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Una de las quejas más recurrentes entre consumidores que acuden a la Profeco, se relaciona con los cargos indebidos que algunas empresas, como las compañías de telefonía celular, hacen a sus clientes.
Como los cargos son pequeños, a los consumidores les sale más caro el caldo que las albóndigas, es decir, no tiene sentido económico pagarle a un abogado para que reclame esos cargos porque se terminaría pagando más de honorarios del abogado que recuperando los cargos que les hicieron.
Y precisamente a eso le apuestan algunas empresas abusivas. Le apuestan a que el cliente dejará pasar el cargo indebido para no tener que enredarse en Profeco o contratando y pagando un abogado.
Precisamente para combatir este tipo de prácticas comerciales ilegales nacieron las acciones colectivas.
A través de una acción colectiva se puede reclamar no solo el cargo chiquito que le hicieron a un consumidor, sino los miles de cargos chiquitos ilegales que hacen algunas empresas.
Y aún hay más, dijera Raúl Velasco, resulta que la sentencia que se dicte en una acción colectiva iniciada para combatir este tipo de abusos no solo protegerá a los que la iniciaron, sino que sus efectos se extenderán en beneficio de todos los usuarios que se encuentren en la misma situación.
En pocas palabras, frente a cargos ilegales de pequeña cantidad ya no tenemos que soportarlos con resignación. Gracias a las acciones colectivas podemos combatirlos eficientemente.
Si usted está enfrentando algún cargo ilegal y sospecha que afecta a más consumidores y la empresa no le resuelve el problema, tiene dos caminos: acudir a la Profeco para que investigue y sancione al proveedor, o buscar activar una acción colectiva, y para esto último, puede ponerse en contacto con nosotros para que, sin cargo alguno, lo orientemos.
La mayoría de las prácticas abusivas de las empresas se dan porque los consumidores las soportan sin hacer nada. En nuestras manos está cambiar esa situación.