"¿Existe el destino en el amor?"
Deseret News
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Desde los primeros grandes filósofos de la antigüedad hasta el día de hoy, los seres humanos han buscado respuestas acerca del amor. ¿Estamos predestinados a estar con alguien que nos hará completamente felices? ¿Tenía razón Platón y fuimos condenados a vivir nuestra vida buscando nuestra otra mitad? ¿Existe el destino?
Encontrar a "nuestra otra mitad" parece convertirse en la gran asignación de nuestras vidas ni bien aterrizamos en la pubertad. La sensación de estar incompletos parece crecer con nuestros cuerpos, y con la revolución hormonal característica de la edad, para sólo seguir aumentando con el tiempo. Entonces, ¿qué pasa si no encontramos nuestro "destino"?
A los 16 años, leíamos en algún lugar que para soñar con quien sería el amor de tu vida debías acostarte sin comer, colocar las hojas de un árbol específico (al que ahora no puedo recordar) debajo de la almohada y "mágicamente" veríamos al amor de nuestras vidas.
Aunque seguimos paso a paso los preparativos para el gran descubrimiento, lo único que descubrimos fue que no hay nada peor que acostarse demasiado temprano y sin comer. A pesar del gran esfuerzo en recordar algún nombre o un rostro o algo, se tuvo que admitir que el destino no había sido revelado.
Entonces había que enfrentar el futuro, como al resto del mundo, sin un manual de instrucciones y sin ninguna herramienta extra para hacerle trampa a la teoría de Platón y encontrar a esa otra mitad sin equivocarnos en nuestra búsqueda. Pero en toda travesía se aprende algo: el secreto en encontrar al amor de tu vida radica en la palabra "mitad" y no destino.
"Tienes todo lo que yo nunca supe que siempre había estado buscando", es una de las frases más resonantes de la conocida película "Solo los tontos se enamoran" (Fools Rush In), en el que el protagonista, quien no cree en el destino, se da cuenta de que estaba enfrente de quien se convertiría luego en el amor de su vida.
La mayoría busca a la otra mitad sin conocer la mitad que ya posee. Sin conocernos a nosotros mismos, sin saber qué es lo que nos complementaría y por ello fallamos una y otra vez, probando con personas de todo tipo, perdiendo el tiempo y el de los demás, lastimándonos y a veces lastimando, cuando el secreto está justo en nuestro interior.
El hecho es que "somos artífices de nuestro propio destino". Aun cuando haya en el mundo una persona especial que reúna todas las características que a nosotros nos complementarían y nos haría inmensamente felices, es nuestra tarea encontrarla y reconocerla. La clave está, tanto para quienes creen en el destino como para quienes no, en saber qué es lo que están buscando y para ello hay que conocer la mitad que ya se tiene.
Foto: Tomada de Diariofemenino.com
La mayoría busca a la otra mitad sin conocer la mitad que ya posee.