"ZONA GAMER: ¡Red Barrels lo vuelve a hacer!"

Hace ya 4 años del estreno de  Outlast, juego que revolucionó y revivió el ya muerto género de Survival Horror que se había enfocado sólo en screamers y sustos sorpresa, algo que era más que nada monótono y aburrido, pues juegos como “Five Nights at Freddys” utilizaron estos métodos sólo para asustar y se olvidaron de una buena narrativa. Junto con una jugabilidad mediocre, el Survival Horror estaba completamente  hundido en la miseria.

Tres desarrolladores de grandes empresas como Ubisoft y EA fundaron un pequeño estudio para crear el juego que ellos quisieran, ahí fue cuando nació Red Barrels Studio en Montreal, Canada, David Chateauneuf, Hugo Dallaire y Philippe Morin lanzaron un tráiler en Halloween de 2012, lo que en un futuro llegaría a ser “Outlast”.

Un juego que no abusa de los screamers, un juego donde no te sientes cómodo, da el presentimiento de que algo o alguien va a empezar a perseguirte, no tienes con qué defenderte, lo único que puedes hacer es correr y esconderte de esas “personas”, un miedo psicológico muy fuerte, eso es “Outlast”.

No solo es la ambientación sino la jugabilidad, al ser un FPS, eres parte del juego por completo, unos controles muy sencillos, pero sobre todo un estilo de juego vertiginoso, en algunos momentos, mientras que en otros es muy lento, una perfecta combinación entre el sigilo y la velocidad.

Recién estrenado, “Outlast 2” hereda lo bueno de su antecesor y mejora muchas otras cosas. Al igual que en su entrega pasada, el protagonista es un periodista que busca a su esposa después de haber sufrido un accidente en helicóptero al estar investigando un asesinato en una zona desértica. Ahora todo se lleva a cabo en un poblado donde los habitantes son seguidores de una secta en la cual se realizan sacrificios y rituales, liderados por el “Padre Knoth”.

Un juegazo de pies cabeza, en todos los sentidos, es un juego que deberíamos probar tanto por la historia como por el estilo de juego, divertido e inmersivo, otra obra maestra de la casa productora independiente, Red Barrels Studios.