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Quisiera compartir el optimismo de las autoridades sanitarias federales, en cuanto a la ruta que perciben de la pandemia, aseverando que, para el próximo mes de octubre, en todo el país se izará la bandera verde sanitaria. Como aspiración, alienta lo dicho por el doctor Gatell, pero, por otro lado, la realidad, por lo menos la sinaloense, pinta de otro color, no necesariamente el del optimismo, y mucho menos, el de la esperanza.
“Verde, verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas”, dijera el poeta Federico García Lorca y en esta ocasión, tomo las palabras del poeta granadino para comentar que del mismo color percibo una buena parte del resumen del segundo informe presidencial de Andrés Manuel López, quien, por lo menos en esto, resultó igual que sus antecesores, al pintarnos hechos que no corresponden a la realidad.
Por enésima vez declaro que voté por Andrés Manuel, quien, en su momento, representaba para mí, una nueva posibilidad para el país, entregado al desarrollo de los tecnócratas, lo cual favoreció con cuantiosas fortunas a unos cuantos, y sumió en la pobreza a millones de mexicanos, agregando a ello, la descarada corrupción de las élites en el poder. Sin embargo, la confianza otorgada al ahora Presidente de la República, de ninguna manera me comprometió a concederle mi silencio ante lo que, a mi parecer, son errores en el ejercicio de su gobierno o afirmaciones temerarias respecto a sus logros.
En cuanto al combate a la corrupción, una de las banderas principales del tabasqueño, ciertamente, se ven esfuerzos que corren por esa vía y cabe la posibilidad de que en el futuro, ninguno de los funcionarios de élite de la 4T sean perseguidos por actos ilegales, sin embargo, esa posibilidad, se ve manchada por la querencia que tiene la administración de Andrés Manuel, por la asignación directa de contratos, lo cual, ha significado que casi el 78 por ciento de obra pública, compras y servicios, se han concertado por esa vía, la misma que utilizaron sus antecesores, la cual no se presta a la transparencia y le da cabida al dicho de “en arca abierta hasta el justo peca”.
Y bueno, en los niveles jerárquicos inferiores del gobierno, continúa presente y sin preocupación la mordida para solventar trámites, de tal suerte, que en el tema de la corrupción, puedo decir que la intención purificadora presidencial está verde.
Y verde como el campo en época de aguas, también percibo el tema de la seguridad pública en el que durante dos años de gobierno de Andrés Manuel se acumulan más de 55 mil asesinatos de los llamados de alto impacto, quedando en claro que ni las políticas sociales pacificadoras ni la reacción de fuerza están funcionando, y lo que es peor, es que no se ven trazas de que haya intenciones de cambiar a los responsables de la seguridad pública.
Finalmente, y para evitar que se calienten los ánimos entre los seguidores a ciegas de López Obrador, en el tema de la crisis económica, las cosas están verdes, verdes, verdes. Entiendo que los bajones de la economía han sido provocados por los efectos de la pandemia y los movimientos de los grandes capos del mundo financiero y de ello no tiene la culpa la gestión de López Obrador, más sin embargo, también hay que decir que estamos muy lejos de asegurar que ya pasó lo peor de la crisis económica y que ya estamos dando los primeros pasos hacia la recuperación, tal y como lo afirma el tabasqueño. Miente en ello, faltando a sus principios de no engañar y no mentir.
Verde pues; verde veo las posibilidades de que las altas aspiraciones de la llamada 4T se conviertan en realidad, aunque en lo particular, todavía guardo un poco del verde esperanza que me inclinó a votar por Andrés Manuel. ¡Buenos días!