"En Imala, la gente no sale más que a lo básico; están bien resguardados y no viajan a Culiacán"

"Pero algunos abarrotes aún están abiertos, porque de ahí se surten las familias de la comunidad y sus alrededores"

Teófila salió porque lo tuvo que hacer, y mientras caminó por las calles principales del pequeño pueblo, se percató de que la gran mayoría de sus habitantes acata la cuarentena.

En la entrada del balneario de aguas termales, el destino turístico más importante de la región, Teófila aguarda si no se ofrece nada más para regresar a casa. Sólo acudió porque un grupo de policías quiso verificar el complejo por dentro.

“Todos están en sus casas, y los que salimos a trabajar, pues por motivos de que tenemos que trabajar”, explicó la mujer de 42 años.

Su compañero Alfredo, de 46 años, confirma que la actividad en este pueblo, que parece haber sido detenido en el tiempo, se detuvo con la llegada de los días previos a las vacaciones, pero por la contingencia sanitaria que se decretó a consecuencia de la pandemia propiciada por el virus Covid-19.

Pero algunos abarrotes aún están abiertos, porque de ahí se surten las familias de la comunidad y sus alrededores.

“Los supers, los grandecitos (cerraron), los abarrotitos chiquitos no, muchas veces no tiene uno la manera de verse prevenido con mucha comida, y pues tiene que salir”, aseguró.

Teófila recalcó que en algunas ocasiones viajan a Culiacán, sólo para traer algunos encargos especiales, pero procuran evitarlo por la presencia del virus en la capital del estado.

“Porque pues no puede salir a Culiacán. Ese abarrote es el único que está abierto, y la señora siempre está... la verdura, el queso, la tortilla, la masa, la coca, imagínate, ¿por qué?, pues cómo vamos a ir hasta Culiacán a comprar eso”, expresó.

“Ya tenemos dos semanas, vamos a cumplir tres semanas. Ha estado tranquilo, aquí, nada de turistas... pero nadie salimos a ninguna parte, a Culiacán, ni tampoco la gente de Culiacán viene aquí”.

Teófila espera que la situación pase pronto para que en el pueblo pueda haber la misma actividad que antes.

En los últimos años, los culiacanenses han acostumbrado en mayor cantidad, visitar lugares como Imala durante los fines de semana, para consumir en los restaurantes, en los puestos de artesanías, de raspados y panaderías rústicas, además de disfrutar del balneario con aguas termales.

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