La traición es inherente a la política mexicana, está tan arraigada que nuestro políticos hace tiempo que la disfrazan como “reacomodo de fuerzas”, “cambio de partido” o “búsqueda de nuevos horizontes”, pero en realidad lo único que hacen es perseguir sus propios intereses.
Las deserciones y los cambios de color generalmente ocurren al inicio de los procesos electorales, sobre todo una vez que se ha elegido a los candidatos, cuando muchos se descubren con las manos vacías y los bolsillos agujerados.
Especialmente este proceso electoral se presta para los rompimientos, ante el reacomodo que ha provocado la irrupción de Morena como nueva fuerza política.
El primero que aventó el arpa fue Sergio Torres, eminente priista que ahora denuncia furioso las corruptelas de sus ex compañeros de partido, pero desde Movimiento Ciudadano, donde le ofrecieron una candidatura a la Gubernatura.
Otros priistas de larga trayectoria, como Florentino Castro, andan afanosos acarreando agua para el molino de Rubén Rocha Moya, el candidato de Morena.
Y qué les pareció la desbandada albiazul, liderada por Alejandro Higuera Osuna, un político que le debe todo al PAN, pero que ahora renuncia arrastrando a decenas de panistas detrás de él y gritando “traición”, en un intento por aventar culpas para otro lado.
Seguramente todos esos panistas alborotados aparecerán mañana cobijados por Morena, el nuevo paraíso de los políticos huérfanos, o ya de perdis en el PAS, donde esperan alguna candidatura.
Tierra de nadie
Las precampañas en la entidad han arrojado tres gallos fuertes que contenderán por la Gubernatura: Rubén Rocha Moya, Mario Zamora y un poco más atrás, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Hasta aquí, todo bien, el problema viene cuando en plena pandemia, los aspirantes se ponen a hacer eventos multitudinarios.
Mario Zamora, el día que se registró como precandidato, reunió a una gran cantidad de militantes, atiborró el auditorio estatal del PRI y se abrazó con medio mundo.
El área de comunicación del Revolucionario Institucional emitió fotos donde el Senador sale abrazado de mucha gente en reuniones que ha estado haciendo con la militancia tricolor.
No hay sana distancia, no hay conciencia, esa es la verdad, y se dijo ¿le vamos a dejar la responsabilidad a los partidos?
Cuén con su caravana, que si bien es una caravana de autos, pues también anda haciendo sus reunioncitas con la militancia pasista.
El que sí anda un poco más guardado es Rocha Moya, en parte porque ya le dio Covid-19, sin embargo, es el que más ha respetado las formas.
Es una tristeza que no haya árbitro que ponga orden en esto, el IEES ya se lavó las manos y le echó la bolita a la Secretaría de Salud y a Protección Civil, así que, mis señores, la civilidad no va a venir por ningún lado, ni por las autoridades, ni por los aspirantes que van en busca de un hueso, así que lo mejor es cuidarse solitos y no andar arriesgándose en algo tan burdo y falso como un evento proselitista.
El miedo no anda en burro
Luego de que Rubén Rocha Moya dio positivo a Covid-19, el Diputado federal Casimiro Zamora Valdez informó que se aisló en su casa, ya que estuvo en contacto en días recientes con el precandidato de Morena a la Gubernatura de Sinaloa.
El legislador federal aclaró que no ha presentado síntomas de la enfermedad, pero por precaución estará en confinamiento y se hará la prueba para saber si está contagiado.
Imagínese, si así se ponen con un precandidato, no queremos saber cuántos del primer círculo del Presidente Andrés Manuel López Obrador andan apresurados aplicándose la prueba.
Y si de famosos con Covid-19 se trata, resulta que hasta el empresario Carlos Slim ya se contagió con el virus.
Por lo menos, el mentado coronavirus nos salió muy democrático: agarra parejo.
Se mueve... otra vez
Irma Tirado se perfila como la carta fuerte del PRI a la Diputación federal del Distrito 01 para la próxima elección, pero a propuesta del PAN, ahora que anda “engavillado” con su histórico rival el PRI.
De acuerdo con lo que trascendió, la ex candidata al gobierno municipal de Mazatlán en 2013 por el tricolor llegó hasta los oídos del dirigente estatal del blanquiazul, quien tras enterarse de los votos que ha logrado en las últimas elecciones (aunque no le han servido para ganar), apuesta por ella.
Incluso, se dijo, ya la dirigencia panista estatal “pidió” permiso a la mano que mueve las candidaturas para que ella abandere la alianza PRI, PAN y PRD por dicho distrito electoral federal.
Serie del Caribe
La Serie del Caribe desata furor cada año, pero ahora la pandemia ha terminado con todo tipo de pasiones.
Integrantes del Congreso del Estado mostraron su descontento por las aglomeraciones que se han permitido en algunos lugares, como en los estadios.
Llama la atención que la Serie del Caribe Mazatlán 2021 ha recibido todo el cobijo del estado, a pesar de la emergencia sanitaria.
Hay que recordar que este año el Carnaval Internacional de Mazatlán no se realizará, bajo el argumento de impedir que las personas se reúnan en un solo punto y de esta manera evitar los contagios de Covid-19, pero con la Serie del Caribe no ven este riesgo.
Es raro cómo las autoridades están ponderando qué evento sí es seguro y qué evento no, si al final de cuentas la movilidad de personas no se controla como se debería, ya sea en los municipios o en todo Sinaloa.
En comparecencia ante el Congreso, el Secretario de Salud, Efrén Encinas Torres, defendió que el evento se realice en el puerto, además dijo que Mazatlán no ha tenido importantes rebrotes desde la apertura turística.
Sin embargo, la disparidad se deja ver desde el momento en que las fiestas o lugares a los que acude la ciudadanía local se cancelan, el Carnaval y los tianguis son solo un ejemplo de ello, pero los centros nocturnos y la Serie del Caribe siguen en pie.
