Jesús Estrada no tiene quien lo defienda
Sólo AMLO puede evitar el juicio político

OBSERVATORIO
16/03/2022 04:17
    Quien está a cargo del gobierno de Culiacán desafía a los poderes legítimos, tanto que ya la resistencia dejó de ser el chascarrillo para reír y escaló a un problema de confrontación abierta cuyo objetivo consiste en exhibir al Gobernador y diputados en debilidad política, sin los arrestos para ajustar al orden a autoridades del mismo signo partidista. La voluntad de Rocha por llevar la fiesta en paz y sacar a los alcaldes de cuanto lío generan, es interpretada por Estrada como señal de raquitismo institucional.

    Demasiadas manos están empujando al Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, el hijo desobediente del Movimiento Regeneración Nacional, para que vaya a juicio político y responda por un cúmulo de delitos, rabietas y rebeldías que cada vez más propician la atmósfera de ingobernabilidad en el municipio central. Además, a Morena y su Gobernador Rubén Rocha Moya les urge una “cabeza” colgada en la plaza como escarmiento a quienes insisten en dividir a Sinaloa en varias parcelitas de poder.

    Al partido de la Cuarta Transformación le hace falta la logística local para plantearse compacto y apegado al gobierno que Andrés Manuel López Obrador preside en México y Rubén Rocha en Sinaloa. Cuidado con creer que esto es el planteamiento de volver a la abyección crónica de los regímenes priistas; lo que se razona aquí tiene que ver con el desmembramiento de Sinaloa en varias comarcas autónomas, disputándole el control a quien por mandato popular lleva las riendas de todo el estado.

    Se trata de tomar decisiones para la integridad gubernativa porque si Rocha está apenas en el primer año del sexenio que constitucionalmente le corresponde gobernar, y los presidentes municipales inician el trienio, el segundo en el caso de Estrada, es el momento donde mucho importa sentar precedentes de coordinación con el Ejecutivo Estatal y obediencia a lo que legisle el Congreso del Estado.

    En tantas décadas que el Partido Revolucionario Institucional desempeñó el poder en Sinaloa la insurrección de los alcaldes no se dio como sucede ahora, ni siquiera con ediles emanados de la oposición. En cambio, en la era de Morena lo hizo Manuel Guillermo Chapman de 2019 a 2021 al comportarse aislado de la 4T, en abierta rebeldía contra sus correligionarios, el Congreso y fortaleciendo un cacicazgo en Ahome, tan desastroso como insumiso. Y lo hacen Luis Guillermo Benítez en Mazatlán y Estrada Ferreiro en Culiacán, nomás por medir sus insignificancias de cara a la lejana coyuntura electoral de 2027.

    Pero es Estrada el que va a pasos agigantados rumbo al juicio político. No tanto por las 10 mil firmas que recabó el Colectivo Pueblo Unido de Culiacán ni por la sandez de convertir en controversia constitucional todo aquello que el Legislativo lo mandata a cumplir. Ni siquiera por llenarle el zapato de piedritas al Gobernador. Es el Alcalde, él solito, el que se da impulso hacia la aplicación del título sexto de la Constitución de Sinaloa.

    Quien está a cargo del gobierno de Culiacán desafía a los poderes legítimos, tanto que ya la resistencia dejó de ser el chascarrillo para reír y escaló a un problema de confrontación abierta cuyo objetivo consiste en exhibir al Gobernador y diputados en debilidad política, sin los arrestos para ajustar al orden a autoridades del mismo signo partidista. La voluntad de Rocha por llevar la fiesta en paz y sacar a los alcaldes de cuanto lío generan, es interpretada por Estrada como señal de raquitismo institucional.

    Por eso, más allá de lo que se fragüe en el despacho del Gobernador o en la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado que preside Feliciano Castro Meléndrez, hay segmentos ciudadanos unificados en torno a la causa de que alguien le ponga alto a Estrada Ferreiro y es el Legislativo el único con atribuciones para hacer valer el artículo 134 que determina que “el Congreso del Estado, por mayoría de los diputados presentes y erigidos en Jurado de Acusación, resolverá si ha lugar, o no, a formular acusación. Si procediere presentar ésta, el servidor público quedará separado de su cargo”.

    Muchos lo están pidiendo a gritos y detrás de ellos el Alcalde procede a descalificarlos. Alguien que ya ocupó el mismo cargo, Sergio Torres Félix, se pronunció el 8 de marzo para que a Estrada Ferreiro alguien le ponga un alto por sus ataques a mujeres, adultos mayores, viudas de policías fallecidos, periodistas, medios de comunicación, derechos humanos y poderes Legislativo y Ejecutivo. “Es un Gabino Barrera que no entiende razones”, dijo al referirse al edil en funciones.

    Conjuntadas todas las voces que demandan finiquitar la negra noche del estradismo, acopiados el total los delitos y ultrajes cometidos, armonizadas las facultades del Gobierno y Congreso, el único empujón que falta es del Presidente Andrés Manuel López Obrador para que sea corregido el accidente político donde el tsunami amloísta arrastró dos veces a Estrada Ferreiro hasta el Palacio Municipal, poniendo el nombre de Culiacán en boca de todos por ese modo que atropella a los ciudadanos y pisotea la ley.

    Ya casi. Y más poco falta si el abogado metido al servicio público, que por su propio gusto va al paredón político, se empecina en ser él mismo el que se sacrifique porque sus ínfulas le exigen y sus asesores le aconsejan que antes depuesto del cargo que mostrarse humilde ante los culiacanenses y los tres poderes de Sinaloa.

    Reverso

    Como no entendió razones,

    Picoteado va a resultar,

    Por torear más escorpiones,

    Que aquellos que podía matar.

    Regreso incómodo

    Desde que desocupó Rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa en junio de 2021, el nombre de Juan Eulogio Guerra Liera desapareció de la agenda política y social hasta que volvió a los titulares de los medios de comunicación cuando el Gobernador Rubén Rocha Moya dio a conocer que durante el período de aquél la UAS generó una deuda con el Sistema de Administración Tributaria que hoy rebasa los 2 mil millones de pesos. Y todo indica que este tema no quedará allí, en la nada, sino que escalará a mayores consecuencias en las próximas semanas.