@_martinmoreno
SinEmbargo.MX
Jamás, en la historia moderna del País, un ex Secretario de Hacienda había sido tan crítico, severo y certero contra quien fuera su jefe -el Presidente de la República-, como lo es Carlos Urzúa con López Obrador. Frontal, lo desnuda. Directo, lo exhibe. Sin rodeos ni encubrimientos. Y lo más grave: advierte desde ahora sobre la pésima conducción del País que nos llevará al desastre, más allá del actual régimen. Sí: México, en riesgo.
La entrevista que Urzúa le dio al periodista Carlos Loret de Mola en LatinUS el jueves de la semana pasada no tiene un gramo de desperdicio. Es para preocuparse, alertarse sobre el futuro inmediato del país. Un México sin rumbo. Un México sin perspectiva alentadora. Un México que se estrellará en la desesperanza con AMLO huyendo en 2024 y dejando tras de sí una Nación hecha pedazos, dividida, enfrentada.
¿Qué dijo -o mejor dicho: ¡qué no dijo!- Urzúa con Loret?
Quedará escrito para la historia.
“Será el sexenio más decepcionante desde 1934...”. Tiene razón Urzúa. Ni con Echeverría ni con López Portillo ni con Salinas, nuestro país había enfrentado una situación parecida a la actual con López Obrador: un México militarizado, con los poderes (Legislativo, Judicial y Corte) bajo el yugo presidencial, dividido y enfrentado por los odios emanados desde Palacio Nacional y bajo una dictadura populista que pretende volver a controlar las elecciones como ocurría en el pasado. Con persecución política abierta en contra de opositores al Gobierno, al estilo Nicaragua. Si esos no son síntomas de una dictadura política, entonces México está en África. Y no ven esa dictadura solamente quienes no quieren verla por torpeza periodística, ceguera personal o interés político. O por las tres razones combinadas.
“AMLO va a pasar como un mal Presidente en términos económicos...”. Tiene razón Urzúa. Desde 2019, antes de la pandemia, México registra cero crecimiento económico con López Obrador en la Presidencia. La economía mexicana observa cuatro años perdidos (2019-2022), diagnostica la prestigiada agencia Fitch Ratings. De hecho, no creceremos durante todo el actual sexenio. Y más: el quebranto financiero con los tres armatostes inviables de AMLO (Santa Lucía, Tren Maya y Refinería), será brutal: 770 mil millones de pesos. Tan sólo el Seguro Popular (desaparecido por la 4T) costaba 68 mil millones de pesos anuales, atendiendo a 53 millones de mexicanos. Hoy, 15 millones ya no lo tienen. De ese tamaño es el daño financiero que AMLO y la 4T han provocado en contra de las finanzas nacionales que son las finanzas de todos.
“En términos políticos no va a ser un Gobierno bien recordado...”. Tiene razón Urzúa. Con López Obrador, en este renglón, el retroceso es evidente: quiere controlar o desaparecer al INE para que vuelva a ser el Gobierno quien controle las elecciones. Así pretenden AMLO y su camarilla robarse la elección presidencial de 2024. Además, va por la pulverización de los partidos políticos para que México regrese a la era del partido único, partido de Estado. Sí, como en Cuba, Venezuela o Nicaragua. ¿Eso es lo que queremos? ¡Yo no!
“Cancelar el NAIM Texcoco fue un error gravísimo...”. Tiene razón Urzúa. Ni AMLO ha comprobado ni jamás comprobará que el Aeropuerto de Texcoco “era un negocio de corruptos”, como lo cacareaba el tabasqueño. Además, su cancelación, según el ex primer Secretario de Hacienda del actual régimen, costó más de 200 mil millones de pesos a los mexicanos, dejando al país sin un aeropuerto de primer mundo. ¿Qué nos dio la 4T a cambio? Una base militar aérea remozada. Y nada más.
“El Presidente ha elegido muy mal a su equipo. Le dicen lo que ellos piensan que él quiere escuchar...”. Tiene razón Urzúa. Tenemos al peor Gabinete de la historia: sin experiencia, sin conocimientos, sin iniciativa, sin dignidad. “No podría contestar eso”, balbucea la improvisada Secretaria de Educación, Leticia Ramírez, a partir de su propia ignorancia, cuando se le pregunta sobre el modelo educativo para niños de primaria. Son lacayos del Presidente, y nada más. Viles floreros.
“Quien llegue (en 2024) va a recibir un cartucho de dinamita prendido...”. Tiene razón Urzúa. Llámese como se llame, sea del partido oficialista o de la oposición, el sucesor o la sucesora de López Obrador enfrentará una bomba de tiempo: un país en quiebra económica, más endeudado, con mayor número de pobres y con una clase media más empobrecida, políticamente dividido, con los sectores salud y educativo hechos añicos, sin crecimiento y con un futuro inmediato sin dinero ni perspectivas de inversión favorables.
Cierto: un cartucho de dinamita encendido.
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Urzúa tacha de “mal Presidente” a López Obrador por tres razones fundamentales: porque lo conoce bien, porque sabe más que él y porque AMLO se lo merece. Por algo le renunció como Secretario de Hacienda.
El México de AMLO: un desastre. Allí están las cifras.
Y lo que falta: consolidar la dictadura populista.
¡No lo permitamos!