"Esperar la vida… recibir la muerte. Los niños fallecidos en el IMSS en Culiacán"
De acuerdo con la CNDH de diciembre de 2014 a septiembre de 2015 en el Hospital General Regional Núm. 1 de Culiacán, Sinaloa, murieron 24 recién nacidos, todos de manera inesperada en horas, días, semanas.
La respuesta de las autoridades en todo este tiempo ha sido, también, irrefutable:
Enredos, evasivas, indiferencia y un muy largo silencio han sido las únicas respuestas, nada concreto a las madres y los padres de lo qué pasó y por qué pasó.
A casi cuatro años del primer caso, la única certeza con la que han vivido las familias de los infantes fallecidos, es la duda. Dudas e interrogantes es lo que no han podido enterrar las madres y los padres de al menos 24 niñas y niños. ¿Cuál de todas las versiones que se fueron tejiendo en estos años les puede explicar las causas de esas muertes? ¿Quién les dirá, de una vez por todas, qué pasó con la vida de sus hijos que apenas vieron la luz unas horas, unos días, unas semanas, incluso meses?
Casi tres años, desde que se interpuso la primera queja formal, y ninguna de las autoridades, comenzando con los médicos del HGR 1, directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pasando por la Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tienen una explicación de las causas concretas de esas muertes. Demasiado tiempo.
O quizá la única explicación a eso es, ¿o no saben o no quieren saber lo qué pasó?
Muerte y silencio, en este caso, son otros sinónimos que en México van de la mano de la impunidad.
Esta investigación asociada entre el Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE) y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el Colectivo de Mujeres Activas de Sinaloa (C´MAS) y el Grupo Editorial Noroeste demuestra, a partir de testimonios y entrevistas con algunos padres y madres de los infantes muertos, la resistencia a la que han sido sometidos todos estos años pero, sobre todo, el valor para atreverse a denunciar públicamente a un sistema de impunidad representado por las autoridades.
Sus casos y testimonios muestran los fracasos de los sistemas de salud y judicial que, por lo menos hasta ahora, parecen haberse aliado para que, como muchas situaciones reprochables en México, se pierdan en el olvido.
Dicen madres y padres en las entrevistas:
--Le pregunté una y otra vez “qué había pasado con mi hijo”, y la única respuesta fue el silencio, los enredos, los pretextos.
Una de esas madres deja caer esa loza de la impotencia en tres palabras:
“¿Cuándo pasó esto…?”.
O como consigna Regina Taméz directora del Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE): “La corrupción mata, tiene víctimas de carne y hueso”.
Para leer el reportaje completo, entra en este enlace:
Esperar la vida… recibir la muerte