¡Qué buen coach sería el gato de Alicia!
La lectura siempre nos hace pensar, nos inspira. Hoy viajé de la Ciudad de México a Hermosillo. En el vuelo tuve oportunidad de leer varios periódicos. En uno de ellos me encuentro un artículo de Paola Domínguez titulado “Vivir la Vida”. Mucho me hizo pensar.
Las nuevas generaciones ahora centran su vida en vivencias. Más que trabajar para conseguir bienestar a través de mayores ingresos y posesiones, los jóvenes ahora buscan contar con una tarjeta de crédito que aguante los pagos de sus experiencias.
Prefieren viajar que ahorrar, moverse en Uber que comprar un carro, compartir el uso de activos que adquirirlos. Son parte de la economía del compartir. Este es el nuevo consumismo.
Pareciera como si todo en nuestra vida girara en torno a lo que hacemos para pasarla bien. Bueno, tampoco queremos decir que la vida es para sufrirla y pasarla mal. La verdad es que la vida cobra sentido cuando descubrimos para qué fuimos hechos, con qué propósito nos trajeron aquí.
Pero este propósito es sumamente versátil, flexible, abierto, y tenemos que descubrirlo. No podemos desaprovechar la oportunidad que nos han dado de generar algo valioso para este mundo. Nos han dado un lugar, unas posibilidades, unos talentos, unas relaciones, que podemos tomar como materia prima para construir nuestra obra.
Muchas madres tendrán como su gran obra la crianza de sus hijos. Los artistas hacen de sus creaciones su gran obra. Los gobernantes han de crear las condiciones para el mejoramiento de la población. Los empresarios tienen la misión de crear riqueza de un modo particular.
Imagínense que la madre de Beethoven hubiese decidido no tener y criar a su hijo, o que él mismo hubiese decidido dedicarse a la carpintería, o que Churchill hubiese elegido la carrera de la astronomía. Está claro que sus vidas tuvieron sentido porque descubrieron como trascender aprovechando sus capacidades.
Durante muchos años fui de pesca con un guía que era un gran conversador. Dominaba como nadie los escondites de los Everglades en Florida. Siempre tuvo palabras adecuadas para entretenerme, para hacerme pensar, para enriquecer horas juntos en la lancha.
“Snapper” Butler fue Alcalde de su pueblo en varios períodos, fue un guía de pesca extraordinario, nos enseñó muchas cosas a muchos, y también enriqueció la vida de miles de pescadores con su plática. Extrañamos al personaje.
Sin duda Snapper cumplió su destino. Tuvo un lugar en la historia. Su vida nos impactó a muchos.
Pero abundan quienes no saben el sentido de su vida. No han descubierto para qué son buenos. No han definido dónde está su gran potencial. Desperdician su vida en otros despropósitos, dejan pasar el tiempo navegando por sendas incoherentes y vacías.
La vida en general no es lo que debemos vivir. Es nuestra vida la que nos ocupa, la que es nuestra responsabilidad, la que nos da sentido, nos realiza, y nos permite trascender. No tenemos por qué vivir la vida que otros nos impongan: ni nuestro trabajo, ni nuestras diversiones, ni nuestra ropa, ni nuestra forma de hablar o de relacionarnos debe ser impuestas por nadie ni por nada.
Nadie podrá vivir nuestra vida. Nadie puede suplirnos. No podemos delegarle a nadie la ocupación, el cometido, la empresa de nuestra vida. Eso solo nos corresponde a cada uno de nosotros.
Vivir nuestra vida es ser libres, es ser responsables, y es ser felices…siguiendo nuestro propio camino. Nuestra tarea es descubrir a dónde vamos, y por qué ruta. Entonces podremos hacer nuestra obra, esculpir nuestra vida.
Concentrémonos en nuestra mejor oportunidad. No nos dispersemos. No diluyamos nuestra vida en donde nada obtendremos ni aportaremos. Estudiemos nuestras fortalezas, analicemos nuestras posibilidades, y escojamos el camino más fecundo que podamos.
Y entonces sí, vivamos intensamente, saquémosle jugo, estemos en nuestra jugada. Gracias Paola por hacernos reflexionar. Siempre es momento de trabajar en nuestros caminos de vida. No queremos perdernos, ni llegar a dónde no queríamos.
c_dumois@cedem.com.mx
http://www.cedem.com.mx
Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois