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"Malecón de Culiacán"

"Un superdelegado ‘fantasma’"

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MALECÓN
27/06/2019

    De superdelegado a “delegado fantasma”, José Jaime Montes Salas opera desde la penumbra, desde la oscuridad, desde la tierra de ninguna parte.

    Como si fuera un actor privado, no rinde cuentas ni informa a la sociedad de sus actividades.

    Eso sí, le gusta cobrar como funcionario público.

    “Gasparín” Montes estará hoy en la Ciudad de México para tratar el tema de la planta de amoniaco de Topolobampo.

    No sabemos si la defenderá, si la cuestionará o si será todo lo contrario. Eso es lo peor, no se sabe lo que hace, dice, mueve, promueve.

    Es uno de los funcionarios con las conductas más nefastas, por la opaca y errática conducta como representante de los programas federales en Sinaloa.

    ¿Qué irá a decir sobre la planta de amoniaco que dos jueces tienen detenida? Sí, dos jueces. Uno porque no se consultó a los pueblos originarios y otro porque consideró evitar un posible daño ambiental.

    Para que usted tenga dimensión del “desinterés” del superdelegado, en estados como Baja California Sur, el superdelegado es el principal contendiente a la Gubernatura de ese estado. De ese tamaño es su presencia mediática en la península.

    Pero acá, nada, el superdelegado llegó en silencio a su puesto y en silencio se ha mantenido, no le conocemos ni la voz.

    Noroeste lo estuvo buscando para preguntarle el contenido de su reunión sobre la planta de amoniaco, pero como suele hacer, no responde. O responde y “se corta” la llamada.

    ¿Informará a su regreso?

     

    Red de corrupción ¿a poco?

    Aún no sabemos cómo quedará el juicio contra Luis Ángel Pineda Ochoa, ex Secretario Técnico de la Secretaría de Turismo, en el Gobierno de Mario López Valdez, pero lo que sí se está confirmando es la red de corrupción que se forma cuando un gobierno hace lo que le da la gana con los recursos públicos.

    Ayer se cerró la etapa de testigos del histórico primer juicio oral contra un ex funcionario público en Sinaloa, donde se insistió que no actuó solo, que recibió órdenes de funcionarios de primer nivel para realizar el ilícito del que se le acusa.

    Quedó claro que realizó pagos ilegales por 8.6 millones de pesos a supuestas campañas publicitarias realizadas en 2016, incluso se habla de cheques cobrados por familiares del ex servidor público.

    Una nueva etapa en la ejecución de justicia y combate a la corrupción está a punto de abrirse en Sinaloa, de aquí veremos de qué está hecho el nuevo sistema de justicia penal.

    La declaración que ha cimbrado este juicio es la del ex Secretario de Turismo del Gobierno estatal, Rafael Lizárraga Favela, quien reveló que Lapo, como se le conoce al ex funcionario acusado, recibió órdenes superiores.

    Recordó que citó a Pineda Ochoa en el restaurante de un centro comercial en Mazatlán, en donde le admitió haber cometido el desvío y la manera en que lo hizo.

    “Así, de caballeros, te voy a hablar con la verdad, esas campañas no se realizaron, ese dinero yo lo saqué porque recibí instrucciones superiores’”, fue, según Lizárraga Favela, lo que le dijo Lapo.

    “Me dijo que yo no era el que mandaba, que los que mandaban eran los que controlaban el dinero, en la Secretaría de Administración y Finanzas”, señaló.

    El fiscal que dirigió la entrevista le preguntó que si quién era el titular de esa Secretaría.

    “Armando Villarreal Ibarra”, respondió Lizárraga Favela. 

    Así, de ese pelo, lo que se ha revelado en el juicio.

    Y lo que sigue al cerrarse la etapa de testimoniales y el proceso continuará hoy en la etapa de alegatos después de los cuales, la juez ya podrá tomar la decisión de dictar sentencia.

    La audiencia para este jueves está programada a las 10:00 horas.

    Se activa el “tic tac” para Lapo.

     

    Descubriendo el ‘hilo negro’

    “Se tenía que decir y se dijo”, tal como dice el popular meme.

    Francisco Mojica López, presidente del Comité de Participación Ciudadana, en su primer y único informe al frente del Comité Coordinador del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción aseguró que la corrupción es parte de nuestro mundo.

    La corrupción en Sinaloa está enraizada, dijo Mojica, aunque aclaró que no es novedad que en Sinaloa la corrupción sea un problema, no de cultura sino de estructura, enraizado en lo más profundo de nuestras nobles instituciones, dominando las leyes y adaptándolas a su antojo.

    Añadió que este ambiente de corrupción lleva a planificar acciones cada vez más complejas de detectar por los órganos gubernamentales, pero obliga a hacer más visibles los resultados para aquellos que impunemente se han visto beneficiados a costa de los recursos públicos.

    Y se echó el rollo de que ya no hay lugar para la complicidad y hay descontento con los “castigos” contra aquellos que son responsables de generar actos de corrupción.

    La corrupción de todos tan socorrida.

     

    Y la basura que se acumula

    Vecinos de varias colonias de Culiacán han manifestado su malestar por que la basura se amontona en las calles afuera de sus casas porque esperan al camión recolector y nada, no pasa.

    En un recorrido que se hizo se constató que en las colonias como el Fraccionamiento Santa Elena, Infonavit Las Flores y Las Quintas, bolsas de basura son los adornos afuera de las viviendas.

    Incluso en lugares como Las Quintas, los restauranteros dicen que han tenido que pagar a particulares para que les recojan sus desechos.

    El problema no es privativo de Culiacán, también Mazatlán padece un problema grave con la recolección de basura, incluso el Alcalde Luis Guillermo “El Químico” Benítez ya organizó jornadas de limpieza con la ayuda de sus funcionarios.

    Y qué les platicamos de Guasave, donde el problema de la recolección de la basura ha escalado hasta convertirse en un conflicto entre los trabajadores de limpia y las autoridades.

    Y detrás del problema de la basura hay un enorme problema cultural. Producimos decenas de toneladas de basura cada día en Sinaloa, echando abajo cualquier sistema de recolección, por más eficiente que sea.

    Es hora de soluciones donde participe la ciudadanía, antes que el problema escale y se convierta en un problema de salud pública.