"En Sinaloa más de 14 mil personas tienen Hepatitis C y no lo saben"
La hepatitis C se origina por un virus poco común y raro que cuando entra en contacto con las personas comienza a evolucionar. No manifiesta síntomas, es por eso que la mayoría de veces no se detecta de manera temprana. En Sinaloa más de 14 mil personas tienen ese padecimiento y no lo saben, lo que podría ocasionarles cirrosis o cáncer de hígado.
Efrén Gallardo Angulo, médico gastroenterólogo del Hospital General de Culiacán, señaló que las enfermedades del hígado se encuentran dentro de las primeras causas de muertes en México y en el mundo.
Se estima que de forma probable el 0.5 por ciento de los sinaloenses tiene el virus del hepatitis C pero no lo sabe, es decir, más de 14 mil personas la padecen.
Esto equivale a la misma cantidad de habitantes de la sindicatura de Eldorado, según datos del Inegi hasta 2015.
Generalmente, comentó Gallardo, las personas creen que las enfermedades del hígado están relacionadas por el consumo de alcohol, sin embargo, hay pacientes que enfermaron de hepatitis C sin haber consumido esta sustancia, si no porque contrajeron el virus por otra vía.
“En las enfermedades del hígado todo el mundo conoce la enfermedad hepática por alcohol, pero un gran porcentaje de esos enfermos del hígado y que tienen cirrosis no tienen antecedentes de alcohol, muchos de ellos tienen infección por el virus de la hepatitis C”, señaló.
La enfermedad silenciosa que tardó años en descubrirse
El virus fue identificado en 1989, antes de ese año no se sabía de la presencia de este ni cómo identificarlo. Los médicos realizaban transfusiones de sangre de donadores y un uno por ciento de ellos lo tenía, entonces ocurría contagio.
Los estudios en hospitales y laboratorios iniciaron en 1992, a partir de ese año los especialistas comenzaron a tipificar la presencia del virus en la sangre e inició la nueva era en el tratamiento de la enfermedad, ya que comenzaron a surgir tratamientos para tratar de curarla.
“Surgieron medicamentos para tratar de curar la enfermedad, se podía controlar la enfermedad con un grupo de vacunas, en muchos casos con buenos resultados. Los mejores resultados fueron en la mitad de los pacientes, la otra mitad con muchos efectos colaterales como hepatitis crónica o aguda, cirrosis y cáncer, y de ahí la muerte”, explicó Gallardo Angulo.
Personas propensas a infectarse con el virus de hepatitis C
Las personas que usan drogas endovenosas y que comparten las agujas son la principal fuente de infección, también quienes han estado en la cárcel, parejas con conductas sexuales de riesgo, pacientes con insuficiencia renal que están en programa de hemodiálisis, personas que se hacen tatuajes en lugares no certificados y un grupo menor es el personal del área de la salud que está en contacto con los enfermos.
El especialista informó que otro grupo de riesgo que ha sido difícil de identificar son las personas nacidas entre los años 1945 y 1965, por las conductas culturales que ocurrieron en Estados Unidos y que finalmente tuvieron repercusiones en México.
“La mitad de los enfermos de hepatitis C están en ese rango de edad, sujetos que se conocían sanos tenían el virus. En nuestro país es algo distinto, sin embargo el norte de México comparte algunos de los datos epidemiológicos de los que tiene Estados Unidos”, dijo.
La hepatitis C sí es curable
Hay un tratamiento que cura la hepatitis C, que a pesar de ser muy costoso el Seguro Social y el Seguro Popular lo cubren, por lo que al paciente no le cuestan. Es un medicamento que consta de tomar una pastilla diaria durante tres meses y curan por completo la enfermedad.
“El Seguro Social tiene los nuevos medicamentos para curar la enfermedad, el ISSSTE y el Seguro Popular también lo tienen, así como los hospitales militares, la cobertura es prácticamente del 100 por ciento”, informó Gallardo Angulo.
“Es un tratamiento muy eficaz y es muy caro, en la calle cuesta 800 mil pesos más o menos, pero ya hay un pagador, cura la enfermedad o detiene la progresión de quien ya la tiene avanzada. También cura”, añadió.
“Si no tiene cirrosis se les quita la enfermedad, la hepatitis crónica se cura, la cirrosis no”, explicó.
Lamentó que aún cuando existe cura para la hepatitis C, hay personas que no saben que la tienen porque no se han realizado estudios para detectarla o peor aún, no manifiestan síntomas.
La misión de la Organización Mundial de la Salud es erradicar esta enfermedad para el año 2030, sin embargo por la lenta detección de ésta, dificulta el cumplimiento de esa meta.
“Resulta que no encontramos los sujetos positivos, los andamos buscando y tenemos programas de prevención aquí mismo en el hospital.
“La única manera de que logremos el objetivo de la Organización Mundial de la Salud de erradicar la enfermedad para el 2030 es tratar a los contactos, a todos los que tengan el virus deben de recibir tratamientos, es por eso que los gobiernos están haciendo el esfuerzo nacional para atender a todos”, declaró.
