"Antes de los videoescándalos, la relación de Carlos Ahumada y el futbol mexicano también causó polémica"

CIUDAD DE MÉXICO._ Carlos Ahumada Kurtz fue detenido en Buenos Aires, Argentina, este viernes a solicitud de la Fiscalía General de la República. En México, el ámbito de la política no fue el único en donde el empresario mexico-argentino se inmiscuyó, pues en el futbol nacional también generó bastante polémica.

Ahumada tuvo participación en dos equipos de la que actualmente se conoce como Liga MX. Su historia comenzó en el 2002, año en que compró al León. En aquel entonces, el dueño del equipo, Roberto Zermeño, buscaba vender a la escuadra Esmeralda porque necesitaba una inyección de entre 7 y 8 millones de dólares, pero él no contaba con los recursos económicos.

Sin embargo, las primeras diferencias surgieron, relató en Zermeño 2004 a la revista Proceso, cuando “Ahumada empezó pidiéndome fiado al equipo y francamente me dio mala espina”. Después de varios meses, Ahumada convenció a Zermeño bajo el argumento de que lo dejaría como presidente del equipo mientras terminaba de pagarlo.

En una ocasión, narró Zermeño, “me envió al licenciado Ignacio Morales Lechuga, ex Procurador General de la República, en aras de hacerle una rebaja y que se lo dejara fiado”. Incluso, otra de las promesas que le hizo para adquirir al equipo fue que llevaría a César Luis Menotii como director técnico.

Adquirió a los Panzas Verdes por 5 millones de dólares, mismos que se cubrirían en igual número de pagarés por 1 millón de dólares cada uno, pero Ahumada sólo pagó los dos primeros. El problema entre los empresarios estalló dos meses después de la adquisición del equipo, cuando éste, a causa de varios años de malos resultados, descendió a la Primera División A.

Al respecto, Zermeño le contó a Proceso que cuando acudió a las oficinas del argentino, éste lo recibió con palabras altisonantes “y terminó por advertirme que le hiciera como quisiera pero que él ya no se interesaba en el León, que me lo iba a regresar o que por lo menos le rebajara un millón de dólares para que pudiera recuperarse”.

Un año después de la fatídica experiencia con León, Ahumada Kurtz volvió a intentar tener relevancia en la directiva de un equipo de futbol mexicano. En esa ocasión se trató de Santos Laguna, mismo que le compró al Grupo Modelo. Sin embargo, su administración fue un total fracaso.

Para 2004, después de que se destaparan los videoescándalos que lo ligaban al político René Bejarano, la Secretaría de Hacienda le embargó al equipo, lo cual lo dejó hundido en una profunda crisis económica y deportiva.

Durante el breve periodo a la cabeza de los laguneros, Ahumada dejó una institución en medio de una desestabilización económica y cuando Hacienda lo devolvió a su anterior propietario, los Guerreros contaban con muy poco capital e incluso estuvieron cerca de descender de la Primera División.

Tras pasar varios años preso, Ahumada regresó a Argentina en 2007, en donde el empresario volvió a inmiscuirse en el futbol en conjuntos como Talleres de Córdoba, Juventud Universitaria y más tarde con Estudiantes de San Luis.

Carlos Ahumada fue detenido ayer pues la Fiscalía General de la República (FGR) determinó que cuenta con los elementos necesarios para ejercer acción penal contra él por su presunta responsabilidad en delitos de extorsión, fraude específico, falsificación de documentos y uso de papeles falsos.

La investigación de las autoridades mexicanas ocurrió gracias a la denuncia que presentó Rosario Robles Berlanga por el delito de extorsión en agosto de 2013, cuando era secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de Enrique Peña Nieto, uno de los puestos más importantes del gabinete, ya que entre sus tareas estaba la distribución de los programas sociales.

Robles aseguró que Ahumada Kurtz falsificó su firma para inscribirla en un pagaré por 400 millones de pesos mexicanos. Con este documento, el empresario pretendía cobrar un préstamo que le hizo al Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuando ella era la dirigente del partido.

En 2014, el pagaré fue transferido por Ahumada a dos empresarios argentinos, quienes lograron embargar cuentas bancarias del PRD con la intervención de un juzgado de El Chamical, en la provincia de La Rioja.

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