"Y llegó el otro colapso... en ¡azul!"
La inhabilitación por cinco años de toda función pública de los ex alcaldes Carlos Felton y Alejandro Higuera es una muestra de que el combate a la corrupción y la impunidad va en serio.
Pero es inevitable que no tenga la otra lectura: la política, la que elimina a dos miembros importantes de la flaca caballada del PAN, ahora acusados de participar en el gran fraude en el que se ha convertido el Tiburonario del Acuario de Mazatlán.
Y aunque pueden impugnar la decisión, el golpe que recibieron ayer al mediodía los dejaría buen tiempo en la lona.
Pero en este cuento bizarro hay más implicados, funcionarios de nivel estatal y constructores, pues de acuerdo con las revelaciones, nunca hubo un proyecto ejecutivo de la pecera del tiburonario, lo que salpica de manera directa al constructor de las primeras etapas.
Incluso, la actual directora del Acuario, My Lai Quintero, está bajo investigación según se anunció ayer en la conferencia en la que se dieron a conocer las sanciones a los ex funcionarios.
El desaseo del tiburonario tiene más responsables, por lo pronto le mete ruido al escenario que se avecina en el 2018.
Con esta sanción se abre la posibilidad de que se aclaren los caminos de más de 80 millones de pesos, perdidos en los bolsillos de políticos y constructores, y hasta algún periodista beneficiado.
Incongruencias verdes
En estos días, donde políticos de todos sabores y colores buscan reflector, con aires de reelección, aparecen algunos proyectos, ideas y propuestas que no tienen desperdicio.
Una de éstas es una iniciativa recién leída en la tribuna parlamentaria, que lleva por nombre “Ley de Imagen Institucional”, y la cual pasó olímpicamente desapercibida.
Con ella, palabras más palabras menos, se busca que los gobernantes en turno dejen su egolatría... para las paredes de sus casas.
Y es que la iniciativa de marras toca un tema poco visibilizado en la opinión pública: el derroche que se destina sexenio tras sexenio, trienio tras trienio, en “imagen institucional”.
Carretadas de dinero público se van a la basura para cambiar logos de cuanto bien mueble e inmueble público existe, desde vehículos hasta fachadas de edificios, y sustitución de toneladas de papelería oficial para satisfacer caprichos personales.
Todo por colocar tomatitos, corazoncitos y sellitos, con el cual los políticos buscan estampar su “estilo propio”, que no es otra más que el culto a la personalidad.
El asunto se complica con los alcaldes, que tienen periodos de tres años (ahora seis, si el “dedazo” de las cúpulas partidistas se los concede).
Ninguno quiere “heredar” la “imagen” de los antecesores.
Incluso hay quienes hasta botargas se sacan de la manga, como el ex Alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix, quien ahora sueña que multiplicar sus “morrines” por todo Sinaloa, si lo hacen candidato a Senador. Aunque nos dicen que se consuela, si el PRI lo deja poner al menos sus “morrines” en uno de los distritos de Culiacán.
Pobres políticos nuestros, que creen que con tomates, corazones y sellos se les querrá por toda una eternidad.
Por cierto, lástima que una propuesta de este tipo provenga del Partido Verde, satélite del PRI, con nula calidad moral para enarbolar estas banderas.
Sobre todo cuando han utilizado millonadas de pesos, para posicionar su “marca” en publicidad disfrazada en televisión nacional y hasta en revistas de chismes.
Y más aun en estos días, cuando varios artistas de la farándula han revelado las milloooonadas que les ofreció el “Verde”, para publicar tuits a su favor en contiendas electorales.
Incongruencias verdes, pues, que sin embargo no hay que echar en saco roto...
Noches no tan buenas
Este 24 y 25 de diciembre en Sinaloa se registraron nueve asesinatos, de los cuales cuatro fueron en la capital sinaloense.
Este número de homicidios, acorde a lo que ha sido este 2017 en cuestión de asesinatos, que hasta el 25 de diciembre se tienen contabilizados mil 543 asesinatos en el Estado.
Para darnos una idea del nivel de violencia, el año pasado se registraron sólo dos asesinatos el 24 y 25 de diciembre, y hoy fueron nueve, y miren que el sexenio de Mario López Valdez no fue el más tranquilo de todos, pero este primer año de Quirino Ordaz Coppel lo superó con creces, respecto al último año malovista.
Pese a los nueve asesinatos, Cristóbal Castañeda Camarillo, Subsecretario de Seguridad Pública aprovechó una conferencia de prensa donde informó los nueve homicidios para decir que los asesinatos van a la baja, pese a que en octubre se registraron 87 muertos y en noviembre fueron 88.
A lo mejor Camarillo los compara solamente con los asesinatos que se registraron en meses como mayo, junio y julio, donde mataron a más de 120 personas, mínimo por mes.
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