La designación por parte del Senado de la República de Rosario Piedra como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para un nuevo período confirma que a este gobierno no le interesan los acuerdos o los acercamientos con otra fuerza política que no sean ellos mismos. Sólo son capaces de verse frente a su espejo, las ventanas no existen.
Llama la atención que justamente la aspirante peor evaluada de todos cuantos se inscribieron fuera la que recibiera el nombramiento. Se optó por la opción más costosa. Tampoco su gestión en su primer período al frente de la CNDH se recordará por haber enarbolado las causas de las víctimas. Malos años se vienen para la protección de los derechos humanos.
Me sigue costando trabajo entender la vorágine destructora de instituciones, la alergia a los contrapesos, a los órganos autónomos, la obsesión por derruir puentes de comunicación con actores de la sociedad que piensan distinto.
Ello parece confirmar dos cosas peligrosas, la primera es que el oficialismo ha interiorizado la ilusión óptica de la sobrerrepresentación y asume que son depositarios de la voluntad casi unánime del electorado cuando la realidad es que, siendo sin duda la oferta política ganadora, sólo lo es con un poco más del 50 por ciento de los votantes.
La segunda es que han adoptado un estilo de gobierno que ha renunciado a la búsqueda de la legitimidad. No parece interesarles convencer o buscar nuevas adhesiones, con la obediencia que obtienen de los suyos les basta. No ganan los debates, no les interesa la deliberación, no son cuidadosos de las formas, arrollan en las votaciones, ejercen sin pudor una mayoría absoluta ilegítima.
Sin duda, a muchos nos está costando trabajo adaptarnos a los nuevos tiempos políticos. No es sencillo que prevalezca el diálogo en el nuevo estilo de gobernar. Y esa manera de entender la política, sin diálogo ni deliberación, sin duda nos encamina, a paso veloz, a la autocracia.
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El autor es consultor internacional en materia electoral
@rodmoralmanz
Animal Político / @Pajaropolitico