"Toma al menos dos litros de agua al día"

Nos encontramos a inicio de la temporada de calor, por lo cual es importante hablar de la hidratación. Este es un tema del que vale la pena informarnos ya que como sabemos nuestro cuerpo está conformado por dos terceras partes de agua.
Por recomendación general se sugiere consumir en promedio dos litros de agua al día. Pero esta cifra puede rebasarse si tomamos en cuenta ciertos indicadores como clima atmosférico, actividad física, peso corporal, entre otros.
En nuestra ciudad, donde ciertos días la temperatura asciende hasta 48 grados, estas necesidades se pueden duplicar y hasta triplicar en algunos casos sobre todo en gente que desempeña oficios al rayo del sol como el de la albañilería, la herrería y más.
Es aconsejable monitorearnos y poner más atención a nuestro cuerpo para no caer en una deshidratación.
Uno de dos consejos eficaces que les puedo dar es que eviten la sensación de sed. La sed es una señal de que el cuerpo tiene ya tiempo trabajando con la célula deshidratada, esto altera su correcto funcionamiento. Por lo tanto (¡más en estos climas!) hay que tener una botella de agua a la mano.
El otro consejo es que se deben tomar pequeños tragos de agua en el transcurso del día, ello nos asegura una correcta hidratación, pues ingerirla en mucha cantidad y pocas veces al día repercute en no absorberla correctamente y acto seguido, estar constantemente yendo al baño.
No tengan miedo de incrementar su ingesta promedio a 3 o 4 litros de agua al día si se trata de personas adultas, más si practicas algún deporte, y un litro y medio o dos litros y medio en el caso de los niños.


La sed es el mecanismo por el cual regulamos la ingesta de agua o líquidos.Cuando la concentración de los líquidos corporales es anormal, percibimos la sed.
Al sudar la sangre pierde agua y se vuelve espesa, por lo tanto la concentración de Sodio es mayor de lo normal generando sed.
Al beber agua para combatirla, la sangre vuelve a tener una concertación normal de sus minerales.
Siempre es aconsejable y conveniente para nuestro organismo beber antes de tener sed, ya que cuando la sensación de sed aparece ya hemos perdido entre 1 al 3 % del peso corporal en líquidos, es decir ya estamos deshidratados.
Un punto importante a tener en cuenta es que, los niños (por no tener bien desarrollados el mecanismo de la sed) y las personas mayores (por haber perdido esa sensibilidad), suelen deshidratarse con gran facilidad en días calurosos. Al no sentir sed, no beben y los líquidos no se reponen.


El punto de equilibrio

La cantidad óptima a beber para estar seguros de estar bien hidratados, es saciar nuestra sed, pero agregar un poco más.
Existe un método muy práctico para saber si estamos reponiendo los líquidos corporales de manera correcta y consiste en observar el color de la orina.
Si la orina es oscura y escasa, significa que la concentración de desechos es alta y por consiguiente debemos beber más agua.
Cuando la misma es clara y abundante nuestro equilibrio hídrico es adecuado.
Es válido aclarar que si estamos tomando algún tipo de medicamento o complejo vitamínico el color de la orina varía, y en ese caso el único indicador es el volumen o cantidad de orina.
Otros síntomas de deshidatración son la fatiga, dolor de cabeza y agotamiento.


Cuida tu hidratación

Los principales síntomas de deshidratación son aumento de la sed, sequedad en la boca, debilidad, dolor de cabeza, mareos, desmayos, náuseas, palpitaciones, confusión y orina oscura.
Para evitar deshidratarse, es necesario mantener un balance entre el ingreso y la pérdida de líquidos. El agua se elimina a través de sudor, respiración, orina y heces. Además, este equilibrio es influenciado por diferentes factores ambientales (como el clima o la humedad) e individuales (sexo, edad, masa corporal y genética).
Si la actividad física aumenta significativamente las pérdidas de agua por transpiración y puede oscilar entre unos pocos mililitros hasta los 8 litros diarios.
Por ello, es recomendable hidratarse antes, durante y después de la actividad física con pequeñas tomas de agua, aunque sea ejercicio intenso o liviano (gimnasia, yoga, caminata o ejercicios suaves).
Se recomienda enfáticamente evitar la realización de ejercicio durante las horas en las que la temperatura es más elevada, prefiriendo la primera hora de la mañana o la última de la tarde.


ALERTA
Los siguientes son los síntomas que se presentan ante un golpe de calor:

Calambres
Dolor de cabeza
Náuseas, vómitos
Confusión y desorientación
Debilidad
Bajo rendimiento para el ejercicio.

*El autor es licenciado en Nutricion, entrenador certificado, preparador fisico y gerente general en DN SPORT. Contacto: 6672 48 02 81.