"Tres destinos para una escapada de fin de semana en Concordia"

Sinaloa esconde pintorescos paisajes y pueblos muchas veces poco conocidos, ricos por su historia, gastronomía y belleza natural.

A continuación, te mostramos dos pueblos y una reserva natural que puedes conocer saliendo de Mazatlán, siguiendo la carretera Durango – Villa Unión, excelentes para escapar del estrés de la ciudad y relajarse a conocer algo nuevo muy lejos de las típicas playas.

Concordia

Saliendo de Mazatlán a 44 minutos por la carretera Durango – Villa Unión se encuentra Concordia, una de las ciudades coloniales más antiguas del sur de Sinaloa.

Este sitio es famoso por su hermosa arquitectura colonial, la cual podrás admirar con solo recorrer sus calles. Un sitio que destaca es la Iglesia de San Sebastián, edificación que data del siglo XVI ubicada en el centro de la ciudad.

Concordia también es popular por sus muebles artesanales y alfarería, la gastronomía típica de la región y los raspados de fruta que puedes degustar en la plazuela.

Copala 

Continuando por la carretera Durango – Villa Unión a 30 minutos de Concordia se encuentra Copala, un poblado fundado en 1565 que hasta la fecha conserva gran parte de su arquitectura original, por lo que pasear por sus calles es dar un viaje al pasado con edificaciones de hasta 400 años como la Iglesia de San José con arquitectura de estilo barroco y un altar en chapa de oro.

Copala es conocido por los yacimientos de oro que se encontraron en sus alrededores, el Museo de la minería, la antigua mina y las ruinas de la iglesia de la Hacienda de Guadalupe también son ideales para sentirte en la época colonial. Estando de visita no olvides probar el famoso pay de plátano de Copala, una delicia típica del pueblo.

Chara Pinta

Para terminar nuestra ruta nada mejor que saltar a disfrutar del aire libre y la belleza natural en la Reserva de la Chara Pinta, ubicada más adelante por la carretera Durango – Villa Unión a una hora de Copala y dos horas de Mazatlán. Con una extensión de 5 mil hectáreas protegidas, es el hogar de más de 130 especies de aves, entre ellas la Chara Pinta, una pequeña ave de bello plumaje azul endémica de esta región, la cual da su nombre a la reserva.

Este sitio cuenta con increíbles miradores a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, desde los cuales se puede apreciar una vista que deja sin aliento. También tiene numerosos parajes, para quienes disfrutan del ciclismo y senderismo.

Al caer la noche nada mejor que relajarse en una cálida fogata, esta reserva cuenta con algunas cabañas que se pueden rentar por grupos, con todas la comodidades, ideales para disfrutar de la calma de la naturaleza.

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