Imelda Castro, otro paso a Gobernadora
El futuro de Sheinbaum y de la Senadora

OBSERVATORIO
12/09/2023 04:03
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    La realidad es que si hoy tuviera que decidirse la carta de Morena a la titularidad del Ejecutivo estatal, Imelda Castro las lleva todas de ganar. Tiene cercanía ideológica con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es el Gobernador quien la ha proyectado para que lo releve en el cargo, por mucho es la política sinaloense con mayor realce en escenarios nacionales y locales, y la que le ha dado varias vueltas al territorio de los once ríos desde que en 2018 accedió al escaño de la Cámara Alta, procediendo a ser la rara avis que vuelve con los que la eligieron.

    Sin duda, el triunfo de Claudia Sheinbaum en la interna del Movimiento Regeneración Nacional, que la definió como candidata presidencial, hace aventurar que una eventual mayoría electoral para ella en la votación del 2 de junio próximo repercutiría en que Sinaloa pueda tener en 2027 a la primera mujer al frente del Gobierno del Estado, proyección que por ahora favorece a la Senadora Imelda Castro. En pocas palabras, con la campaña de la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México comienza a definirse el futuro político de la oriunda de la comunidad sinaloíta Agua Caliente de Cebada.

    Si ahora que todos quieren ser claudistas, por ósmosis, tuviera que resolverse cuál sinaloense se esforzó más a favor de la promoción de Sheinbaum para que llegara a la Coordinación de Defensa de la Cuarta Transformación, Imelda Castro aparecería en primer lugar por el activismo que realizó en los municipios en la jornada “Si a tu casa llega la encuesta, #EsClaudia la respuesta”, así como en foros de semblanteo de la propuesta del nuevo plan de gobierno e intervenciones en las concentraciones realizadas en la entidad.

    En tal circunstancia, la Senadora estará colocada bajo la lupa del análisis político al tener que resolver desde qué plataforma futurista se prospecta hacia la Gubernatura. Por la cercanía con la candidata presidencial bien puede optar por buscar la reelección para continuar en el Senado, pero ello le restará a la posibilidad de cultivar la cercanía con el electorado sinaloense. Lo mismo ocurriría, con detrimento al arraigo, si es que una vez electa como sucesora de López Obrador, Sheinbaum la considera para un cargo en el Gabinete federal.

    Otra posibilidad es que acepte ser la candidata a la Alcaldía de Culiacán postulada por el bloque de partidos que encabeza Morena y desde el Ayuntamiento central pueda colocarse en sitios favorables de intención del voto para 2027, trabajando tres años en contra de la maldición que significa el hecho de que ningún Presidente Municipal ha podido provenir de ese cargo con destino al tercer piso del Palacio de Insurgentes y Aguilar Barraza.

    Quien sabe si el Gobernador Rubén Rocha Moya esté todavía en la idea de sostener a Imelda Castro como su “corcholata estatal” para la sucesión de dentro de cuatro años, tal como lo expresó en el evento de octubre de 2022 donde la Senadora rindió su cuarto informe, en el Jardín Botánico de Culiacán, pero para la aludida se acerca el momento de mover las piezas en el ajedrez futurista. Inclusive si fuera otra mujer, Xóchitl Gálvez, y no Claudia Sheinbaum la que ganara la Presidencia, de cualquier forma Sinaloa estará en la tesitura de que gobierne una mujer.

    Más por la naturalizada costumbre del arribismo que por tener méritos verdaderos, mujeres y hombres se declaran cercanos y serviciales a Claudia Sheinbaum. ¿Dónde andaban éstos cuando ella hacía las giras a contrarreloj en un clima infernal en Sinaloa? Al contrario, siempre se le vio a Imelda Castro en la intensa promoción de “#Es Claudia”. Y existen pruebas al alcance de quien las busque, pues la bitácora está en las redes de la Senadora.

    Aunque no se crea, en la izquierda también se les da bien el anquilosado oportunismo que en los tiempos del PRI demolía en cuestión de horas el culto a la personalidad de uno y les construía efigies de adoración a otros. Apenas se conoció el resultado de la encuesta de Morena hubo quienes le iban al contrincante y ahora, dos doritos después, hasta se rasgan las vestiduras para ir a la cargada sin reparar en que tuvieran que pasar por encima de quienes sí sudaron la camiseta en el Sinaloa de más de 40 grados de calor, y sensación térmica cercana a los 50 grados, para llevar a Sheinbaum a la postulación.

    No vieron a Imelda en municipios cercanos como Guasave o en zonas alejadas como El Fuerte recorriendo las calles para pedirle a la gente que en la encuesta votara por Claudia. Tampoco la oyeron en los mítines explicando por qué una mujer debe buscar la continuación de la Cuarta Transformación. Menos notaron la empatía entre Sheinbaum y Castro cuando se transmitían ánimos para no cejar en la fatigosa precampaña realizada. Eso sí, al ver el fruto jugoso y maduro, luchan por saborearlo aunque antes lo consideraban incomible.

    Pero la realidad es que si hoy tuviera que decidirse la carta de Morena a la titularidad del Ejecutivo estatal, Imelda Castro las lleva todas de ganar. Tiene cercanía ideológica con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es el Gobernador quien la ha proyectado para que lo releve en el cargo, por mucho es la política sinaloense con mayor realce en escenarios nacionales y locales, y la que le ha dado varias vueltas al territorio de los once ríos desde que en 2018 accedió al escaño de la Cámara Alta, procediendo a ser la rara avis que vuelve con los que la eligieron.

    Y después del 2 de junio de 2024, si el voto popular decide que Claudia Sheinbaum sea la nueva Presidenta de la República, ni ouijas ni oráculos se necesitarán para perfilar a Castro como candidata y tal vez como la primera mujer en gobernar Sinaloa.

    Reverso

    Ahora todos son claudistas,

    Sin que dejaran de ello rastro,

    Intentando borrar las pistas,

    Del esfuerzo de Imelda Castro.

    La marea rosa

    Vendrá la fiebre de proponer a mujeres como candidatas a los puestos de elección popular que se disputarán en Sinaloa junto a la votación para Presidenta. Si el efecto AMLO fue determinante en la votación de 2018 y en la intermedia de 2021, esta vez el impacto del elemento femenino inclinará la balanza hacia el lado de las victorias. ¿Celia Jáuregui o Maribel Chollet por la alianza PRI-PAN-PRD-MC en Mazatlán? ¿Y Estrella Palacios o Flor Emilia Guerra por Morena-PVEM-PT? Debiera haber alcaldesas, nos hacen mucha falta.