Wikipedia: “A comienzos de los años 60, Mifune y Kurosawa se vieron afectados por crisis económicas, financieras y personales y se alejaron progresivamente, evitándose mutuamente a lo largo de tres décadas. La conocida exigencia del realizador en su constante búsqueda de la perfección respecto a los rodajes generó gran cantidad de estrés en Mifune, lo que quedó reflejado en anécdotas en las que el actor criticaba el comportamiento de Kurosawa. Su última película juntos fue Akahige (Barbarroja, 1965). A pesar de todo, Kurosawa consideró toda su vida a Mifune el más grande actor con el que había trabajado.
En 1963, Mifune fundó su propia compañía productora, la Mifune Geijutsu Gakuin Productions, con la que impulsó el cine japonés, muy influido por Kurosawa.
Fue el actor japonés más conocido en todo el mundo, galardonado en dos ocasiones con la Copa Volpi como mejor actor en el Festival de Cine de Venecia, en 1961 por Yojimbo y en 1965 por Barbarroja. Intervino en varias películas y producciones para la televisión estadounidense.
En 1968, con el filme Infierno en el Pacífico, Mifune se hizo más conocido al interpretar a un náufrago japonés que acosa a un náufrago norteamericano (Lee Marvin) en una isla remota durante el Frente del Pacífico en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.
Otra de sus memorables apariciones fue en la miniserie Shogun: Señor de los Samurais, de 1980, junto a Richard Chamberlain y Yôko Shimada; su interpretación como el Shogun Toranaga-San fue muy sólida. Su prolífica filmografía comprende más de 160 títulos, entre películas y diferentes producciones para la televisión. Mifune se retiró en 1992, por motivos de salud, y se confinó en su hogar.
El director mexicano de cine Ismael Rodríguez, quien ya había sido conocido por dirigir películas como Nosotros los pobres, de 1948, y Tizoc: Amor indio, de 1957, fue el encargado de dirigir la película Ánimas Trujano (1961), basada en la obra Mayordomía, de Rogelio Barriga Rivas. Al momento de la realización de la película, Pedro Infante, quien se veía contemplado para realizar el papel principal en el filme, ya había fallecido, por lo que Ismael decidió llamar e invitar a Toshirō Mifune para interpretar el personaje principal a pesar de su origen japonés. Hizo su llegada a México a finales de abril de 1961 y destacó por llegar al país portando la vestimenta tradicional de Japón para eventos especiales, un montsuki haori hakama. De acuerdo con lo publicado por el periódico mexicano El Universal, el 15 de mayo de 1961, Ismael logró convencer a Mifune para protagonizar la película, pues quería a un actor internacional para que se garantizara la venta del filme en otros países, declarando lo siguiente:
Mi propósito de haber contratado a un actor extranjero para encarnar al personaje de Ánimas Trujano es el abrir el mercado internacional para beneficiar nuestra raquítica industria fílmica’.
El director también pensó que en México y en Japón la película se llamaría Ánimas Trujano y en otros países El hombre importante. Las grabaciones comenzaron el 8 de mayo de 1961 en Oaxaca. Mifune tuvo que aprenderse de memoria todos sus diálogos en español, pues no era hablante del idioma; sus expresiones faciales ayudaron mucho para complementar al personaje, pero ya que su pronunciación del español no era lo suficientemente buena para poder filmar, el director decidió que su voz fuese doblada por el actor Narciso Busquets para que se realizara un mejor trabajo. En la película, Mifune interpretó a Ánimas Trujano, un indígena de origen oaxaqueño, alcohólico y ambicioso, que se propone a hacer todo lo posible para convertirse en mayordomo de su pueblo. La película fue un éxito y llegó a ser el segundo filme mexicano en ser nominado a los premios Óscar en 1962. Además, también fue nominada a Mejor Película Extranjera en los Premios Globo de Oro de ese mismo año, por el trabajo de fotografía realizado por el fotógrafo Gabriel Figueroa, y ganó el premio principal del Festival de San Francisco.
Por su participación en la película cobró 10 mil dólares, una cantidad pequeña de dinero a la que acostumbraba y por la que rechazó ofertas de trabajo en Estados Unidos, donde le daban la libertad de elegir la cantidad de dinero que él escogiera. Mifune declaró en sus propias palabras por qué eligió actuar en México de la siguiente manera:
‘Simple y sencillamente porque, en primer lugar, me convenció el señor Ismael Rodríguez, en segundo, porque tenía muchas ganas de trabajar en el bello México de gran tradición y, en tercero, porque la historia y el personaje de Ánimas Trujano me parecieron muy humanas’”.