"Mejor Educación: Crecer en familia"
Además de todos los beneficios físicos, emocionales y mentales que proporciona, practicar yoga en familia es una de las mejores actividades que padres e hijos pueden realizar, ya que además de compartir tiempo de calidad, estarán generando juntos su bienestar.
“Los beneficios son muchos, uno de los más importantes es el de la comunicación que se genera entre papá e hija, mamá e hijo, entre la misma pareja, porque no siempre podemos comunicarnos de manera asertiva, a veces herimos sin querer o luego no queremos escuchar”, explica la instructora Alma Olivera Curiel, de Renacer Centro de Psicoterapia y Desarrollo Humano.
En su experiencia de casi dos décadas practicando y enseñando yoga, ha visto cómo esta disciplina en los niños y niñas ayuda a que tengan calma y tranquilidad, mejora su concentración, aumenta su autoestima, fortalece su cuerpo y mejora su postura corporal, pero en especial aprenden a conocer y gestionar sus emociones.
Mientras que los adultos también obtienen estos y otros muchos beneficios para su salud física, mental y emocional, pero sin duda lo mejor para todos es el poder compartir un momento de armonía y crecimiento en familia.
“Si te das un espacio para ir con tu hijo al yoga vas a tener otro tipo de comunicación, una comunicación corporal y más allá de lo físico, a través de las posturas nos tocamos, nos vemos a los ojos y ahí hay una energía que se toca y se mueve”, expone.
La comunicación emocional y energética en las familias, el tener una imagen positiva de los otros miembros de la familia, entrar en un nivel de confianza, reforzar los lazos afectivos y trabajar coordinadamente, también se favorece con el yoga.
Olivera Curiel destaca que para practicar yoga en familia hay tres primeros pasos muy importantes: es estar todos los miembros de la familia de acuerdo, respetar el ritmo de aprendizaje de los otros y tener una guía adecuada, para que juntos alcancen el equilibrio del cuerpo mental, del cuerpo físico y del cuerpo emocional, y la armonía.
¿PORQUÉ YOGA EN FAMILIA?
Porque ofrece una oportunidad para mejorar el vínculo familiar y afectivo, con el que se conocerán un poco más, aprendiendo los unos de los otros. Una actividad donde las prisas, las preocupaciones y hasta la vergüenza quedarán fuera de la clase, y nacerá un ambiente de acompañamiento, respeto y comprensión en ambos sentidos, de los hijos e hijas a los padres y de los padres hacia sus niños y niñas.
¿CÓMO HACER YOGA JUNTOS?
POR ACUERDO COMÚN
Ni padres, ni hijos deben ser obligados, forzados o condicionados a realizar una disciplina como el yoga. Se trata de buscar un mecanismo de bienestar común, un camino práctico de vida, un proceso vivo y gradual de crecimiento y desarrollo personal.
EMPEZAR POCO A POCO
Comienza practicando yoga en familia durante unos cinco o diez minutos diarios. Comenzar por periodos cortos, practicando diferentes asanas de yoga, permitirá que los pequeños no lo encuentren aburrido y que todos se acostumbren a las diferentes poses.
ESTILO DE VIDA
Enséñale a tus hijos y a tu pareja que el yoga puede formar parte de la vida diaria y que es mucho mejor que sea practicado a diario y no una vez a la semana. Puedes encontrar diferentes usos del yoga a la vida diaria, para que todos los tuyos puedan interesarse en esta práctica. Por ejemplo, puedes decirle a tus niños que practiquen la respiración para prepararse para un examen o que tú y tu pareja pueden realizar estos ejercicios para calmarse de los embates del estrés de la vida diaria.
FORMAS ADECUADAS
Recuerda que todos deberán elegir ropa holgada y que sea cómoda. El uso de calzado es facultativo, es decir que quedará a elección de cada uno de los participantes. Busca un lugar grande y libre de muebles para comenzar con la práctica de la yoga en familia.
CREATIVIDAD
Para que los niños se diviertan con el yoga, inventa posiciones divertidas o pon música que a ellos les guste. Intenta que se diviertan y la pasen bien, para que todos puedan practicar yoga. Llévalos al parque o al exterior para practicar yoga durante los días de sol, diles a tus hijos que ellos también inventen poses y trata de imitarlos junto a tu pareja. Verás que pasarán uno momentos muy divertidos, y además estarás afianzando día a día la práctica de yoga en sus jóvenes mentes.
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¿QUÉ FORTALECE EL YOGA EN FAMILIA?
VÍNCULOS
Practicando yoga juntos, padres e hijos mejoran su relación y comunicación. Cuando los niños se dan cuenta de lo divertido y beneficioso que es hacer algo juntos, fuera de la clase querrán potenciar esa unión. Se favorecen valores como la confianza, el respeto, la empatía y la comprensión.
AUTOCONOCIMIENTO
El yoga en familia se convierte en una actividad para ser y colaborar como equipo, también se aprende que cada uno como un sólo individuo es importante. Individualmente se aprende a conocerse más interiormente, las emociones, personalidad y capacidades. El primer paso es conocerse, y una vez es así, sabrán valorarse y aceptarse tal y como son.
EMPATÍA
Los papás y las mamás reconocen a sus hijos, sus habilidades, capacidades y limitaciones físicas, al aprender a respetar sus propios ritmos de aprendizaje. Además se trabaja la conciencia del cuerpo, y aprenden buenos hábitos de salud juntos, de modo que se comprenderán mejor.
DIVERSIÓN
Darse la oportunidad de disfrutar y aprender juntos lleva a mamás y papás a mostrar una faceta distinta al de autoridad y guía que implica el ser padres. Se convierten en una persona que hace algo por el gusto de hacerlo, además de estar de mejor humor y relajarse, despertando estas mismas emociones en su hijo.
RELAJACIÓN
¿Es posible relajarse todos juntos? Claro que sí. Para los niños siempre les es más difícil lograr un estado de relajación plena, pero cuando lo hacen junto a sus padres ponen más empeño en conseguirlo. Y será un momento de mimos, afecto y calma tan especial que querrán repetirlo en casa cuando ellos sienten que lo necesiten. Aprender a relajarse será de las mejores enseñanzas que tendrán.