Ya se va el Presidente López Obrador y pareciera que su herencia es aquella del típico refrán del ranchero mexicano, “el que viene atrás que arree”, porque está dejando varias “mechas encendidas” y “escopetas cargadas y amartilladas” que, por cierto, muchos ciudadanos creen que son problemas a resolver por el próximo gobierno, pero están equivocados, porque son problemas que ha de resolver la sociedad toda, ciudadanos, organizaciones sociales y Gobierno, porque las consecuencias negativas (ojalá hubiese algunas consecuencias positivas) las vamos a sufrir todos los mexicanos desde hoy y en el futuro.
Estos problemas son para el pueblo que trabaja, para el pueblo pensante y para el pueblo indiferente, para el pueblo que sólo piensa en su pensión, para los ciudadanos cómplices y desde luego para los dirigentes sociales, políticos y económicos; véanse sólo algunos de esos problemas:
1. ¿Qué se va a hacer y cómo se va a manejar al Ejército y a sus múltiples generales en sus nuevos y diversos papeles, con un amplio presupuesto, con áreas económicas a su cargo, con su presencia armada en fronteras, puertos, aeropuertos, ciudades, construcciones y empresas públicas? El Ejército es ahora un factor muy actuante en el País y con posibilidades de acceder también al poder político.
La pregunta es: ¿ya no habrá marcha atrás?
2. ¿Qué se va a hacer con el deterioro del sistema educativo?
No sólo por la falta de escuelas, su falta de mantenimiento y de equipamiento, sino por el retraso técnico y tecnológico de maestros y alumnos ante el abrumador avance de los nuevos conocimientos y también ante la nueva orientación que se está imponiendo, según el nuevo plan de estudios y los libros de texto, con una nueva idiosincrasia en contra de la propiedad privada y de la economía privada, contra la competencia, la productividad y la actualización del conocimiento y la ciencia. Igualmente por la nueva concepción del papel del gobierno como ente centralizador político y económico, con amplísimas facultades legales y autoritarias, que pone, propone y dispone sin consultar ni tomar en cuenta formalmente a la sociedad y que simula “consultas a mano alzada” con algunos de sus propios seguidores, decidiendo unilateralmente asuntos que inciden en todos los mexicanos.
En esto, ¿tampoco habrá marcha atrás?
3. ¿Qué se va a hacer con la nueva concepción de la economía nacional?:
- Con la centralización de la economía en el Gobierno.
- Con el control fiscal de la empresa privada como generadora de empleos, de ingresos y de impuestos para el Estado.
- ¿Qué tanto afectará todo esto al Tratado de Libre Comercio y a las relaciones con Estados Unidos, nuestro muy principal socio comercial?
4. ¿Cómo se va a manejar el problema de los carteles y del narcotráfico, cuyas drogas se originan o transitan por el territorio nacional rumbo a Estados Unidos?
5. ¿Cómo se va a manejar y controlar la provocada migración de extranjeros que por millares cruzan el territorio nacional, muchos de los cuales son rechazados por el país del norte y nos los devuelven para que México los mantenga, los repatrie o los asile en el país?
6. ¿Cómo se va a manejar la propia migración de los miles de mexicanos que también emigran a Norteamérica en busca de un mejor empleo y de un mejor futuro? Lo irónico es que estamos “expulsando” mexicanos y nos estamos quedando con migrantes extranjeros.
El riesgo es que estos asuntos se están incrementando y están llegando al punto de “no regreso”.
7. ¿Cómo se puede gobernar bien un país tan dividido cuyos actores políticos, sociales y económicos aparecen en franca y constante pugna?:
- Gobierno contra medios de comunicación, reporteros, comentaristas y empresarios.
- Gobierno contra la Iniciativa Privada empresarial y la “aspiracionista” clase media.
- Gobierno contra investigadores y científicos que prefieren emigrar con todos sus conocimientos.
- Gobierno que no respeta las reglas del juego, interpretando leyes a su conveniencia y antojo.
- Gobierno que provoca un desorden jurídico, alterando la Constitución contra la propia Constitución.
- Poder Ejecutivo controlando a placer al Poder Legislativo.
- Poder Legislativo dócil y entregado al Poder Ejecutivo.
- Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial.
- Un Poder Judicial enfrentándose al Poder Ejecutivo y al Legislativo.
Ante todo esto, que parece y es muy negativo, sólo lo puede modificar y resolver la propia sociedad que, en última instancia, es la verdaderamente afectada.
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