El viernes 26 de agosto ocurrió algo que para muchos pasó desapercibido pero que es de suma importancia. Algo que en Palacio Nacional, distraídos con la sucesión presidencial, querían evitar a cualquier precio: Pío López Obrador, hermano del Presidente, entregó al INE la carpeta de investigación abierta en su contra por la Fiscalía General de la República, en la cual se investiga el dinero ilegal recibido durante la última campaña presidencial de AMLO.
¿Por qué es importante que el INE la tenga en su poder?
Porque ahora tiene en sus manos todos los elementos de prueba disponibles para investigar, evaluar y dictaminar sobre el innegable caso de corrupción en el que se ha hundido lentamente, como en arenas movedizas, Pío López Obrador, arrastrando con él a su hermano Andrés Manuel, a la familia presidencial y a la investidura que tanto dice cuidar AMLO y que, hoy por hoy, está salpicada por recursos ilegales entregados a Pío por parte de David León Romero, personaje central en este entramado de corrupción y cercano entonces a AMLO.
¿Por qué Pío López Obrador entregó este delicado material al INE, contradiciendo las órdenes salidas de Palacio Nacional de que no lo hiciera?
Porque Pío está desesperado, siente que su hermano el Presidente lo está abandonando y por ello le ha confiado a algunos cercanos su sentimiento hacia Andrés Manuel, un hombre acostumbrado a traicionar: “Me está dejando morir solo...”. Es decir: AMLO pretende -por lo dicho por Pío-, que su consanguíneo asuma todos los costos judiciales, políticos y personales tras haber recibido dinero ilegal, tal como el periodista Carlos Loret de Mola lo exhibió en video en agosto de 2020. “Es para mi hermano (el dinero)...”, justificó Pío, refiriéndose a Andrés Manuel.
Y precisamente por esa desesperación cercana a la traición de su propio hermano, fue que Pío López Obrador instruyó el pasado 12 de agosto a su abogado Pablo Hernández Romo-Valencia, que presentara ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FEDE), un escrito mediante el cual le pide al Agente del MP, Héctor Sánchez Zaldívar, que llame a declarar al Presidente de la República para que aclare procedencia y uso de los dineros que Pío recibió por parte de León Romero en 2015, durante las actividades de campaña encabezadas por AMLO.
Empero, la FEDE está presidida por un lacayo de AMLO: José Agustín Ortiz Pinchetti, quien de plano ha rechazado activar esta petición de mandar llamar a declarar a Andrés Manuel López Obrador y ha entorpecido la información que, por Ley, debería entregar a los órganos electorales correspondientes.
“Hermano, hermano... (Andrés Manuel) lo sabe perfectamente bien (respecto a los apoyos financieros ilegales recibidos). Además ya mandé yo mensajes”, se escucha decir a Pío a León Romero durante aquél video.
En esa ocasión, en Chiapas, León Romero le entregó a Pío López Obrador alrededor de 90 mil dólares, equivalentes a 2 millones de pesos. León llevaba año y medio realizando dichos pagos ilegales, etiquetados por AMLO como “aportaciones al movimiento”.
Al discurrir de los meses, Pío López Obrador le hizo llegar mensajes a su hermano Andrés Manuel para que le ayudara a aclarar y limpiar este asunto, sobre todo después de que el PAN presentó otra denuncia ante la Fiscalía Electoral para que se investiguen los dineros ilegales recibidos por Pío en nombre de su hermano.
Sin embargo, Andrés Manuel se niega a recibir a su hermano Pío, quien, de la noche a la mañana, quedó etiquetado como delincuente electoral y pasó a formar parte de la deshonrosa lista de recaudadores de dinero de AMLO que incluye a personajes desprestigiados como René Bejarano y Carlos Ímaz, ex esposo de Claudia Sheinbaum.
Pío quedó, entonces, en una situación incómoda. “No hagas ruido”, le dijeron desde el Gobierno. Pero Pío no obedeció. Aún más: decidió pasar a la ofensiva legal y mediática con una carta poderosa que traía bajo la manga: pedir oficialmente la comparecencia pública de su hermano, el Presidente de México, para que aclare todo lo relacionado con esos dineros ilegales. A final de cuentas, como señaló en su momento el propio Pío, el dinero “es para mi hermano”.
La insólita petición de Pío realizada el pasado 12 de agosto, tomó con la guardia baja a Palacio Nacional. Fue un golpe directo asestado desde adentro, desde la propia familia de AMLO, lo cual hizo enfurecer al Presidente debido también a que como segundo paso, su hermano le estaba poniendo en bandeja de plata al INE parque suficiente para debilitar al cada vez más desgastado y apagado discurso anticorrupción proclamado por Andrés Manuel.
¿La prueba?
El domingo pasado, en su encuesta semanal, Consulta Mitofsky, encabezada por Roy Campos, reveló un dato impactante: el ¡77.4 por ciento de los mexicanos considera que en el Gobierno de López Obrador hay mucha corrupción! Casi nada.
Y ya sabemos, igualmente, que AMLO quiere debilitar o desaparecer al INE para tener vía libre en 2024 y así robarse la elección presidencial. Por eso ataca un día sí y otro también al Instituto Electoral y ahora, vaya paradoja: su propio hermano lo ha empinado ante el INE al entregarle, como segunda parte de su estrategia de defensa, nada menos que copia de la carpeta de investigación abierta contra Pío por parte de la FGR.
Nadie como la familia para romperte la madre.
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Andrés Manuel enfurece ante la ofensiva lanzada por su hermano Pío, quien pasando por encima de cualquier cosa, incluida la investidura presidencial, pretende limpiar su nombre.
Pío se siente traicionado por AMLO. Lo deja morir solo.
Traiciones de sangre estilo Tabasco.