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"Entrevista"

"Martín Gavica enfrenta el cáncer con una cámara"

"El fotógrafo mazatleco va por el retrato número 20 mil de la campaña de prevención de Pink Power"

Una mirada habla; un gesto, la posición de la boca, de los brazos mandan mensajes. Las personas fotografiadas no necesitan decir nada para lanzar con fuerza una idea; la cámara fotográfica busca ese código de lenguaje, congelar la energía en una imágen para hablarle a la gente.

El fotógrafo Martin Gavica lleva siete años buscando los códigos, convertidos en imágenes, que digan a las mujeres que luchen por su salud, dejen sus prejuicios para que exploren sus senos y así, salvar sus vidas.

En un primer momento, en 2009, la idea surgió como un homenaje a su madre, Anabella Sáenz de Gavica, quien dedicó buena parte de su vida a ayudar a los más necesitados a través de Pro México.

La fotografía tiene la fuerza para crear conciencia de la prevención de su salud, nadie como ellas pueden hablar de lo que necesitan. Van a creer en otra que ha vivido lo mismo y entienden como se vive la discriminación”, considera.

Él fotografió a 67 mujeres, pues esos años tenía su mamá cuando murió de cáncer de mama. El sentido de ese homenaje era que mujeres cercanas a él y que conocieron a Anabella lanzaran un mensaje de prevención.

El éxito fue grande, creó la Fundación Bella y la campaña empezó a tomar su camino convirtiéndose en Pink Power; el trabajo se volvió más complejo y el artista dejó que las mujeres definieran lo que querían comunicar, su poder de decidir.

Sus ojos hablan y eso es lo que yo trató que quede en los retratos. En esas miradas ves la fuerza de la mujer cuando se empodera y toma decisiones sobre su cuerpo, sobre su salud”, apoya.

Cuando se toman la foto, platicamos. Las sesiones pueden durar entre 20 minutos o una hora. Algunas entran en catarsis por sus familiares que murieron y esas emociones son las que les hablan a otras mujeres”.

 

Belleza más allá del físico

 

Las fotografías son una larga cadena que está a punto de llegar a los 20 mil eslabones y tienen el objetivo de concientizar a través de la imagen, que va más allá de la belleza física porque en ellas está la fuerza interna de la mujer que puede inspirar a otras.

Surgen imágenes fuertes, pongo fondo blanco para no crear prejuicios de espacios y objetos, creamos lugares neutrales. Ellas, la mayoría, están con los hombros desnudos para que desparezcan las diferencias que la ropa puede sugerir”, analiza.

Las mujeres, cuando se fotografían, suben su autoestima, pero también al mostrarse luchadoras mandan un mensaje de fortaleza que contagia a otras. Busco en las imágenes una fuerza”.

Revela que debe surgir la empatía entre el fotógrafo y las mujeres fotografiadas para que la imagen consiga hablarles a otros; si esto sucede, las mujeres salen fortalecidas de la sesión.

El retrato tiene dos cómplices: el fotógrafo y el fotografiado, que está consciente de que lo están tomando. Esa persona te da una información con su imagen, por eso la autoría de una foto es de dos personas”, explica.

Después que platicamos, encuentro una frase para motivarlas, de ahí surge la energía que se ve en la fotografía y hace ver la belleza mas allá de lo físico. Posiblemente eso les dura un dia o dos, pero ya sintieron lo que significa empoderarse”.

 

Creando conciencia

 

En México la mayor causa de muerte de mujeres es el cáncer de mama y de eso murió la mamá de Martín, siendo una enfermedad curable, sin embargo, es de las que más mata a mujeres en México.

Cuando estaba enferma mi mamá, le pregunté al oncólogo por qué pasaba eso y me dijo que era por falta de información. Muchas no saben que existe la enfermedad y evaden el tema por miedo, por soberbia o piensan que a ellas no les va a pasar”, refiere.

Nos hemos dedicado a difundir a informar sobre el cáncer de mama para que no mueran, que si se detecta la enfermedad a tiempo con la autoexploración y las mastografías, es curable en un 90 por ciento de los casos”.

