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En medio de la pandemia se desarrollan los preparativos para la competencia por la elección en 15 estados de la República, donde habrá de elegirse gobernadores y miembros de la Cámara de Diputados; también, el 6 de junio próximo, habrá elección de algunos Congresos locales y presidencias municipales. En medio de ese ajetreo político, los partidos de derecha hacen circo y malabarismo tratando de ganar la mayoría en la Cámara de Diputados, esa es su mayor ambición, pretenden de esa manera frenar la intensa labor que viene desplegando el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en favor de sectores más débiles.
Por más malabarismos y campañas mediáticas plagadas de denuestos y falsedades sobre la marcha ascendente que viene desplegando el gobierno de la cuarta transformación en favor de los desprotegidos, los partidos tradicionales de derecha la tienen cuesta arriba, porque su impopularidad y corrupción son muy conocidas. Tratan, a toda costa, de parar los apoyos a adultos mayores, a jóvenes discapacitados, las becas a los estudiantes de educación media y superior.
La Oposición se encuentra desconcertada por la forma como el gobierno de la cuarta transformación viene realizando obras monumentales, lo mismo en muchos estados se impulsan obras de infraestructura urbana, sin deuda, y ahí, en regiones que durante años habían estado abandonadas por los sucesivos gobiernos, se impulsan programas de beneficio social; y, aparte, se atienden los estragos de la pandemia con relativa holgura, todo como resultado del combate a la corrupción, ahí estriba el extraordinario avance social que los ciudadanos corroboran en toda la Nación.
Hechos no palabras es lo que el Presidente López Obrador viene entregando a su pueblo. Por eso, el apoyo popular creciente se manifiesta en los ámbitos de la sociedad. Los ciudadanos comprueban diariamente como la febril actividad del Presidente se convierte en obras y apoyos tangibles a los desposeídos, que por fin cuentan con un Presidente de la República que se preocupa por el bienestar de sus familias y trabaja un promedio de 16 horas diarias para concretar esos propósitos de mejoramiento de su pueblo, y éste le corresponde con su apoyo multánime.
Los ciudadanos no se equivocan, saben bien que el país avanza en varios ámbitos afianzando los cambios de manera firme, haciéndolos irreversibles. Esos cambios los ciudadanos los han hecho suyos con mucho entusiasmo, imposible será volver al pasado de saqueo y atropellos sin miramientos a los pobres y olvidados, los cuales no contaban para los gobiernos anteriores, servidores de una élite, de la oligarquía, a la cual no le interesa el pueblo.
Los hechos hablan por sí solos, la gente ve de manera diáfana la actitud del Presidente asumida diariamente en sus actividades cotidianas, no tienen que explicarse ni adornarse, la ciudadanía está al tanto, afortunadamente tenemos una ciudadanía informada y muy clara en cuanto a sus intereses conviene, esa es una garantía para el proceso electoral que culmina el 6 de junio próximo, ya que los ciudadanos van a actuar de acuerdo a sus intereses.
Los ciudadanos de este país, en los últimos tiempos, han demostrado haber abrevado mucha claridad sobre los problemas sociales, esto es fácil deducirlo con solo platicar con un campesino o un obrero o un vendedor ambulante, quienes dan cátedra sobre los problemas económicos y políticos del País, demostrando elocuentemente que están al tanto de la plataforma de los partidos políticos, así como de los candidatos que buscan representarlos, y cuál es su ideología frente al pueblo.
Eso es muy alentador y da certeza conocer las tendencias del voto y cómo estas favorecen el rumbo democrático que desde el 2018 se ha inaugurado en el país. Este comportamiento favorable al cambio verdadero y en contra de la corrupción será la tónica en la elección que viene. Los ciudadanos también están muy al tanto de la actitud de Lorenzo Córdoba, presidente del INE, y lo desdeñan con mucha claridad, la ciudadanía va a sufragar con mucha certeza por quienes representan sus intereses.
Los ciudadanos tienen la experiencia que les ha dado la vida a través del tiempo y de conocer en detalle las marrullerías de los partidos tradicionales, que han dejado las penosas huellas de sus trayectorias.