"'Es el flamenco un sentimiento profundo'"
Desde que era niña, Adelita Ibarra tuvo contacto con la danza, bailó polinesia, folclórica, árabe, española, pero cuando vio un espectáculo de Pilar Rioja, en el primer Festival Cultural de Sinaloa, la atrapó el flamenco. Hoy, dirige el grupo Almería Flamenco, de la Ciudad de México.
"Yo creo que el lazo con la danza viene desde nuestros padres que nos empiezan a inculcar y llevar a la disciplina, la decisión la toma uno porque cuando la sientes y te llega al corazón, es algo adictivo y no la quieres soltar", dice la bailaora sinaloense.
"Más aún el flamenco, que su origen fue derivado de esa construcción, se cantaba cuando estaban tristes, cuando trabajaban en la minería, hay una expresión que se externaba. El flamenco te atrapa por el mismo sentimiento profundo, por las ejecuciones propias del baile, que es contar una historia a través del cuerpo y la percusión de los pies, esa fusión gitana".
El flamenco ha sido una de sus grandes pasiones. A la par de formarse con grandes maestros, estudió la carrera de derecho, se casó, actualmente trabaja en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, y los domingos se los dedica al escenario.
"Cuando vi a Pilar Rioja en el primer festival cultural de Renato Vega dije, 'yo quiero eso', me voy al DF, conozco a Mercedes Amaya y dije yo quiero bailar, y es un proceso difícil pero más lo es quedarte con las ganas y no hacerlo".
Adelita es hermana del poeta Jesús Ramón Ibarra y su contacto con el estado es frecuente. Participó el año pasado en el Festival Cultural Sinaloa y el 28 y 29.., compartió tablao de flamenco en conocidos restaurantes bar de Culiacán y Mazatlán, respectivamente.
"Hay personas en Sinaloa que han sido muy importantes, la danza la conocí en Sinaloa, primero con la maestra Alicia Montaño, luego con Jorge Tapia Serrano, responsable que efectivamente yo sintiera la danza como una forma de vida", reconoce.
En la Academia de Mercedes Amaya conoció a Mercedes Arias, Carolina Galván y Rocío Sánchez, que además de compartir escenarios y la academia se reunían para adquirir habilidades en pasos y movimientos.
Y luego de siete años de empatía y amor por este arte, de formarse con maestros como Roxana Nadal, Manolo Vargas, Jorge Noriega, Marién Luévano, Isabel Treviño, Marcela Morín, Karime Amaya, Nino de los Reyes. Farruquito, Antonio Canales, Carmen Ledesma, Juan Paredes, Adela Campallo, Fuensanta La Moneta, en 2015 formaron Almería Flamenco.
El grupo, asegura, les ha permitido realizarse en lo que les gusta y no obstante que desarrollan otras actividades en el ámbito profesional, se dan el espacio que requiere el flamenco, con constancia, con pasión, pues para ellas bailar es una forma de vida y otra manera de respirar.
Mercedes es hija de mexicanos, abuelos españoles y que desde niña se formó en el baile español.
"Fue en Inglaterra donde me formé con españoles, andaluces y vi la riqueza del flamenco", comparte.
Y a la par, trabaja en el proyecto de fideicomiso para remodelar el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México.
Carolina, ingeniera civil, trabaja en una empresa del sector minero, es mamá y el flamenco, parte importante de su vida.
"Cuando vi el flamenco de Mercedes Amaya dije 'es lo que quiero hacer', ella es línea directa de una familia que ha sido muy importante en esta disciplina, es sobrina de Carmen Amaya, un hito en la historia del flamenco. El flamenco tiene tantos estilos, es el canal mediante el que nos expresamos", dice.
"Tenemos compañeras que están ahí porque les gusta, no importa edad y uno dice yo voy a seguir hasta que pueda zapatear.
En Almería Flamenco hay un común denominador, coinciden las bailaoras, y es que sus integrantes hablan el mismo lenguaje, con empatía y amistad.
PARA SABER
El primer evento en que participaron como Almería Flamenco fue en Milwaukee, y en dos años consecutivos han llevado tablaos y eventos en distintos foros.