Se han tomando más de 3 mil fotografías por año en 30 ciudades. Las mujeres se toman una foto y hacen un donativo para que la campaña continúe viva y continúe su labor de prevención contra este flagelo de la salud femenina.

La idea original fue recaudar fondos para hacer esa promoción de la prevención, a través de la venta de arte, conciertos de música, obras de teatro y plástica”, menciona.“En los primeros momentos de la campaña, la tacharon de elitista; algunas personas se quedaron con la idea de la primer etapa, en que sólo fueron 67 mujeres, pero poco a poco hemos logrado derribar esa creencia en Mazatlán”.

 

Rayas en el rostro

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Las mujeres que posan para la lente de Martín lucen, orgullosas, rayas rosas en sus rostros, al estilo de los jugadores de futbol americano, cuyo número pude variar porque tiene un significado especial.

En una de las primeras sesiones que se realizó en Los Cabos en un kinder, había pinturas liquidas y una de las fotografíadas se puso rayas color rosa a la manera de los inchas del futbol”, describe.

A partir de ahí, la que quiere, lo hace: una raya, son guerreras participantes; dos rayas, son guerreras que están en la lucha o están en tratamientos; tres rayas quiere decir que les ha dado dos o tres de cánceres diferentes”.

La efectividad de la campaña, como prevención de la enfermedad y su penetración en los grupos femeninos, consiguió que el IMSS invitara al fotógrafo a hacer otra en unidades de salud de 10 estados.

Desde Baja California hasta Michoacán, madres, obreras, enfermeras, amas de casa e indígenas participaron. Se hizo un libro con sus rostros, se seleccionaron 70 imágenes y se creó una exposición, que va a ser presentada el 1 de octubre

La experiencia con las indígenas fue muy aleccionadora. Muchas de ellas eran sobrevivientes o perdieron a sus hijas o madres con la enfermedad y tenían muy claro para qué era la foto”, amplía.

En ellas no hubo pizca de vanidad, algunas tuvieron que viajar hasta cuatro horas y se sentían tan orgullosas de posar. En Hidalgo, una me dijo, 'no me importa que mi marido no quiera que me tome la foto; lo voy a hacer'”.

La inauguración fue en las instalaciones centrales de IMSS, en Paseo de la Reforma, pero en noviembre, Martín quiere que los mazatlecos tengan la oportunidad de verla en el puerto.

En total, hemos tomado casi 20 mil mujeres, a cada una se les da la información, se les planta la semilla de la prevención, lo hacemos con las que son madres”, aporta satISfecho.

Pero sobre todo, con las hijas. Las nuevas generaciones que crecen autoexplorándose van a hacer que se disminuyan los porcentajes de muerte por esa causa, estoy totalmente entregado a esta labor”.

TESTIMONIO

 

Una de las participantes fotografiadas en la campaña es Beatriz Molins, quien estuvo en el primer grupo de mujeres retratadas antes de que se llamara Pink Power, pues la invitaron a raíz del fallecimiento de su mamá por esa enfermedad.

Mi hermano, en ese momento, también estaba luchando contra el cáncer y fue muy significativo porque de alguna manera, estaba contribuyendo a que las madres no sufrieran eso y las hijas no padecieran el profundo dolor de perder a su madre”, complemenra.

En la foto, estoy llorando; me reía, pero las lágrimas rodaban por mi cara. Martín y yo, durante la sesión, hablamos de su mamá, de mi mamá, que tenía muy poco de haber muerto; era como decir 'aqui estoy, acompañando a mis enfermos, a mis muertos'”.

 

CRONOLOGÍA

 

2008

Fallece Anabella Sáenz de Gavica

 

2009

Se hace primera subasta de fotografias a beneficio de Promexico, como homenaje a Anabella Sáenz de Gavica

 

2010

Nace la fundación Bella y se realiza una exposición-subasta de pintura y fotografia de artistas mazatlecos a favor de Promexico.

 

2011

 

Nace Pink Power.