¿La década de México?

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    En este primer trimestre México exportó un monto récord a EU. Las ventas crecieron un 8.7 por ciento para un total de 115,494 millones de dólares, según cifras del Departamento de Comercio de EU; las importaciones crecieron 6.9 por ciento en el trimestre, otro récord de 81,168 millones de dólares, obteniendo así un superávit comercial de 34 mil 325 millones de dólares y ya es México el primer socio comercial de EU, pues el monto acumulado de exportaciones más importaciones fue de 196 mil 662 millones de dólares; Canadá está en segundo lugar y China en tercero.

    Diversos inversionistas, economistas y columnistas han considerado que se están dando las circunstancias favorables para que esta sea “la década de México”, para que el país dé el salto definitivo hacia su desarrollo y no precisamente porque se estén aplicando buenas políticas económicas por el actual gobierno, sino a pesar de las dificultades y mensajes contra la economía empresarial “neoliberal” en México.

    1. En primer lugar, es cierto que están llegando inversiones extranjeras directas e indirectas, es decir inversiones en la Bolsa Mexicana de Valores e inversiones para la creación y para el crecimiento de las empresas. La inversión de Tesla en miles de millones de dólares en Nuevo León, está atrayendo nuevas inversiones en diferentes áreas de producción. Según el director general de Bancomer en México, Eduardo Osuna, “se requiere un trabajo a tope de los tres niveles de gobierno y de la iniciativa privada”. Además, según Julio Carranza, presidente del Consejo de Administración de Bancoppel, “En 2022 tuvimos una inversión extranjera directa (IED) récord, y se va a romper nuevamente en 2023”. “En el 2022 se recibieron 32 mil millones de dólares en IED y en 2023 pudieran esperarse 40 mil millones de dólares” (nota en El Universal del 13 de marzo).

    2. En su columna Benchmark de Jorge A. Meléndez Ruiz en Reforma del 23 de mayo, expone que “Esta podría ser la década de México. La oportunidad es descomunal”. El fenómeno del nearshoring, es decir la cercanía de México con “la cuarta parte del PIB mundial, Estados Unidos” y el TMEC, han impulsado una IED sin precedentes y no precisamente gracias a la 4T, sino por las grandes oportunidades empresariales ante el mercado estadounidense ya que, según comentó a Meléndez un empresario mexicano, “... las grandes empresas del mundo no ven las politiquerías que nos agobian, ven la oportunidad de surtir al mercado más grande del mundo”. Lo anterior se facilita aún más por la baja en las importaciones procedentes de China y por la disminución en el crecimiento del país asiático. Todo se está poniendo a favor de México.

    3. Este panorama del nearshoring lo considera Bob Sternfels de Global Managing Partner de Mckinsey and Company, como “una oportunidad descomunal para el país” (en Reforma del 17 de mayo). “México puede ser un conector en una época donde el mundo se está desmembrando. Si ya se tiene el conector con Estados Unidos... las compañías mexicanas... podrían impulsar el crecimiento al norte y al sur”. Es la oportunidad de México para unir a EU con América Latina e impulsar el crecimiento de toda la región”.

    En este primer trimestre México exportó un monto récord a EU. Las ventas crecieron un 8.7 por ciento para un total de 115,494 millones de dólares, según cifras del Departamento de Comercio de EU; las importaciones crecieron 6.9 por ciento en el trimestre, otro récord de 81,168 millones de dólares, obteniendo así un superávit comercial de 34 mil 325 millones de dólares y ya es México el primer socio comercial de EU, pues el monto acumulado de exportaciones más importaciones fue de 196 mil 662 millones de dólares; Canadá está en segundo lugar y China en tercero.

    Este comercio bilateral lo ven y lo envidian los inversionistas de otros países y lo consideran un área de oportunidad para sus inversiones.

    4. Otra coyuntura que también induce a los inversionistas del mundo hacia México, es el de las nuevas tecnologías. Las inversiones en las energías verdes es toda una posibilidad muy conveniente para proveer a las nuevas empresas que se están creando; la industria aeroespacial estaría por detonarse pues es mucho más económico establecer este tipo de empresas en México y aprovechar la cercanía con EU; está también la oportunidad de “la inteligencia artificial” que según Bob Sternfels se aprovecha para “...buscar datos, brindar síntesis, responder preguntas de los clientes...”, y ante la inquietud “del analista del futuro” de perder su empleo, le responde Sternfels que “habría que pasar de un empleo de responder preguntas a otro de hacer preguntas, de impulsar el cambio y darle a las cosas mayor valor agregado”. Ahí está también toda el área de Internet y las telecomunicaciones, indispensables para las empresas cuyos directivos deben tomar decisiones en segundos. La comunicación de las empresas con sus clientes y el conocimiento de la competencia debe ser rápida y sin interferencias.

    Esto sería sólo una parte del futuro probable para México, siempre y cuando superemos nuestras debilidades y nuestras divisiones internas, históricas y políticas.