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"Editorial"

"Trump alborota el avispero"

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05/01/2020

    Editorial

    La geopolítica es ese juego peligroso al que juegan los países, donde las ambiciones y disputas pueden terminar, o no, en guerras terribles que pueden arrastrar a países que ni siquiera tenían vela en el entierro.

    Actualmente, Estados Unidos protagoniza una peligrosa danza con Irán, donde su contrario es uno de los países más belicosos del Medio Oriente, una zona repleta de armas nucleares, fanatismo religioso y un antiamericanismo histórico.
    El Presidente Donald Trump eligió romper con la tradicional diplomacia de contención de los gobiernos de Estados Unidos cuando se trata de Irán, uno de esos países a los que nadie quisiera tener de enemigos.
    Dirigido con puño de hierro por los ayatolas, líderes religiosos islámicos, Irán ha aprovechado sus ingresos petroleros para armarse hasta contar con uno de los ejércitos más poderosos de su región, aún y cuando esté muy lejos del poderío militar americano.
    Al decidir eliminar a uno de sus principales líderes militares, Trump dio un golpe en la mesa que alteró todos los equilibrios que mantienen una precaria paz en el Medio Oriente.
    El régimen iraní tiene sus propios problemas internos, con una sociedad cansada de ver a los líderes religiosos gastar el dinero en armas, mientras el pueblo pasa hambre, lo que lo hace más peligroso aún.
    Rodeado de enemigos que lo amenazan desde todos los países vecinos, los iraníes se mueven en arenas movedizas, siempre listos para mostrar músculo, por temor a revelar la debilidad de su gobierno interno.
    Trump, por su parte, se enfrenta a un juicio interno que podría sacarlo del poder, el famoso impeachment, una presión que lo empuja a tomar decisiones pensando en su imagen y no en la seguridad del mundo.
    Si a eso le sumamos los intereses de Rusia, Irak, Turquía, Israel, Arabia Saudita, Siria y los grupos rebeldes en la zona, la posibilidad de un conflicto internacional crece cada segundo.