"La música es una esperanza para Sinaloa"
La esperanza de todas las sociedades se enfoca en los niños y se potencializa cuando los pequeños se interesan por la música. Así quedó demostrado ayer, cuando mil 44 pequeños y adolescentes ofrecieron un concierto en el Centro de Usos Múltiples de Mazatlán.
Desde hace más de dos años, gente menuda de los municipios de Ahome, Culiacán, El Rosario, Mazatlán, Guasave y Salvador Alvarado, se reúne alrededor de un director de orquesta y de cinco maestros de instrumentos para introducirse al seductor mundo de la música, que atrapa a los que se acercan y encuentran en él un sentido positivo para sus vidas.
Son ocho orquestas y 10 coros juveniles e infantiles
A este proyecto cultural tres empresas privadas lo apoyan, específicamente en Culiacán: Los Tigres del Norte, Cuauhtémoc Moctezuma y TV Azteca, que brindan apoyo a dos orquestas juveniles e infantiles creadas en la capital del Estado.
Más de 3 mil espectadores asistieron al concierto matutino, escucharon el ensamble de los sonidos que produjeron 100 instrumentos de madera, 60 de percusiones, 80 de la sección de metales, 350 de cuerdas y 554 voces.
La primera pieza que abordaron fue Que canten los niños, un himno inspirador de la alegría que puede significar la infancia y sus valores, la frescura y la espontaneidad.
La enorme sala fue el recipiente en el que cantaron el Oh fortuna, de la cantata Carmina Burana, del autor alemán Carl Orff.
El coro de niños guiado por el sonido de las cuerdas de violines, chelos, violoncelos y contrabajos siguió la pieza que termina con un acento que emociona a los escuchas.
Las 554 voces de niños acompañadas de una batería y un piano interpretaron fragmentos de canciones de Cri-Cri, como Di por qué, El ratón vaquero y Negrito bailarín.
El enorme ensamble musical continuó con Ti feu, una canción tradicional zapoteca.
José Ángel Espinoza “Ferrusquilla” recibió un homenaje cuando los coros cantaron un popurrí de sus canciones.
Una pieza que el público relaciona con Inglaterra, Pompa y Circunstancia, de Edward Elgar, consiguió unir en una melodía a los 490 instrumentos.
Las imágenes de Star Wars se proyectaron en una pantalla mientras las orquestas tocaban el tema de la famosa película.
Continuaron con la Sinfonía de las caricaturas, un popurrí de los temas de caricaturas de los años 60, como Los Picapiedra, Los supersónicos, Porky, entre otras.
El público escuchó Goza mi Calipso, Fiesta rumba y el gran cierre fue el Himno a la alegría, que Beethoven compuso hace más de 200 años y sigue siendo una pieza que evoca la esperanza en todo el mundo.
Dos encores se regalaron en el concierto matutino.
La cantante Perla Orrantia cantó Sueño imposible, del musical El Hombre de la Mancha y las orquestas juveniles e infantiles de Sinaloa tocaron el himno del Estado, El Sinaloense, que provocó un atronador aplauso del público.
AGRUPACIONES SINALOENSES
Las agrupaciones musicales que representaron al sur de Sinaloa fueron la Orquesta Sinfónica y Coro Infantil de El Rosario, integrada por 88 niños y la Orquesta Juvenil e Infantil del Instituto de Cultura de Mazatlán, integrada por 63 jóvenes.