"Solo el 30 por ciento de los mexicanos cuentan con educación financiera"
CULIACÁN._ En México sólo el 30 por ciento de la población cuenta con educación financiera, mientras que en países como Suecia, Noruega y Dinamarca es el 71 por ciento, en Canadá es el 68 por ciento de su población, y en Reino Unido los porcentajes se elevan a un 67 por ciento.
Según el estudio de Educación Financiera en México, de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión 2018, una buena educación financiera contribuye al crecimiento inclusivo de un país y a tener economías con mayor capacidad para recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro.
La educación financiera promueve la cultura del ahorro; genera conciencia sobre cuándo y cómo es conveniente endeudarse; permite comparar productos financieros; otorga protección a los consumidores que al estar informados, demandan mayor transparencia en los servicios financieros; y, en suma, protege el dinero individual, familiar, empresarial y del gobierno, es decir que, el buen manejo que tiene una persona sobre sus finanzas, impacta de manera positiva en su calidad de vida y en la de su familia.
Sin embargo, el estudio señala que, la falta de conocimientos financieros básicos, inhibe la habilidad de aplicarlos y conduce a que las personas utilicen métodos informales de ahorro y crédito e incluso, esquemas que pueden representar un riesgo para su patrimonio.
Con el fin de identificar las principales barreras que enfrentan los mexicanos para acceder al Sistema Financiero Nacional, generar información estadística e indicadores para diseñar políticas públicas y establecer metas en materia de inclusión y educación financiera, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía realizaron la tercera Encuesta Nacional de Inclusión Financiera.
Según la ENIF 2018 son 54 millones de personas de entre 18 y 70 años de edad las que cuentan con al menos un producto financiero, lo que equivale en promedio, al 68 por ciento de la población nacional.
El porcentaje de adultos con cuentas de ahorro para el retiro se incrementó en un 12 por ciento de 2012 al 2018, sin embargó, bajó 1 por ciento respecto a la edición de la ENIF 2015.
Sin embargo, solo el 4.9 por ciento de los adultos dijo realizar aportaciones voluntarias a su Afore, mientras que el 34 por ciento de los adultos planea cubrir sus gastos en la vejez con su pensión y complementar con otros medios.
La brecha de género se redujo a sólo 3 puntos porcentuales en la tenencia de cuentas, al pasar de 46 por ciento a 48 por ciento; la región Noroeste del país mostró la mayor proporción de población incluida financieramente con un 82 por ciento.
La encuesta indica que el nivel de ingreso, escolaridad, tipo de empleo y educación financiera, entre otras características sociodemográficas están asociadas positivamente con tener créditos o cuentas.
El porcentaje de adultos sin crédito formal es de 69 por ciento, lo cuál supera por un margen considerable a quienes cuentan con un crédito formal, que son el 31 por ciento.
Las tarjetas departamentales son el principal producto de crédito con el 61 por ciento de usuarios, seguida de las tarjetas de crédito bancarias con 34 por ciento y los créditos de vivienda con un 22 por ciento.
El número de adultos que utiliza los corresponsales bancarios se incrementó en 10 puntos porcentuales de 2012 a 2018, esto representa un incremento de 10.4 millones de adultos, es decir, actualmente el porcentaje del uso de canales financieros se distribuye de la siguiente manera: sucursales bancarias 43 por ciento, cajeros 45 por ciento y corresponsales 40 por ciento.
Dato: Los corresponsales bancarios son establecimientos o negocios autorizados para actuar a nombre y por cuenta de alguna institución bancaria, con el propósito de que las personas puedan realizar algunas transacciones financieras cotidianas, de manera más fácil y accesible. Algunos de los servicios o pagos que se pueden realizar en estos negocios son: retiro y depósito de efectivo, cobro de cheques, pago de créditos y servicios, consulta de saldos y apertura de cuentas.
De acuerdo con la ENIF 2018, el número de adultos que tiene contratado el servicio de banca móvil se incrementó casi seis veces más con respecto a 2012, al pasar de 1.4 millones a 8.4 millones; además, en el sector rural ahora existen 1 millón de usuarios con banca móvil a diferencia de los 196 mil registrados en el 2012.
El efectivo es el medio de pago predominante en las transacciones más comunes, el 95 por ciento de las personas lo utiliza para pagar compras de $500 o menos, seguido por las tarjetas de débito, crédito y otros pagos electrónicos.
En tanto a la protección al consumidor, el 53 por ciento de los adultos dijo conocer Bancos, Instituciones Financieras, CONDUSEF, PROFECO y demás instancias para presentar una queja en caso de algún problema financiero.
El 7 por ciento de los encuestados reportó haber tenido problemas de fraude o delitos relacionados con productos, servicios o esquemas financieros en los últimos tres años, siendo las principales razones el robo de identidad por 3.1 millones de adultos; la clonación de tarjetas por 2.1 millones de adultos y la inversión en productos fraudulentos por 1.5 millones de adultos.
Si bien México ha tenido un avance significativo en cuanto a inclusión financiera se refiere, según la ENIF 2018 aún es necesario doblar esfuerzos, ya que diversas áreas de oportunidad pueden ser cubiertas en pro de la sociedad.
Dato: Según el Banco Mundial, la inclusión financiera significa, para personas físicas y empresas, tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades, ya sean transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguro, prestados de manera responsable y sostenible.