Contaminar el medio ambiente sale caro

EN TRIBUNALES
    Es obvio que la condena impuesta a la Junta de agua potable representará un fuerte golpe para sus finanzas, pero esa condena se corresponde, ni más ni menos, con el tamaño del daño ambiental provocado durante años y años de contaminar un río.

    En una acción colectiva promovida por mi despacho en contra de una Junta municipal de agua potable por contaminación de un río, el juez acaba de dictar una sentencia en la cual le impone a esa Junta la obligación de pagar más de 20 millones de pesos para reparar el daño ambiental ya causado.

    En las acciones colectivas que se promueven por daños ambientales, los efectos de la sentencia de condena son dos: primero, ordenar al demandado que deje de contaminar y haga todo lo necesario para ello y, segundo, reparar el daño ambiental ya causado y, si no es físicamente posible hacerlo, se debe pagar una indemnización en dinero que fija el juez tomando en cuenta la opinión de expertos.

    En la acción colectiva que les platico se ordenó a la Junta de agua potable que haga todo lo necesario para dejar de arrojar aguas negras sin tratar a un río, o que las arroje pero previamente tratadas.

    También se condenó a la junta de agua potable a reparar el daño ambiental causado por años de arrojar aguas negras sin tratar al río, pero, como físicamente es imposible deshacer esa contaminación, el juez ordenó que la junta pagara el equivalente en dinero al daño ambiental.

    Así, el juez pidió la opinión de varios expertos quienes finalmente fijaron como monto de la indemnización en dinero un poco más de veinte millones de pesos.

    Es obvio que la condena impuesta a la Junta de agua potable representará un fuerte golpe para sus finanzas, pero esa condena se corresponde, ni más ni menos, con el tamaño del daño ambiental provocado durante años y años de contaminar un río.

    Y por estos rumbos no andamos tan lejos de que le impongan a la Jumapam una condena millonaria por años y años de contaminar el océano arrojando aguas negras sin tratar desde la planta tratadora El Crestón que por lo visto no funcionaba como debía.

    La moraleja es que los daños ambientales que físicamente no se pueden reparar, pueden terminar en indemnizaciones millonarias así que, a todas las empresas públicas o privadas que por sus giros generen algún tipo de contaminación, más les vale poner atención a este tema para no terminar en la quiebra.