El arresto del General Salvador Cienfuegos Zepeda ha marcado una línea del antes y después en muchos aspectos, uno de ellos es el impacto que tendrá en los funcionarios que coincidieron con él.
Sin avisarle a nadie, Estados Unidos detuvo al militar en retiro cuando aterrizaba en Los Ángeles junto con su familia, y cuando se disponía a acompañar a sus nietos a Disneylandia.
La anécdota es ilustrativa porque deja en claro la vulnerabilidad del ex Secretario de Defensa Nacional y el ejemplo que marcará para siempre al resto de los funcionarios mexicanos que se puedan sentir amenazados por las autoridades estadounidenses.
Para empezar, todos los funcionarios de las áreas de seguridad y los militares en altos cargos que fungieron durante la administración de Enrique Peña Nieto se encuentran ahora en el radar de la justicia estadounidense, un buen motivo para que se cancelen cientos de viajes hacía el país vecino.
Bendita maldita extradición a EU
En los últimos años, la extradición de narcotraficantes ha sido una bendita manera de los países latinoamericanos para deshacerse de criminales que no podían mantener en sus propias cárceles, debido a su capacidad para desestabilizar cualquier sitio.
La extradición provocó una guerra en Colombia en la época de Pablo Escobar, pero finalmente sirvió para que los colombianos enviaran a decenas de narcotraficantes a Estados Unidos.
México envió a Juan García Abrego, a Osiel Cárdenas Guillen y a Joaquín “El Chapo” Guzmán, sólo por mencionar a los más representativos. Cualquiera de ellos era capaz de poner a cualquier cárcel mexicana de cabeza, así que Estados Unidos fue una solución fácil, eficiente y barata de deshacerse de ellos.
Sin embargo, lo que nunca imaginaron los funcionarios mexicanos es que la extradición tiene un “doble filo”, en cuanto los delincuentes llegan a Estados Unidos comienzan a cantar como pajarillos y sus primeros “clientes” son los funcionarios que los protegieron.
Hoy se encuentran declarando en EU, además de “El Chapo” Guzmán; Édgar Veytia, el ex Fiscal de Nayarit que traficó drogas y protegió a delincuentes; Ismael y Vicente Zambada; y Rubén Osceguera González.
Para que usted tenga una idea, en los últimos 15 años se han extraditado a más de mil narcotraficantes mexicanos a Estados Unidos. Así que seguramente seguiremos siendo testigos de la detención de más funcionarios mexicanos por los estadounidenses.
Sombrerazos en Morena
Los resultados en la elección de Coahuila e Hidalgo pueden influir de manera sustancial en los próximos procesos electorales en el 2021, en todo México, y Sinaloa no será la excepción.
Estos procesos electorales fueron una especie de ensayo, donde se medía la fortaleza de Morena, después del lejano “tsunami” que les dio el poder en prácticamente todo el País.
Y francamente Morena salió totalmente reprobado, de un plumazo borró la imagen de invulnerabilidad que tenía, mostró todas sus debilidades y lo más importante: demostró que puede perder.
El papel de Morena en las votaciones en esas entidades dejó en claro que una cosa es el partido con Andrés Manuel López Obrador en la boleta y otra el montón de tribus enfrentadas e incapaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante una elección.
En el caso particular de Sinaloa, todavía no es lanzada la convocatoria al proceso electoral y al interior de Morena ya hay rencillas.
El Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo “El Químico” Benítez, aprovecha cualquier espacio para atacar al Senador Rubén Rocha Moya, el político de Morena mejor posicionado para pelear por la Gubernatura.
Y lo peor de los morenistas no es que sean viscerales y capaces de cualquier bajeza para denostar a sus “compañeros-enemigos”, sino que les encanta hacerlo de manera pública.
Los morenistas se niegan a construir partido y lo poco que tienen les encanta destruirlo en presencia de la ciudadanía.
Morena como partido no existe y todos sabemos que para competir por cualquier puesto se necesita un partido detrás de un candidato, o por lo menos una estructura que funcione como tal.
Si el PRI de Sinaloa en algún momento pensó en entregarle alguna posición a Morena, como muestra de conciliación, ahora seguramente ya está todo olvidado y se disponen a pelear cada centímetro político contra los morenos.
Los de Morena todavía están a tiempo de aprender la lección, la pregunta es ¿si su naturaleza autodestructiva se los va a permitir?
Municipios sin dinero
En varios municipios de Sinaloa las cuentas nomás no salen, se acerca el fin de año y el dinero que hay en las arcas simplemente no va alcanzar.
Se pronostica un diciembre negro para algunos, entre los más afectados se encuentra Mazatlán. Los alcaldes morenistas están probando que no son muy buenos administradores y con la pandemia encima cualquier tesorería comienza a crujir.
Y para colmo de males, el Ayuntamiento porteño ha terminado por aceptar que tiene que pagar 141 millones de pesos por un litigio en contra de una gasolinera, a la que le dieron el permiso para instalarse y después se lo negaron.
La cifra asusta porque la empresa jamás se gastó esa suma en el proyecto, pero es el resultado de un litigio mal llevado que varias administraciones desairaron y que terminó convirtiéndose en una pesadilla muy real.
Si usted se pregunta ¿cómo va a pagar el Ayuntamiento esa cantidad de dinero? Muy sencillo, por lo pronto la administración actual no la va a pagar, la va a “patear” todo lo que pueda a ver si alguna administración futura termina pagándola.
Pero el asunto se complica si nos ponemos a pensar que el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez se piensa reelegir, y si lo consigue se volverá a encontrar la misma deuda que ahora, aunque quisiera, no puede pagar.
Volviendo a la situación actual de los dineros del Ayuntamiento, la situación es muy difícil, y aunque no hay dinero, el Alcalde sueña con gastarse 20 millones de pesos en un pingüinario.
Ni cómo ayudarlo.