"Karely Pérez Guerrero, la doctora que venció el Covid y regresó a salvar vidas"
La adrenalina corría por las venas de todos; paciente masculino, el diagnóstico indicaba infarto; camilla, pulso, signos vitales, intubación, la revisión que debe seguirse fue cumplida por la doctora Karely Pérez Guerrero quien desde el mes de noviembre de 2019 labora en urgencias médicas del Issste.
Era la última semana de marzo, la primera del confinamiento por Covid-19 y la médica no sabía a qué se iba a enfrentar hasta que el resultado del laboratorio lo cambió todo, no había sido un infarto sino uno de los primero pacientes con coronavirus en Sinaloa.
Seis días después, la doctora Pérez inició con los síntomas, los cuales minimizó ya que las guardias se habían complicado y creía que era el cansancio del trabajo, hasta que la situación empeoró.
"Me sentía muy cansada pero como son del personal del turno nocturno consideraba que era mi cansancio personal, como estaban más pesaditas las guardias pues decía a lo mejor me cansé más", recordó.
El cuidado con equipo especializado cambió, la médica pasó de cubrebocas sencillo y lentes de protección, a traje quirúrgico, bata azul, guantes, cubrebocas reforzado, con el paso de los días lo sentía caliente, incómodo; le siguió el dolor de cabeza, así transcurrieron otros cinco días, hasta que nada de esa situación le pareció normal.
"Me tomé la temperatura en mi casa y los síntomas coincidían, me empezó a doler la garganta y yo ya acudí a valoración ahí mismo en el hospital se me atendió", narró.
Un par de días después estaba confirmado, Karely tenía coronavirus. Aunque se sabe fuerte su principal preocupación era su familia, sus padres y hermano tienen comorbilidades, temió contagiarlos pero eso no ocurrió.
Aunque no se complicó su condición de salud, la fiebre no cedía ni con medicamentos, incluso se tenía que bañar en las madrugadas para tratar de controlarla. Cumplió el aislamiento de 14 días, para poder volver tuvo que ser valorada por un neumólogo, le realizaron otra prueba y una tomografía, una vez concluido el proceso, estaba lista para volver a urgencias pero ahora para salvar vidas.
El regreso al hospital
La doctora Karely Pérez está asignada al triage del Issste en Culiacán, es decir, es una de las médicas que valora a los pacientes que llegan a recibir atención y cataloga por código el nivel de urgencia del padecimiento del paciente, con el recrudecimiento de la pandemia de Covid-19 y al tener contacto directo con quienes acuden al servicio la protección debió cambiar, lo que complicó la labor de la médica.
"Al regresar ya me compré la mascarilla con los filtros y todo, y mi careta ya no me la quité, aparte cuando regresé yo los primeros días yo todavía sentía que me ahogaba, nunca me faltó el aire pero ya yo creo que con todo el equipo yo sentía que me ahogaba", comentó.
"Me tenía que salir un momento después de consultar salía, me quitaba un poquito afuera las cosas, agarraba aire, tomaba agua y me regresaba pero ya fuera de los pacientes y todo", añadió.
Los protocolos de revisión tuvieron que ser readaptados para proteger al personal médico que, como Karely, sirve de filtro para clasificar casos en urgencias.
"Es muy difícil porque si un paciente llega que le duele la garganta, ahorita la indicación es que no lo revises a menos que sea muy necesario, la garganta, no revises nada más porque sí. Antes yo lo hacía de protocolo con todos mis pacientes revisarlos, ahorita no, ahorita el que lo necesita lo reviso y con mi equipo", dijo.
Aunado al reajuste de revisión, la labor de los médicos se ve entorpecida por las respuestas de los pacientes en la primera revisión.
"Es todo muy difícil porque los pacientes nunca quieren tener Covid, entonces a veces ellos nos mienten en los síntomas 'señor, ¿ha tenido tos? -No, -y ahí están tosiendo adelante de nosotros", lamentó.
"Nos mienten para que no los mandemos a Covid, no es que nosotros queramos mandarlos ahí, sino que a veces ellos ameritan una atención por ese servicio y se niegan, han firmado altas voluntarias y regresan ya después muy graves", explicó.
Además, comentó la médica, los pacientes no quieren permanecer en el hospital cuando es necesario, a veces se van y regresan peor, cuando los galenos ya no pueden hacer nada.
"Se les explica eso, que si se los llevan al regresar ya no vamos a poder hacer nada. Y sí, a veces llegan directo al tubo porque nunca aceptaron un tratamiento de inicio y es muy difícil porque recibes mucha gente y además de eso los ves morir solos...es muy triste", expresó.
"Los pacientes mueren solos, a veces los tienen que sacar para despedirse, y ni siquiera se pueden despedir, los sacan en bolsas negras, se los llevan directo a la funeraria, a veces sin que el familiar pueda ver el cuerpo", añadió.
"Es impactante ver cómo mueren, mueren solos sufriendo y no puedes hacer nada".
Héroes y villanos en medio de la pandemia
Al estar en la primera puerta a urgencias, la doctora Karely trata con toda clase de pacientes, los que se rehusan, los que cooperan, y los que dudan.
En el mes de junio un hombre de 75 años se convirtió en el paciente que la ha marcado hasta la fecha. Por su condición de salud tenía que quedarse en el hospital, pero se negaba.
"Y me dijo no porque yo ya no voy a salir, y le dije pues señor hay que intentarlo porque es lo único que puede hacer la diferencia entre que salga o no. Si se va ahorita usted va a regresar ya complicado y ahí sí no va a salir", narró.
"Ahorita viene caminando, hay muchas posibilidades de que sí salga, pero si se va y regresa complicado, yo creo que ahí sí no sale", recordó.
El señor finalmente se quedó hospitalizado por decisión de sus hijos. Requirió oxígeno, estuvo en cuidados intermedios, pero 20 días después fue dado de alta porque superó el coronavirus.
"El señor sí salió, al final me dio las gracias y que le había ido muy bien, a veces las cosas no son como las cuentan", rememoró la médica.
"Si llegan muy complicados y directo al tubo ya para que salga el porcentaje es muy bajo, que salga de un tubo es muy bajo. Pero a veces llegan que no hay otra opción nomás que ponerle el tubo", detalló.
La enfermedad no es con lo único que tienen que lidiar los médicos durante la pandemia. En el Issste tuvieron que solicitar presencia policiaca para resguardar el hospital ante las agresiones de pacientes contra el personal sanitario.
"Es muy difícil estar peleando con una enfermedad, y aparte de eso con la gente que no hace caso a las medidas que se dictan".
"Nos sentimos muy mal, muy impotentes porque nosotros estamos dando todo, hay médicos que de verdad no han salido, yo no salgo desde marzo a menos que sea necesario, y que la gente esté saliendo como si nada y no le importe, y al final lleguen diciendo que es nuestra culpa sí da un poquito de coraje".
Médicos entre la vida y la muerte
El pasado mes de septiembre medios nacionales publicaron un estudio realizado por Amnistía Internacional en el que se evidención que México está en primer lugar a nivel mundial en mayor número de muertes de personal de salud por Covid-19. La cifra actualizada a ese mes era de mil 320 defunciones de galenos en el País.
En el caso de Sinaloa, al 30 de septiembre la Secretaría de Salud registró mil 163 médicos contagiados con coronavirus; 481 corresponden al IMSS, 476 a la SSA, 66 al Issste, 52 de hospitales estatales, 35 son de clínicas privadas, 31 de IMSS-Oportunidades, 13 de hospitales municipales, siete de la Secretaría de Marina, y dos de la Secretaría de Defensa Nacional.
Del 28 de febrero al 30 de septiembre fallecieron 35 médicos, 15 de la SSA, 10 del IMSS, cinco de clínicas privadas, dos del ISSSTE, dos de hospitales estatales, y uno de IMSS-Oportunidades, según información proporcionada a Noroeste por la Secretaría de Salud estatal.
Hasta esa fecha las autoridades de salud no registraron ninguna reinfección de Covid-19 en personal médico.
Pasión por la medicina y evolución humana
Lo que le ha tocado presenciar durante la pandemia de Covid-19 ha dejado cambios personales en la médica Pérez Guerrero. Ahora, dijo, valora más las cosas que antes no, lamentó percatarse que muchas familias dejan en abandono a los adultos mayores hasta que los ven hospitalizados, y al final verlos morir solos es impactante.
"Yo creo que todos tenemos derecho a despedirnos", expresó.
La doctora Karely Pérez Guerrero tiene 27 años de edad, es médica general, y el año pasado concluyó su servicio social por lo que inmediatamente ingresó como trabajadora al ISSSTE. Inicialmente pensaba especializarse en traumatología, pero su incursión en el triage y la atención de pacientes durante la pandemia, la hizo cambiar de parecer a urgencias médicas.
"Aunque es algo que tienes que vivir con mucha adrenalina, siempre tienes que andar corriendo, y siempre sabes que el paciente que entra considéralo grave hasta que demuestres que no está grave".
--¿Por qué estudió medicina?
--Es lo que me apasiona, saber qué tiene el paciente, por qué está así. Es algo muy bonito, y difícil de explicar. La verdad no sé, no me veo de otra cosa y como médico me siento muy bien, a veces me desespero, pero no lo cambiaría.
"Es todo muy difícil porque los pacientes nunca quieren tener Covid-19, entonces a veces ellos nos mienten en los síntomas 'señor, ¿ha tenido tos? -No, -y ahí están tosiendo adelante de nosotros... Nos mienten para que no los mandemos a Covid, no es que nosotros queramos mandarlos ahí, sino que a veces ellos ameritan una atención por ese servicio y se niegan, han firmado altas voluntarias y regresan ya después muy graves".
"Es muy difícil estar peleando con una enfermedad, y aparte de eso con la gente que no hace caso a las medidas que se dictan. Nos sentimos muy mal, muy impotentes porque nosotros estamos dando todo, hay médicos que de verdad no han salido, yo no salgo desde marzo a menos que sea necesario, y que la gente esté saliendo como si nada y no le importe, y al final lleguen diciendo que es nuestra culpa sí da un poquito de coraje".
Karely Pérez Guerrero
Doctora