y los desplantes del gobierno mexicano con sus apoyos a Maduro, Putin y otros, así como los problemas que está pasando la economía internacional que afectan al peso y la bolsa mexicanas.
Se requieren líderes que verdaderamente sepan qué hacer.
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