La tenacidad de una mujer

    Procreando numerosos hijos, cocinando, atendiendo un restaurante, administrando, asumiendo riesgos, participando como empresaria y en innumerables asociaciones civiles y religiosas, capitalizó la incipiente comercialización ganadera que su primogénito, Jesús catapultó, industrializó y lidera de manera exitosa sin perder sus activos originales: filantropía, interés social, caridad y bienestar comunitario... ¡Descanse en paz, doña María Calderón López de Vizcarra!

    La proverbial sabiduría subraya que el éxito de un gran hombre está signado por el amor, talento, administración, entereza, compañía, visión, fortaleza y decisión de una gran mujer.

    Claramente lo rubrica el capítulo 31 del libro de Proverbios: “Una mujer completa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas... Se busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes. Es como nave de mercader que de lejos trae su provisión. Se levanta cuando aún es de noche, da de comer a sus domésticos y órdenes a su servidumbre. Hace cálculos sobre un campo y lo compra; con el fruto de sus manos planta una viña... Siente que va bien su trabajo, no se apaga por la noche su lámpara. Echa mano a la rueca, sus palmas toman el huso. Alarga su palma al desvalido, y tiende sus manos al pobre... Está atenta a la marcha de su casa, y no come pan de ociosidad. Se levantan sus hijos y la llaman dichosa; su marido, y hace su elogio: ‘¡Muchas mujeres hicieron proezas, pero tú las superas a todas!’”.

    Sí, una humilde mujer nacida en el pequeño poblado de Las Higueritas, Tamazula, Durango, y avecindada tempranamente en Culiacán, tuvo la tenacidad, valentía y determinación necesarias para romper esquemas y paradigmas e iniciar una numerosa familia al lado de Chabelo, su hombre amado, venciendo esquemas, costumbres, tradiciones y mentalidades.

    Procreando numerosos hijos, cocinando, atendiendo un restaurante, administrando, asumiendo riesgos, participando como empresaria y en innumerables asociaciones civiles y religiosas, capitalizó la incipiente comercialización ganadera que su primogénito, Jesús, catapultó, industrializó y lidera de manera exitosa sin perder sus activos originales: filantropía, interés social, caridad y bienestar comunitario.

    ¡Descanse en paz, doña María Calderón López de Vizcarra!

    ¿Valoro la contribución de la mujer?

    -

    rfonseca@noroeste.com

    rodifo54@hotmail.com

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!