@_martinmoreno
SinEmbargo.MX
Ciudadano General Luis Cresencio Sandoval: ¡Váyase usted al diablo!
Ni usted, ni cualquier otro General, jefe militar o soldado raso va a decirnos hasta dónde tiene límites nuestra libertad de expresión. Nuestras libertades individuales. No es nadie para amenazar a los críticos del régimen y amedrentarlos bajo la falacia de “velar por la unión nacional” (¿?), a riesgo de toparse con el poder militar. ¿Quién es usted para fijar topes a las libertades si fue diseñado y forjado bajo el fuego de la intolerancia militar, de la sumisión castrense y la obediencia ciega, venenos para la democracia? Sandoval es un soldado. Y nada más.
No importa que a usted, ciudadano General Sandoval, ya lo haya corrompido y comprado López Obrador y que junto al tabasqueño estén embriagados de poder, locos de ambición política, suspirando y aspirando dictaduras, militarizando a un país que no merece a un Presidente dictatorial, a un General pinochetista y a un Ejército al servicio de un proyecto político y no de una Nación, a la cual se le deberían deber por completo.
No importa que usted, ciudadano General, haya tenido precio, que lo comprara un Presidente civil volviendo millonarias a las actuales élites del Ejército -las tropas siguen empobrecidas-, y que ahora, por el temor de López Obrador de perder en 2024 y ser enjuiciado por su desastrosa administración, amenace, como cabeza del poder militar y colgado de corcholatazos como si fuera arbolito de Navidad, a quienes se atrevan a criticar a AMLO y al Gobierno en turno.
¿Quién es usted, ciudadano General Sandoval, para amenazar a los mexicanos que critican a AMLO y a su militarizado régimen, advirtiéndoles que “quienes integramos las instituciones tenemos el compromiso de velar por la unión nacional (¿?), y debemos discernir de aquellos que con comentarios tendenciosos (¿?) generados por sus intereses y ambiciones personales antes que los intereses nacionales (¿?), pretenden apartar a las fuerzas armadas de la confianza y respeto que deposita la ciudadanía?
¿Acaso “velar por la unión nacional” equivale, ciudadano General, a arremeter con fusiles en mano contra todos aquellos que protesten por el mal Gobierno?
¿Acaso usted, ciudadano General, será quien bajo su rígido criterio militarizado sea quien decida cuáles son y cuáles no son esos “comentarios tendenciosos” a los cuáles alude en su amenaza pública?
¿Acaso usted, ciudadano General, será quien determine cuáles son esos “intereses nacionales” desde lo clausurado de su propia libertad, lo nulo de su tolerancia y el punto muerto de su pluralidad?
¿Quién es usted, ciudadano General, para amenazar a quienes critican ese desastre llamado Cuarta Transformación y les muestra los colmillos y les ladra y blande el fusil en una amenaza tan histórica como lamentable, tan peligrosa como condenable?
Me recuerda su mensaje del 13 de septiembre pasado, ciudadano General Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional, similitudes con frases del dictador chileno Augusto Pinochet. Sí, también militar condecorado con vanidoso exceso, como usted. Cito a Pinochet:
“Cuando los chilenos entiendan los engaños, la falacia, cómo los están engañando, van a darse cuenta que este Gobierno tiene la razón.
“Esta nunca ha sido dictadura, señores. Es dictablanda. Pero si es necesario, vamos a tener que apretar la mano porque tengo que salvar primero el país y después miraremos hacia atrás...”.
Hasta aquí, las amenazas públicas del General Pinochet hacia los chilenos que aspiraban a mayor democracia en Chile. Pinochet amenazó ayer. Sandoval amenaza hoy.
Recordemos ahora, a la par, las amenazas públicas del General mexicano Cresencio Sandoval en su calidad de Secretario de la Defensa Nacional, defendiendo a otro Gobierno, el de AMLO y la 4T. Sí, al igual que Pinochet lo hizo con su propio régimen militarizado:
“Como mexicanos, es necesario estar unidos en el proyecto de Nación que está en marcha...”, arengó en su discurso durante el pasado aniversario de la Revolución Mexicana.
Dos generales -Pinochet y Sandoval-, hablando de política.
Dos generales amenazando las libertades de críticos y opositores.
Dos generales aturdidos por el poder, envalentonados por los fusiles.
No se equivoque, ciudadano General Sandoval: no hable por “los mexicanos”, porque hay millones de esos mexicanos que no quieren y rechazan abiertamente la militarización de México a través de la compra de lealtades que usted ha permitido y encabezado dentro del Ejército, a cambio de dinero. Así de vulgar y ordinario. De dinero. A cambio de mayores presupuestos. A cambio de obras. A cambio de aeropuertos. A cambio de trenes. A cambio de puertos. A cambio de aduanas. A cambio de infraestructuras. A cambio de empoderar económica y políticamente a las élites militares. A cambio del poder. ¡Qué vergüenza, don Cresencio Sandoval!
Escúchelo bien: millones de mexicanos rechazan la militarización del país. La misma militarización que pretende implantar López Obrador a cambio de impunidad y complicidad con usted, ciudadano General, que como feroz guardián amedrenta al primero que se atreva a criticar o molestar a su mecenas civil. Lo compraron, General. Lo corrompieron. Le llegaron al precio. Así, sin más.
Van mis blasones en prenda del deshonor militar.
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Nunca en la historia moderna de México, su democracia había estado tan amenazada como ahora: con un Presidente civil pretendiendo desaparecer o controlar al INE, un General ambicioso amenazando públicamente las libertades individuales, la sombra de la militarización nacional y un Ejército sirviendo a un proyecto político más que a un país.
AMLO corrompió al Ejército.
Sandoval se dejó corromper.
Millones repudiando la militarización de México.
¡Váyase usted al diablo, ciudadano General Cresencio Sandoval!