Diseño de ‘casas chuecas y plagios inteligentes’

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    Todo lo anterior deja ver a una mujer que, en efecto, parecía desafiar seriamente a la doctora Claudia Sheinbaum en la disputa para saber quién va a ser la primera Presidenta de México- aunque ninguna encuesta le ha dado los números para que respalden tal conjetura- pero tantas denuncias sobre su pobre comportamiento ético contrastan crecientemente con la solidez moral, intelectual y política de la candidata de Morena.

    A estas alturas Xóchitl Gálvez, la candidata del Frente Amplio a la Presidencia de la República, ya se enteró que disputar la máxima instancia del poder político en México tiene un alto costo personal. Ha comprobado fehacientemente que van a revisar cada uno de los pasos que ha dado en la vida.

    No tan sólo Palacio Nacional, a través de Hacienda, la Fiscalía u otra dependencia gubernamental están revisando sus cuentas y conducta pública, sino también las redes sociales y medios periodísticos.

    Lo malo para ella es que la basura que generó en el pasado no la barrió bien o creyó que nunca se iba a descubrir. En estos tiempos eso es casi imposible. En la sociedad digital e imaginalógica el almacenamiento y revisión de datos ya no es un asunto privado ni de expertos.

    Los asuntos de sus departamentos y casas, y ahora del documento que preparó para su titulación de Ingeniera en Computación, la han puesto de cabeza, aunque aún no sabemos a ciencia cierta cuánto le puede afectar en su aspiración a ser Presidenta de México. Pronto lo sabremos en las próximas fotografías demoscópicas.

    Los primeros en poner en duda la veracidad de las revelaciones familiares de Xóchitl Gálvez acerca de su pobreza y origen indígena fueron algunos parientes suyos y vecinos de Tepalcatepec, el pueblo de este personaje; sin embargo, los medios más relevantes del País no le concedieron importancia, prácticamente anularon lo que los consanguíneos dijeron o, en el mejor de los casos, todo quedó en las redes sociales.

    Posteriormente vinieron las revelaciones del ex titular de la Delegación Miguel Hidalgo en el ex Distrito Federal, Víctor Hugo Romo, y del abogado Gustavo García Arias en las que denunciaban a la tepalcatepense por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, conflicto de interés y corrupción en el manejo de licencias de construcción de edificios y plazas comerciales a cambio de beneficios personales.

    Aunque los procesos legales de dichas denuncias no han finalizado, la mala fama pública de Romo ha puesto en duda la autenticidad de las pruebas que presenta, a lo cual ha contribuido el vacío o poca importancia que le han concedido los comunicadores más leídos y escuchados en los medios convencionales.

    Pero, el escudriñamiento de las decisiones y acciones de la ingeniera Gálvez como delegada en Miguel Hidalgo no terminó ahí. Se publicó recientemente una minuciosa investigación periodística de la reportera de SinEmbargo, Daniela Barragán, donde deja ver el dudoso comportamiento ético de la ahora candidata presidencial en la compra venta de dos propiedades de alta plusvalía en la misma zona. A este reportaje siguió en el mismo medio, ahora a manos del experimentado periodista Álvaro Delgado, otro amplio texto donde se profundiza en el caso de la sospechosa compra de la vivienda que actualmente habita la empresaria y política. El precio de la “casa chueca”, así motejada por los editores de SinEmbargo, al ser adquirida por Xóchitl resulta inusitadamente bajo, alrededor de 5.5 millones de pesos menos que el precio de mercado. La ex delegada de Miguel Hidalgo ha dicho que al haberla comprado en preventa consiguió ese gran descuento. No obstante, la investigación de Álvaro Delgado revela que, en la compra ventajosa, cuando la señora Gálvez era delegada, aparece como vendedora la hija de una ex empleada de Xóchitl en su empresa. Dice textualmente el periodista el pasado 20 de septiembre:

    “Detrás de los muros de la ‘casa chueca’ que Xóchitl Gálvez Ruiz autorizó como Delegada y compró con un descuentazo de más de 5 millones de pesos, que ella niega que sea un ‘moche’, hay una historia oculta: La relación de amistad de la familia vendedora, una de cuyas hijas es ‘la mejor amiga’ de la suya y que fue su empleada en High Tech Services, la empresa de su propiedad”.

    La tormenta de revelaciones sobre el comportamiento nada ético de la heroína de Jorge Castañeda, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Guadalupe Loeza y numerosos intelectuales más, no terminó ahí porque le cayó encima la denuncia que, por el revuelo mediático suscitado, parece que la ha sacudido severamente.

    El plagio (¿inteligente como su empresa?) de al menos 11 pasajes de tesis y documentos para elaborar un informe con el que la flamante candidata del Frente Amplio por México obtuvo su título de ingeniera en computación bajo las siglas de la UNAM, la ha puesto contra la pared. Para su mala fortuna, en esta ocasión, varios medios de comunicación convencionales que en otros casos la protegieron soslayando las denuncias, ahora no lo han podido hacer. Si lo anterior fuera poco, las plataformas le han dado vuelo.

    Todo lo anterior deja ver a una mujer que, en efecto, parecía desafiar seriamente a la doctora Claudia Sheinbaum en la disputa para saber quién va a ser la primera Presidenta de México- aunque ninguna encuesta le ha dado los números para que respalden tal conjetura- pero tantas denuncias sobre su pobre comportamiento ético contrastan crecientemente con la solidez moral, intelectual y política de la candidata de Morena.

    El dictamen que la Comisión de Ética de la UNAM entregue sobre el caso Xóchitl Gálvez va a ser determinante para el curso de los comicios presidenciales de 2024. Lo más complejo e interesante del asunto es que el asunto se inscribe en el proceso de la elección del próximo Rector de la casa de estudios. Esperemos a ver la estatura legal, ética y académica de la principal universidad mexicana en una coyuntura histórica.